Por octavo año consecutivo, el Instituto de Desarrollo Rural (IDR) convoca a emprendedores interesados en participar del programa IDR Incuba, con fecha extendida para inscribirse: hasta el 25 de abril. Como cada ciclo, se provee capacitaciones, información estratégica y asistencia técnica para el desarrollo de emprendimientos que permitan consolidar pequeñas empresas agrícolas, agroindustriales o de servicios al agro.
“Nuestra propuesta de valor es impulsar proyectos con impacto en el sector agro industrial, ayudando a crear empresas sostenibles y sustentables que solucionen problemáticas del sector, pero cuidando el medio ambiente, el suelo, el aire, que innoven en el uso de energías amigables, reutilicen y revaloricen descartes de otras industrias y se vinculen al entorno que los rodea”, explicaron desde la entidad provincial.
Las actividades tienen una duración de cuatro meses, de forma intensiva, comenzando en mayo y con talleres que se realizan cada 15 días en modalidad virtual o presencial. Quienes estén interesados en participar deben completar sus datos en el formulario del enlace http://preincubacion.idr.org.ar/ y, en caso de requerir más información, se puede escribir a financiamiento@idr.org.ar.
El primer llamado se realizó 2016 y, a la fecha, la institución ha acompañado a más de 430 proyectos mendocinos durante el proceso de consolidación de proyectos agroindustriales, industriales, de servicios técnicos de aplicados al agro y TIC relacionadas al agro.
Ejemplos de proyectos
Una empresa que pregona los valores que alienta IDR Incuba es Alternativa Humus de Zoé Palmes que llegó a la Incubadora de IDR en 2019, promoviendo la importancia para la biodiversidad que se practique la gestión de residuos orgánicos en la población mediante técnicas profesionalizadas. Zoé es Ingeniera en Recursos Naturales Renovables y desde su mirada y experiencia brinda capacitaciones en escuelas, personas en contexto de encierro y los sectores que lo demanden.
Otro emprendimiento es Semillas con Memoria, que destaca por su visión de triple impacto, brindando talleres en soberanía alimentaria, agroecología y asesoramiento profesional en diseño y armado de huertas comestibles. Nahir Jorquera es ingeniera agrónoma y encabeza esta iniciativa de economía circular promoviendo la autogeneración de semillas libres, uso eficiente del riego y de productos ecológicos como biofertilizantes, en contraposición del uso de agrotóxicos.
En esta lista de empresas y del rubro bioeconomía también está La Lombriz Urbana, ya conocida en el medio agrícola por sus aportes a la biotecnología y al ecosistema productivo de la provincia. Martín Betancud compartió su visión y pensamiento: “La utilización de componentes orgánicos va de la mano con la seguridad laboral, ya que no son productos tóxicos y no generan impacto ambiental y residualidad, mejorando por completo las condiciones de trabajo de productoras y productores”.
Su empresa está escalando exponencialmente en lo cualitativo y cuantitativo, creciendo con productos microbiológicos, brindando servicios agropecuarios de reciclado, asistencia en lombricultura y educación en sistemas de compostaje. Uno de sus productos estrella es el biofertilizante a base de humus de lombriz líquido, altamente beneficioso y versátil para su uso en agricultura convencional, sistemas de cultivo hidropónico y para uso en pulverizaciones con drones.
Todos estos proyectos y más que llevan la bandera verde como insignia de lo sostenible y sustentable siguen participando de la Incubadora formando parte del Consultorio IDR Pyme. En ese ámbito participan empresas como Agrovants, Uco Drone, MicroOrigen, Frutipack, Tu huerta en equilibrio, Agrojusto, Mardegan, Vida Vertical y otros tantos que han sabido superar barreras, reinventarse y que siguen apostando para el mercado local y regional con sus desarrollos e innovaciones.