Ciruela Industria: la transformación del sector

El autor, ingeniero agrónomo y presidente de la Asociación para la Innovación Agrícola, describe los avances en este cultivo y la necesidad de un cambio cultural.

Ciruela Industria: la transformación del sector
Mendoza concentra la producción de ciruela con destino a industria.

Según el ultimo censo del Instituto de Desarrollo Rural (IDR), existen en Mendoza 10.589 hectáreas con ciruela de industria, el 84 % se encuentra en el oasis Sur. En los últimos 5 años el rendimiento promedio no superó las 6 toneladas por hectárea. Solo el 19 % realiza lucha activa contra heladas, el 15 % tiene protección contra el granizo y el 15 % tiene riego tecnificado.

La ciruela deshidratada se comercializa mayormente en el exterior, el mercado es el mundo. Frente a la demanda sostenida y creciente de este producto, la oferta se encuentra acotada; sólo en algunos países se produce ciruelo europeo.

El mercado exige fruta de calidad, con estándares internacionales e inocuidad alimenticia. Mendoza, por sus condiciones climáticas y agroecológicas, produce fruta de excelente calidad, al nivel de las demandas más exigentes en el mundo.

Existe suficiente capacidad industrial en Mendoza para procesar la producción y, en caso de ser necesario, se puede ampliar escalando la infraestructura existente, ya que los hornos son modulares.

Frente a las condiciones de cambio climático, se profundizan las crisis hídricas y la escasez de agua; es necesario contar con sistemas de riego presurizados para hacer muy eficiente el recurso. Desde hace mucho tiempo hay sistemas de riego y sistemas de control de humedad de suelo en la región, aptos para controlar la aplicación.

En la región de cultivo del ciruelo europeo, existen dos eventos agro meteorológicos que pueden comprometer la productividad: las heladas y el granizo. Se dispone de sistemas y tecnologías de protección para ambos eventos climáticos, con eficacia probada aquí y en el extranjero.

En todas las actividades agrícolas, la mano de obra es un factor de producción cada vez más escaso, y en la ciruela se necesitaba gran cantidad de mano de obra para la cosecha. Se han desarrollado alternativas de mecanización, con empresas locales, y también prestadoras de servicios para pequeños productores.

En las plantaciones tradicionales, la baja densidad de plantas por hectárea lleva a una lenta entrada en producción de los montes. Las nuevas tecnologías de implantación resuelven este problema. Estos cultivos son totalmente mecanizables.

Para todas estas inversiones en tecnología existen líneas de financiación con condiciones muy accesibles para productores e industriales.

Nutrición y productividad

La nutrición es la principal causa de la baja productividad; la falta de una nutrición completa durante todo el ciclo y varios ciclos consecutivos, induce a cinco fenómenos esenciales:

  • La falta de flores
  • La falta de cuaje
  • La purga excesiva (perdida de frutos post cuaje)
  • La falta de peso y tamaño de los frutos a cosecha
  • La falta de acumulación de reservas para el próximo ciclo

Todo esto lleva a muy bajas producciones y alternancia (“Vecería”). Hay tecnologías de manejo nutricional probadas aquí y en el exterior, que permiten al menos duplicar los rendimientos actuales. Ya un grupo de productores aplicaron este Programa de Gestión Técnica y en dos ciclos duplicaron y triplicaron sus producciones.

En cuanto a la productividad, en Mendoza, los niveles de productividad son muy bajos, lo que, sumado a la alternancia de producción, hace que las explotaciones no sean rentables, y se encuentren en estado de desaparición. Los rendimientos por hectárea y la calidad de fruta producida (calibre) no compensan los gastos operativos, con lo que los cultivos son inviables económicamente.

La capacidad de innovación y cambio

En el sector agroindustrial, desde hace bastante tiempo se suceden profundas transformaciones en las tecnologías de cultivo, cambios en la mecanización, tecnología de riego, fertirrigación, nutrición, nuevos productos, manejo de hormonas y bioestimulantes, monitoreos a distancia, automatismos, internet de las cosas, robotización, etc.

Esos cambios no han sido comprendidos ni asimilados por la mayoría de los productores y técnicos locales. Las técnicas de cultivo son las mismas que hace 40 o 50 años, con resultados similares.

En el sur de la provincia es donde hay mayor producción de ciruela para deshidratar.
En el sur de la provincia es donde hay mayor producción de ciruela para deshidratar.

No está internalizado el concepto de innovación y cambio, existe una férrea resistencia a incorporar nuevas tecnologías de cultivo, a cambiar técnicas de riego y nutrición, a “gastar” en nutrición para hacer reservas o cuando las producciones son bajas.

También existe una gran resistencia a invertir en nuevas tecnologías, a tomar riesgo con líneas de crédito para solventar la inversión. Los productores prefieren tomar un riesgo infinitamente mayor con el clima, aceptando con resignación sus consecuencias.

No se aceptan los cambios tecnológicos generados en otros lugares, prevalece la mirada cerrada que “eso aquí no funciona”, aduciendo razones localistas que nada tienen que ver con las nuevas tecnologías a aplicar.

El concepto del origen de las dificultades y limitaciones es Exógeno; el Estado, la inflación, las cargas laborales, los impuestos, la industria, el clima, la falta de agua, etc. etc.

Los productores adolecen de una mirada Endógena, la solución de los problemas está en sus manos, dentro de la propiedad, con su iniciativa y la maximización del uso de sus recursos para cambiar su situación actual de decadencia progresiva.

El Estado está ausente en este tema, no se realiza experimentación adaptativa, capacitaciones, parcelas demostrativas, difusión de nuevas tecnologías, viajes de conocimiento a otros países, ni actividades tendientes a cambiar el estado de cosas.

Conclusiones

La mayoría de los problemas del negocio agroindustrial de la ciruela están resueltos en Mendoza. Sólo queda el más importante, el Factor Cultural. Si se logra cambiar y modificar, el sector tendrá un futuro promisorio. Si no, le espera el ocaso y la desaparición como otros sectores de la otrora importante fruticultura mendocina.

La verdadera transformación del sector se dará en la fase agrícola de la cadena, eso se tratará en el primer Foro Nacional de la Ciruela Industria, que se realizará el 20 de abril en el Hotel Fuente Mayor, Tunuyán, Mendoza.

Especialistas del exterior mostrarán el camino para resolver los problemas técnicos del cultivo de la ciruela. Quedará para los productores y técnicos el desafío de lograrlo.

Dos encuentros sobre durazno y ciruela

En Mendoza, dos cultivos de gran importancia son el durazno y la ciruela con destino a industria. En ese sentido, la Asociación para la Innovación Agrícola (AIA) y el programa Innova Fruit organizan para el 19 y el 20 de abril dos encuentros sobre fruticultura, ambos en el Hotel Fuente Mayor, en Tunuyán.

El primero es el 2° Foro Nacional del Durazno de Industria, bajo el lema “Cambios y oportunidades”. El objetivo es reunir a los actores del sector para analizar el presente y futuro, en el ámbito agrícola, industrial y comercial. El evento se realizará el día 19 y cuenta con el apoyo del CEDI (Centro de Estudios Durazno de Industria).

El segundo evento, el 20 de abril, es el 1° Foro Nacional de la Ciruela de Industria, con foco en “La transformación del sector”. Aquí se analizará la situación nacional e internacional, así como distintas variables en la agricultura, la industrialización, el comercio y el consumo. Para más información se puede consultar en https://www.instagram.com/foronacionaldelaciruela/.

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