La palta es una fruta beneficiosa para la salud ya que provee ácidos grasos monoinsaturados, potasio y vitamina E. Además, el gran número de sustancias antioxidantes de las que está compuesta ayuda a combatir los niveles de colesterol “malo” y previene la aparición en enfermedades cardiovasculares.
Últimamente la palta se está consumiendo cada vez más debido a que también es un alimento que entra en el menú de diversas dietas para bajar de peso, aunque es cierto que sigue siendo una fruta demasiado cara para el bolsillo del argentino promedio.
Todos esos beneficios la convirtieron en la aliada principal de los creadores de contenidos gastronómicos y de vida saludable en redes sociales. Desde aderezos, a tostadas e incluso helados de palta, se trata de un alimento muy versátil, pero escaso si se lo busca en las verdulerías de Mendoza, en donde ya supera los $2.000 por kilo.
“Hace una semana costaba $1.800 el kilo, hoy se vende en $2.300 y no la querían traer porque subió mucho de precio, pero la gente la pide”, explicó una comerciante del centro mendocino, aunque señaló que los $500 de aumento por kilogramo en tan poco tiempo siempre sorprenden a quienes consultan por su precio. Es que una sola palta puede rondar los $575 (por 250 gramos).
El aumento de precio responde al origen del producto. En la actualidad la Palta Hass (piel negra y rugosa, de tamaño mediano y fácil de pelar), que se consigue en las verdulerías locales “viene de Perú” y “está entrando muy poco desde Chile”, el producto no abunda, y al venir desde afuera se paga a valores dolarizados, y se deben sumar los impuestos que se pagan a la mercadería que se trae del exterior por lo que el precio sube. Así lo explicaron desde la Unión Frutihortícola Argentina (UFHA).
“La banana, que también viene de Ecuador, tiene precios alto, porque está a precio dólar y porque también hay exigencias del Gobierno Argentino que superan lo normal y eso encarece los bultos. Tenemos que pensar que para todo lo que viene de otros país tendrá algunos inconvenientes”, explicó al respecto Omar Carrasco, titular de la UFHA.
Por otro lado, señaló que en el cruce de Brasil se detuvo bastante tiempo a los camiones que venían cargados y al faltar la mercadería, productos como el camote o el zapallo empezaron a escasear y aumentaron su precio. “Estamos fuera de estación, no hay producción local y los precios suben”, recordó.
Asimismo, cada mercadería tiene su trayectoria, y la papa por ejemplo hace una semana se conseguía en $3.000 la bolsa en los mercados concentradores, hoy bajó a 1.800 o $2.000. Eso obedece a que entró más mercadería y empezó a descender el precio en un mercado que responde como ningún otro a la oferta y a la demanda.
“Si la papa está cara, o el camote está caro, es bueno recomendarle a la gente que lleve otra cosa. La lechuga está en producción local, por ejemplo, al igual que la la achicoria y otras ensaladas (de hoja) que pueden remplazar al tomate que ahora está en aumento”, agregó Carrasco.