“Siento que está experiencia superó nuestras expectativas, que consolida al grupo, que lo empodera; lograr la atención de mujeres del exterior hace que los objetivos del grupo sean cada día más fuertes”, sostiene con un aire fresco Federica Agüero, coordinadora del colectivo “Mujeres de la Viña”. Sucede que desde el 28 de septiembre, en la mediateca del canal ARTE, se exhibe -con subtítulos en español- se estrenó la versión reducida del reportaje 360° que filmaron realizadores europeos y tiene como uno de sus protagonistas al grupo de mujeres de San Carlos.
“Sentir la admiración y apoyo de las mujeres de otros países, a través de nuestras redes, es increíble... y cuesta poner en palabras lo agradecidas que estamos por tanto cariño”, agrega Agüero. En diciembre se va a estrenar el corte final del documental, que también estará disponible en forma online, que fue realizado por el alemán German Kral. El canal Arte, que fue creado en 1992 con el propósito de unir a los europeos, tiene su sede en Estramburgo y es financiado con capitales de la televisión francesa y alemana.
“La provincia de Mendoza, al pie de los Andes, es la región vitivinícola más grande de Argentina. Allí se cultiva el Malbec, una variedad de uva muy valorada, con la que se elabora el famoso vino tinto del mismo nombre. La producción de vino siempre ha sido un negocio masculino en el país, pero un grupo de mujeres ha decidido crear su propio vino: “Apasionadas”, sostiene en sus inicio el relato -en alemán- mientras el ojo de la cámara persigue imágenes que desde el cielo van adentrándose en la cotidianidad de la viña.
Detrás de un mismo sueño
Este grupo de mujeres, que ha experimentado un crecimiento constante en los últimos seis años, está forjando un proyecto nuevo. En el presente han logrado armar un porfolio de cuatro etiquetas de vino y expandir sus ventas a nivel nacional. Además, estableció una línea de producción para elaborar su propio vino, y su próximo gran sueño ha comenzado a madurar: la construcción de su propia bodega en la zona industrial de La Consulta.
El proyecto Mujeres de la Viña no se limitaba a un solo tipo de vino; ofrecen dos líneas de Malbec, un blend y un blanco. La diversidad también se reflejaba en el grupo de mujeres que participaban en el proyecto: son 22 mujeres, con edades que abarcaban desde los 38 hasta los 80 años, todas con diferentes personalidades, pero unidas por un objetivo común.
Las mujeres elaboraban sus vinos en una pequeña bodega que habían establecido en un galpón del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en La Consulta, en San Carlos. Allí, cada una contribuía con sus tachos de uva, realizaban el proceso de fermentación, el pisoneado, el aireado, la prensa de los orujos y la fermentación en tanques y barricas, además del embotellado y del etiquetado. Era un trabajo arduo y que realizaban apasionadas.
El programa asociativo de Mujeres de la Viña se había gestado con el apoyo de los Centros de Desarrollo Vitícola financiados por la COVIAR y asesorados por el INTA. En agosto de 2018, dieron los primeros pasos como asociación. Ese fue un momento crucial, ya que coincidió con una crisis que afectó a los pequeños productores, porque las bodegas se negaban a recibir uva. Un momento adverso que encendió la chispa de un sueño audaz: convertirse elaboradoras de su propio vino.
La vida misma
“Para mi hacerme cargo de la viña significó mucho, porque la empezamos a trabajar con mi pareja… hacer cosechas juntos, Walter falleció y a mí me costó un año poder volver a pisar la viña”, relata su experiencia Mariela, una de las protagonistas a la cámara. Para muchas de estas mujeres, la vida entre los viñedos era algo común. Habían crecido con el majestuoso Cordón del Plata como telón de fondo, observando cómo sus familias dedicaban sus vidas a la producción de uva y la elaboración del vino.
Aprovecharon ese conocimiento y la pasión heredada para ocupar un espacio que tal vez nunca habían considerado. En 2019, la asociación comenzó su aventura en la elaboración de vino con 100 botellas que fueron destinadas al consumo familiar. Con el tiempo, aumentaron su producción, elaborando 2000 botellas como “vino escuela” y 6000 para la comercialización. Sus vinos se vendían a través de las redes sociales y entre conocidos. Soñaban con tener su propia bodega y ver sus etiquetas en mesas de Mendoza y, por qué no, de todo el país.
El logro de estas mujeres era innegable, pero también reconocían que no habría sido posible sin su unión. La industria de la producción, elaboración y comercialización del vino es compleja y tradicionalmente está liderada por la imagen masculina. Sin embargo, estas mujeres habían llegado para desafiar las normas y destacar dos valores fundamentales: sororidad y perseverancia. “Desde el primer momento note la fuerza que tiene cada una, siento su fuerza, y me identifique con ellas. El grupo de Mujeres de la Viña es uno de los motivos para vivir”, relata una de las protagonistas del documental.
Las hijas de los productores
Federica Agüero destacó la valentía y la determinación de este grupo de mujeres para romper con las normas de género en un sector. Eran madres, empresarias, obreras y comerciantes que luchaban por su crecimiento en la industria. Uno de los momentos más destacados en su trayecto fue su participación en la Feria de la Rural, donde expusieron sus vinos y comenzaron a ganar más espacio en la industria. Aunque no siempre fue fácil, su determinación y trabajo en equipo les permitieron alcanzar un próximo paso.
La asociación de Mujeres Viticultoras opera como Sociedad Anónima, lo que les permite comercializar sus productos de manera efectiva. Aunque se rigen por una estructura empresarial, lo que garantiza que la ganancia se distribuya de manera justa entre todas. “La mayoría somos hijas de productores, es un grupo muy heterogéneo en edades, en conocimientos y en haceres. Fuimos compartiendo todo lo que sabíamos de la viña, nos fuimos nutriendo sobre cada paso de la producción y la elaboración del vino”.
Además de su enfoque en el vino, estas mujeres emprendedoras apuestan al turismo. Recientemente, ellas lanzaron dos circuitos turísticos que incluyen recorridos por sus viñedos y bodegas, brindando a los visitantes la oportunidad de conocer de cerca su proceso de elaboración y su historia. También han organizado un concurso de podas exclusivamente para mujeres, promoviendo la participación activa de la mujer en la viticultura.
Una historia en 360″
El proyecto de las Mujeres de la viña sigue creciendo, y su éxito es un testimonio de la pasión, dedicación y determinación de estas mujeres. Con un sueño de construir su propia bodega en el horizonte y el apoyo de la comunidad y el municipio, su historia es un ejemplo inspirador de lo que se puede lograr cuando la unión permite alcanzar nuevas metas. Un mensaje que va quedando al desnudo en los minutos de cinta que el realizador alemán, German Kral, grabó en Mendoza para un documental en el canal Arte.
El avance del documental, realizado por el Canal Arte, podés verlo aquí.
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