“Justo ahora estamos entrando en la parte final del ciclo del ajo, es una etapa clave en el cultivo porque empieza toda la etapa de llenado. El calibre y el peso del bulbo, serán lo que finalmente darán el valor del rendimiento, que en definitiva es el objetivo final del productor: la ganancia”, explica Claudia Mamani Moreno, en una charla con Los Andes.
La Ingeniera Agrónoma y Doctora en Ciencias Biológicas, es además, líder de desarrollo de productos fisiológicos, nutricionales y biológicos para frutales, viñedos y vegetales de Argentina, en Stoller (empresa especialista en fisiología vegetal), y tiene más de 15 años de experiencia en el cultivo del ajo. Con todo ese conocimiento, es que nos cuenta los beneficios de “fertilizar”, hacia el final del ciclo.
¿Qué importancia tiene, en esta etapa fertilizar las plantaciones de ajo?
Estamos entrando en la etapa final, algunas variedades más tempranas iniciaron con septiembre, pero las tardías, deben empezar ahora para aumentar el rendimiento.
Lo que nosotros proponemos como estrategia es combinar “sugar mover” y “harvest more 5-5-45″ (de 60 a 30 días pre-cosecha), para potenciar todo el proceso que naturalmente va a hacer la planta, que se denomina llenado del bulbo.
Realizamos ensayos en la zona de Mendoza, en el Valle de Ucho y la Zona Sur, así como en San Juan, y una de las estrategias que se probaron fue aplicarlos en este momento del ciclo, y en todos los casos vimos diferencias significativas con respecto al caso testigo; vimos aumento de rendimiento y calibre con resultados muy contundentes.
El ajo en este sentido es muy sensible, y más en esta temporada, lo que resulta muy alentador comercialmente. Cuando existe la oportunidad de exportar, es importante contar con la seguridad de que va a tener un ajo comercialmente importante, y con un rendimiento que genere alta rentabilidad.
Este tratamiento, apunta a maximizar el rendimiento natural y, para el inversor, saltar de una categoría a otra de mayor precio.
¿Cuánto aumenta el rendimiento un tratamiento como el propuesto? ¿Es muy costoso?
En general, estamos hablando de entre un 15% y un 20% de aumento de rendimiento. Los ensayos que solo contemplaron usar el combinado hacia el fin del ciclo mostraron incluso rendimientos mayores, dependiendo de las estructuras de la planta.
En las categorías ya muy altas (ajos de gran calibre), los aumentos estuvieron en el orden del 8%. En todos los casos, el tratamiento se termina pagando por la diferencia misma que genera en los cultivos haberlo aplicado, y para el inversor se producen retornos muy beneficiosos. Todo se traduce en beneficios mayores al momento de vender.
No es un tratamiento costoso, y sobre todo, hay que ver el diferencial: el precio de venta puede ser de entre cuatro y doce veces mayor al que originalmente se hubiera obtenido. En la relación entre inversión y ganancias, las últimas superan ampliamente a la primera.
¿Qué paso sigue para los meses siguientes?
Hacia la etapa final del cultivo, se recomienda mantener la planta activa por más tiempo, con Bio-Forge (un complejo nutricional formulado especial para estimular el crecimiento y desarrollo de cultivos sometidos a condiciones de estrés). Los productores que no hacen una cosecha temprana, y que priorizan obtener calidad para exportación, buscan que la planta esté activa por más tiempo, y para ello se promueve la tolerancia al estrés hídrico, y a las condiciones climáticas adversas.
Entre noviembre y diciembre se dice que la planta ‘se entrega’, esto quiere decir que la planta termina su ciclo y naturalmente va a entrar “senescencia”, y lo que va a hacer Bio-Forge será paliar el proceso natural de la planta, alargar el ciclo activo para darle más tiempo al bulbo de llenarse de todos los fotoasimilados que tiene la parte vegetativa. Esa extensión de tiempo que logra este producto, colabora con el aumento de calibre y rendimiento.
-Para obtener un producto de exportación óptimo, se habla de que es importante tener en cuenta todos los pasos, desde el enraizado, ¿cómo se trabaja ese aspecto?
Hoy hacemos énfasis en la etapa de llenado, pero en general proponemos un programa que empieza desde el momento de la semilla, y que propone construir el rendimiento a medida de que va avanzando el ciclo.
Se inicia en febrero y marzo (Stimulate + Stoller Zinc), y luego promovemos el periodo vegetativo con Mastermis Plus y Stimulate, para lograr que hay una mejor estructura de la planta, y mayor actividad en fotoasimilados. Todo esto va a preparar a la planta para el momento fenológico que es el llenado.
El último tratamiento que se realiza es para promover el crecimiento de las raíces busca que la planta absorba en cada momento, mejores condiciones. Son diferentes pasos para que todo lo que se fue construyendo a lo largo de los meses se traduzca e un mayor calibre, y en mejor rendimiento.
Claudia Mamani Moreno
Es ingeniera agrónoma, recibida en la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo, posee un doctorado en Ciencias Biológicas. Hace más de 15 años que se dedica al estudio de la investigación aplicada; realizó su tesis de doctorado sobre el cultivo del ajo; y hoy es coordinadora técnica de la Regional Cuyo en Stoller, en donde se dedican al desarrollo e innovación de producto y puesta a punto en el campo.