“Se hacen cálculos para el año 24/25 en Argentina y se ve un escenario complejo. Los insumos no bajaron como los valores de importación sugieren que deberían. Los precios, más allá de estos rebotes, están lejos de los que se necesitarían para estar en números verdes. Y se espera que para el segundo semestre vuelva La Niña, con clima seco”, planteó Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.
Pensar en la siembra de maíz, soja y trigo que se viene, a esta altura del año, puede parecer prematuro, pero Romano considera que no lo es y que lo más razonable sería cuidar las reservas de humedad para la cosecha gruesa.
El trigo sigue siendo el mercado más tranquilo, con mucho trigo cereal de Rusia, y pocas novedades fundamentales. Localmente, el consumo de harina retraído y la apatía de exportadores, con productores poco vendidos, genera un problema. Se podría resolver con precios más altos si Brasil se vuelca a comprar trigo más adelante.
“Es un buen momento de venta para quien necesita financiamiento de corto plazo y no puede recurrir a bancos. Quien está bien de financiamiento, pero le gustaría estar algo más vendido, los precios de soja noviembre permiten capturar en la zona de los 300 US$/tt. El maíz es el más castigado en precio, pero es posible vender abril y recomprar diciembre sin diferencia, y jugar a la expectativa de la siembra y período crítico en Estados Unidos”, recomienda.
Por otro lado, consultado por Expoagro, Romano analizó las definiciones que dejó la visita de los políticos: “La intención de bajar derechos de exportación, aunque más adelante, y que las sobretasas para quienes tienen más de 5% de granos en stocks se mantendrían, al menos hasta que se recompongan las reservas. La medida se ve como una forma de incentivar la venta de granos, al encarecer el financiamiento para quienes quieren retener mercadería”.
“En tanto, economistas piensan que mayo podría ser el mes bisagra, de la unificación del tipo de cambio, toda vez que cerramos la semana con una brecha entre el oficial y el paralelo menor al 20%”, añade.
Otra preocupación que considera el especialista de la Universidad Austral es que la esperada caída en el precio de los insumos no se produce al ritmo que se espera, “y ya estamos acercándonos a la fecha de siembra”.
También se manifiesta preocupación por el paso del fenómeno climático El Niño (húmedo para Argentina) a La Niña a partir de agosto/septiembre: “Si bien tuvimos buenas lluvias en el último tiempo, y se aguardan más, al perfil le cuesta recuperar las reservas y esto puede ser un limitante más para la siembra de trigo. Preservar la humedad del suelo, que en muchos lugares sigue siendo deficitaria, para la campaña gruesa, podría implicar menor apuesta a los cultivos de invierno”, sugiere.