A principios de noviembre, el Instituto de Desarrollo Rural (IDR) dio a conocer su informe de estimación de la superficie cultivada con hortalizas de invierno. El estudio plantea que hay 13.300 hectáreas con ajo. Sin embargo, desde la Asociación de Productores, Empacadores y Exportadores de Ajos, Cebollas y Afines de la Provincia de Mendoza (Asocamen) cuestionan ese valor y aseguran que, por lo menos, hay 8 mil hectáreas más con este cultivo en la provincia.
Cada año, el IDR releva alrededor de 900 parcelas hortícolas, con el fin de determinar la superficie productiva de Mendoza. Para esta temporada, se calcula que hubo unas 17.281,2 hectáreas con hortalizas de invierno. En comparación con la temporada anterior relevada (2019), la superficie creció un 8,6%.
Según los datos del organismo, de ese total, el 77% corresponde al ajo y las 13.300 hectáreas con esta especie representan un 17% de incremento respecto al ciclo anterior (casi 1.950 hectáreas). Normalmente, la superficie cultivada con ajo en la provincia oscila entre las 8 mil y las 12 mil hectáreas, por lo que este valor se encuentra por encima del límite superior.
Pero Fabián Fusari, presidente de Asocamen, planteó que los socios de la entidad consideran que se deben mejorar los sistemas de medición de superficies, porque se está informando una cantidad de hectáreas sembradas que están muy debajo de las reales. Esto, a partir de analizar el número de cajas exportadas, ya que, para alcanzar esa producción son necesarias unas 23 mil hectáreas, por lo que estarían faltando unas 10 mil en el relevamiento oficial.
Fusari indicó que, con estos datos se le hace mucho daño a la actividad, porque son los números que toman en cuenta los posibles compradores de Brasil, España o Estados Unidos para tomar decisiones. Y, al ver que la superficie cultivada es acotada, pueden optar por comprar ajo en otro país. De todos modos, comentó que los profesionales del IDR se esfuerzan por hacer un buen trabajo, pero sin presupuesto ni herramientas adecuadas.
Otros datos
El informe del IDR también señala que el 70% de los ajos que se cultivaron esta temporada son morados, 20% colorados, 3% blancos y 6,5% “otros ajos” (blancos tempranos, castaños y violetas). Asimismo, destacan que cada vez es más significativo la preferencia por el cultivo de ajos chinos, en detrimento de los nobles (colorados y blancos).
Con respecto al último ciclo registrado, y conforme a la tendencia de las últimas temporadas, incrementaron la superficie los morados y los blancos tempranos. Los primeros alcanzaron las 9.541 hectáreas, lo que representa un 30% más que el ciclo agrícola anterior (7.349 hectáreas). Mientras que los segundos pasaron de 567 a 847 hectáreas (52% más).
El ajo colorado también incrementó la superficie, pero en una pequeña proporción (2,6%), pasando de 2.609 a 2.676 hectáreas. A diferencia de los otros tres ajos, el blanco cuyano disminuyó la superficie en un 45%, lo que implica 382 hectáreas menos.
Desde el IDR resaltan que el protagonismo del ajo no sólo se debe a que concentra la mayor superficie cultivada, sino también a que hay más de 1.500 productores que se dedican a su cultivo y a que emplea una importante cantidad de mano de obra cada temporada, tanto en las siembras, como en las cosechas.