Aunque, tradicionalmente, la corta anual de agua por parte del Departamento General de Irrigación se extendía durante tres meses -generalmente entre mayo y julio-, la escasez hídrica ha hecho que, en los últimos años, lo más común es que se produzca por entre cuatro y cinco meses. Incluso, que, cuando llega el momento de volver a entregar el recurso, se decida extender el período sin posibilidad de regar para asegurar la provisión en el momento en que más necesitan el líquido los cultivos.
Este año, la corta se extenderá en las siguientes fechas en cada uno de los ríos: Mendoza, del 29 de abril al 29 de agosto; Diamante, del 23 de abril al 30 de agosto; Atuel, del 11 de abril al 20 de agosto; Tunuyán Superior, del 5 de junio al 31 de julio; Tunuyán Inferior, del 14 de abril al 17 de agosto; y en la zona de riego de Malargüe, resta definir el cronograma en la próxima asamblea de usuarios.
Irrigación realiza la corta anual de riego entre abril y agosto en todas las cuencas de la Provincia. Se elige este momento del año pasa interrumpir la entrega del recurso porque los cultivos requieren menor cantidad de agua durante el otoño y el invierno. De esta manera, se aprovecha para desarrollar obras y reparaciones de toda la red primaria y diques derivadores del sistema de riego.
Las fechas se definen entre Irrigación, a través de las Subdelegaciones de Aguas (de los ríos Mendoza, Diamante, Atuel, Tunuyán Superior y Tunuyán Inferior) junto a la Jefatura de Zona del río Malargüe y las Asociaciones de Inspecciones de Cauce.
Durante la corta, los embalses, excepto el de Potrerillos, alcanzan su nivel máximo. De todos modos, desde Irrigación advirtieron que es muy probable que este año sólo llegue a llenarse en su totalidad El Carrizal. La excepción de la represa de alta montaña responde a que completa su capacidad máxima entre fines de marzo y principios de abril, y no se ejecuta una corta anual total, porque se le debe entregar agua a las empresas y municipios prestadores del servicio de agua potable, y a Central Puerto.
El año pasado, la Subdelegación del río Mendoza dispuso extender hasta el 15 de septiembre la corta anual, que inicialmente estaba prevista hasta el 17 de agosto. Lo que motivó esta decisión fue la falta de agua: se estaba terminando el peor año hidrológico de esa cuenca en los últimos 50 años. Por otra parte, Irrigación debía responder a la obligación por ley de sostener el mismo caudal para agua potable, sin importar el volumen que escurra en el río, lo que termina resintiendo al sector del agro.
En 2020, en tanto, los regantes del río Tunuyán Inferior tuvieron que optar entre adelantar la corta anual o arriesgarse a no contar con agua en la época de crecimiento de los cultivos. Finalmente, decidieron que la restricción se iba a extender desde el 24 de marzo hasta el 19 de agosto, lo que significó que las propiedades se quedaron sin el recurso durante casi cinco meses y que no pudieran realizar el riego postcosecha.
A mediados de octubre del año pasado, el Departamento General de Irrigación presentó el Pronóstico de Caudales de los ríos de Mendoza para la temporada 2022-2023. El informe reveló que los seis ríos más importantes de la provincia tendrán un año que se presentará con sequías hidrológicas extremas y severas.
Limpieza de cupo
Por otra parte, en este mismo momento, los usuarios deben realizar la limpieza de cupo. Es decir, tener las compuertas en condiciones y el cauce limpio. De la misma manera que Irrigación tiene por mandato constitucional garantizar que el agua llegue a todos sus regantes, la Ley de Aguas de 1884, en su artículo 27, establece la obligación para los mismos de realizar esta tarea.
Las Inspecciones de Cauce son las que asignan la extensión de la limpieza a los usuarios del canal a través del cual les hace llegar el agua. Algunas colocan este ítem por administración, es decir, con el boleto que paga el usuario. En otras Inspecciones no, y el usuario, de forma particular, debe encargarse de limpiar el cupo.
Si bien se trata de una tarea que asegura que el agua pueda llegar hasta el último usuario del cauce, también es una que los regantes deben cumplir para evitar sanciones económicas o suspensiones temporales del turnado.