Esta semana, representantes de diversas empresas y cooperativas productoras de cerezas en el país, como también funcionarios de las provincias de Chubut, Mendoza, Neuquén, Río Negro y Santa Cruz, viajaron a Chile para participar de una misión técnica y de la Cherry Tech Convention, donde expertos disertaron sobre manejo técnico de huerto, variedades y portainjertos, riego, nutrición y uso de bioestimulantes, control de plagas, control de enfermedades, tecnologías y manejos de postcosecha en cerezas.
El gerente de la Cámara de Cereza de Mendoza, Facundo Quirós, mencionó que apuntan a la articulación con el país transandino, ya que son líderes en la producción de cereza. La misión incluyó, en los días previos a la convención, la visita a fincas, para ver qué material implantado tienen y qué tecnologías aplican en la producción, para ser más eficientes y proteger los cultivos de las contingencias climáticas.
Quirós resaltó que el de la cereza es un sector bastante dinámico, en el que la tecnología se va actualizando con frecuencia. Y por eso, es importante ver esas innovaciones en el terreno, además de invitar a asesores a que visiten los cultivos mendocinos, como ya sucedió en marzo, cuando Mendoza fue sede del segundo seminario Internacional de Cerezas Frescas Tempranas (organizado por la Cámara de la Cereza y Mendoza Cherries, en conjunto con la Dirección de Agricultura y el Instituto de Desarrollo Rural).
Así, en uno de los huertos chilenos observaron la utilización de macrotúneles, que tienen como objetivo la protección contra heladas y lluvias, pero también, como “efecto secundario”, un ahorro de agua para riego y la posibilidad de inducir una cosecha más temprana de la fruta y salir a los mercados cuando no hay (o hay muy poca).
Quirós detalló que estos viajes permiten conocer cuáles son las innovaciones que están aplicando los productores líderes y analizar si se pueden aplicar en las fincas mendocinas y qué adaptaciones serían necesarias. “Tenemos que ser más eficientes para afrontar los desafíos coyunturales de la macroeconomía, pero también el cambio climático, que hace aún más desafiante encarar un cultivo que recién alcanza una producción plena al quinto año”, resaltó.
También mantuvieron reuniones con oferentes de material vegetal, para incrementar la superficie cultivada en Mendoza con variedades tempranas, de bajo requerimiento de horas de frío y con porta injertos que se adapten a los suelos locales. Diego Aguilar, productor y presidente de la cámara, señaló que en Argentina cuesta conseguir buen material genético, para producir montes de calidad, ya que lo que está disponible son plantas de variedades viejas.
Por eso, hace cinco años, se inició el trámite ante el Senasa para importar plantas de Chile y se logró reducir la cuarentena de dos años a solo uno, con la implementación de un nuevo protocolo. Sin embargo, después apareció en el vecino país un virus que obligó a sumar análisis adicionales al proceso de certificación de libre de virus, lo que encareció el precio.
Acotó que hay productores en el norte del río Mendoza que están haciendo experiencias con variedades tempranas y están teniendo muy buenos resultados. Por ahora, la “reina” es la santina, que tiene forma acorazonada, buen calibre, es muy dulce y relativamente temprana. Asimismo, se ha mejorado mucho la lapins, con un manejo adecuado. Es que, China, por ejemplo, paga un precio muy diferente de acuerdo con el tamaño de la fruta.