La cebolla es uno de esos ingredientes que divide a los amantes de la cocina. Así como hay quienes casi no conciben un plato que no la contenga, otros no toleran su presencia. Sin embargo, aun los que la consideran un infaltable en las preparaciones, suelen pasar un mal momento cuando hay que cortarla. Y quién no se ha encontrado con una que, particularmente, provoca una buena cantidad de lágrimas. Pensando en esa situación, la firma alemana BASF creó una variedad que no hace llorar.
Sunion es el nombre de esta nueva variedad que es el resultado de más de 30 años de cruzamiento entre cebollas menos picantes. De hecho, desde la compañía destacan que no es producto de la modificación genética, sino de técnicas de cultivo convencional.
¿Cuál es la particularidad de esta cebolla, que la hace menos irritante? A diferencia de lo que ocurre con las demás, que los compuestos que producen el sabor picante se suelen acentuar con el tiempo, en la Sunion van disminuyendo y la hortaliza se va volviendo más suave y dulce, por lo que no provoca lágrimas. “La cebolla que no hace llorar es un claro ejemplo de nuestra ambición de hacer que la alimentación saludable sea placentera”, sostuvo Bilgehan Suer, líder del proyecto de Sunions Europe.
Esta variedad ya se comercializa en Italia, Francia, Gran Bretaña, Alemania, Canadá y Estados Unidos. Pero no se sabe si Argentina será un próximo destino, aunque desde la empresa informaron que “los países que se considerarán a continuación dependen del interés local de los consumidores y las opciones de suministro disponibles”.
Por lo pronto, para aprovechar su aporte nutricional -contiene calcio, magnesio y vitamina C, con muy bajas calorías-, se pueden tomar algunas medidas, de manera de evitar el incómodo momento al cortarla:
- si se corta con un cuchillo bien afilado, a diferencia de uno con serrucho, se evita cortar tanta superficie y que se liberen los gases irritantes que tiene el vegetal.
- se puede poner en el congelador o freezer unos minutos antes, porque el frío disminuye el efecto de las enzimas que producen el efecto lacrimógeno.
- cortar la cebolla sumergida en agua, lo que evita que los gases lleguen al ojo, porque la reacción no se produce con la humedad ocular, sino con el líquido.
- y, sino, siempre queda la opción de colocarse unas antiparras, sobre todo si uno no tiene testigos de ese momento.