A pesar de algunas críticas de la oposición, recibió dictamen favorable en la Cámara de Diputados el nuevo Régimen de Promoción de la Ganadería Ovina, que ahora también contemplará a las llamas y que se financiará con un fondo de 850 millones de pesos que será repartido entre las provincias.
La iniciativa, que ya fue aprobada en el Senado, avanzó en un plenario de las comisiones de Agricultura y Ganadería y de Presupuesto y Hacienda, y será tratada en la sesión prevista para este miércoles. Juntos por el Cambio y el santafesino Luis Contigiani adhirieron al dictamen, con disidencias.
El monto asignado a la promoción de la actividad y el mecanismo de distribución entre las provincias fueron los dos puntos más cuestionados, aunque la oposición puso por encima la necesidad de contar con una norma, ya que la que estaba vigente caducó hace exactamente tres meses.
“Siempre se puede hacer algo mejor y corregir cosas, pero es el momento de avanzar con esta ley porque estamos en tiempo de descuento, ya que la actual ley venció hace 90 días”, afirmó José Ruiz Aragón, presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería.
El proyecto modifica la Ley 25.422, que data de 2001, y extiende el régimen por otros diez años, con algunas modificaciones. Una de las principales es la actualización del monto: en 2011, con la última renovación, se llevó de 20 a 80 millones de pesos, y ahora se aumentará a 850 millones.
“Pasar de 80 a 850 millones como mínimo, en las condiciones en las que está el país, nos parece un monto más que satisfactorio, sabiendo que después podemos insistir en un nuevo proyecto para actualizar esa cifra”, destacó Luis Di Giácomo (Juntos Somos Río Negro), uno de los diputados que trabajó el tema.
Di Giácomo consideró que “esta ley, que ha sufrido los vaivenes económicos, merece ser votada por unanimidad”, y agregó que “no es casual que sea ‘muy patagónica’, porque en la Patagonia en muchas regiones es una ‘monoproducción’”.
La afirmación fue en respuesta al diputado Pablo Torello (Pro), quien consideró que la ley es “demasiado patagónica” y que “el monto es escaso”. “Las leyes que promueven actividades productivas siempre son buenas. Nos hubiera gustado trabajarla un poco más, pero lamentablemente estamos sin tiempo”, reconoció.
En el mismo sentido, Contigiani sostuvo que “tener una Ley Ovina es un valor que está por encima de las diferencias” pero aun así criticó el mecanismo de reparto de los fondos, para el cual se considerará “prioritariamente” la cantidad de cabezas de ganado ovino registradas oficialmente, en supuesto detrimento de pequeños productores.
El santafesino opinó que la ley “condena” a la ganadería ovina “a ser una economía cada vez más regional” cuando en realidad “está para mucho más”. Por otra parte, cuestionó que no se haya incluido un índice para la actualización automática del fondo.
El radical Atilio Benedetti le puso números a ese planteo: sostuvo que “con una inflación del 40% anual, este fondo en dos años va a estar valiendo la mitad, y en cinco años, un 20%”.
Sin embargo, Carlos Heller, presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, sostuvo que “Argentina necesita salir de la indexación”. “Si a cada cosa le ponemos un índice, eso no ayuda”, dijo. Además, aclaró que el monto será “no menor” a 850 millones de pesos, lo cual “supone que el Poder Ejecutivo cada año en el Presupuesto tendrá que decidir cuál es el aporte”.
En tanto, la fueguina Rosana Bertone (Frente de Todos) explicó que se busca “aumentar ingresos netos y valor agregado, desarrollar recursos humanos, proteger la ruralidad, aumentar la facturación global del sector, mejorar los recursos naturales involucrados, mejorar la calidad de todos los procesos y aumentar el stock ovino nacional”.
Con la futura ley, las provincias productoras tendrán participación en una comisión técnica que asesorará al Ministerio de Agricultura y Ganadería en la aplicación.
Además de subsidios a proyectos productivos, se financiará el Programa para el Mejoramiento de la Calidad de la Lana (Prolana) y el de Consumo de Carne Ovina.
Según explicó Di Giácomo, el tema se trabajó de forma mancomunada entre los ministros de Producción de la Patagonia y, tras varias reuniones, se confluyó en una labor conjunta con el Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación. Finalmente, a fines de abril se logró un proyecto unificado, muy similar al que el Senado aprobó el 20 de mayo.