“Para el tiempo de cosecha, que lindo se pone el pago”, es una frase que la vitivinicultura bien podría prestar al sector de la cereza mendocina, que ya comenzó la cosecha entre frutas brillantes de color rojo. El brillo en los ojos del paisano no es solo por la cantidad y la calidad que se espera, sino porque como varios locales tienen una fruta primicia se puede obtener mejores precios, aunque todavía queda resguardarse del clima.
“Después de una helada en septiembre teníamos miedo de qué podría pasar, pero vino una floración linda, hubo un buen cuaje. Algunas heladas hicieron un efecto de raleo, creemos que puede haber un 20% menos de la producción total, pero será una mejor cosecha que la del año pasado, que fue catastrófica por las heladas”, comentó Diego Aguilar, presidente de la Cámara de Cerezas de Mendoza.
Para que este año se mantenga el buen panorama, Aguilar recordó que en noviembre los productores deben cuidar las cerezas de las lluvias abundantes, por ejemplo, invirtiendo en cobertores. De esa forma, se podría cuidar el 80% de la carga estimada para este año y concluir con buenos volúmenes de calidad.
En general, la cosecha de la cereza en Mendoza se da en distintas semanas según la zona, siendo la primera de ellas en el Oasis Norte. Dos semanas después suele iniciar en el Valle de Uco y en el sur provincial. En estos días se ofrecen las primeras cerezas a un mayor costo por ser fruta primicia, pero luego mientras avance la cosecha los precios serán más accesibles.
Así lo explicó Juan Martínez, productor mediano de cereza y tesorero de la Unión Frutihortícola Argentina (UFHA). En su visión, la heladas han afectado a distintos cultivos, pero coincidió en que parece que esta será una mejor cosecha que en 2021, cuando por las heladas se cosecharon 4.100 toneladas, un 14 % menos que en 2020.
“Hablo con otros colegas y están contentos porque parece que será una mejor temporada que el año pasado. Veremos cómo se traduce en el mercado interno, porque hay poca plata en el bolsillo. La gente ha tenido que comprar un kilo de cebolla a 400-300 pesos, ha gastado todo en cosas básicas y no sé qué lugar le tocará a la cereza”, analizó el tesorero de UFHA.
Más allá del clima, otra dificultad muy mencionada por los productores son las plagas de catas, que se comen la yema, la flor y el fruto, por ser uno de los primeros frutales. Martínez recordó que, luego del damasco, esta es la primera fruta que se cosecha en la temporada 2022-2023, y que todavía no logra darse una solución a esta problemática.
Póngale por los cerezos
Una empresa local que comenzó su cosecha es Güizzo Frutas Frescas SA, dedicada a producción, empaque y comercialización con 45 ha en los oasis Norte y Valle de Uco. “El viernes pasado (21/10) empezamos la cosecha, Mendoza es la primera o segunda en comenzar su cosecha en Latinoamérica, es una ventaja competitiva tremenda”, señaló su gerente comercial, Fernando Güizzo Giudice.
Esa cosecha de primicia de Güizzo Frutos se da en su finca en Luján de Cuyo, a partir de la semana 42, antes que otras zonas productoras como Alto Valle, Río Negro. La idea es seguir creciendo en el oasis norte de Mendoza y también están con ensayos en el noroeste argentino. En cuanto a la producción del Valle de Uco, la proyección de cosecha no es tan alta como la del oasis norte, pero habrá que esperar un poco porque no es fruta de primicia.
“Venimos con una buena cosecha, aunque en los últimos años también tuvimos buenos números porque invertimos en herramientas para defendernos contra helada, lluvia y granizo. Eso nos permitió tener una sustentabilidad”, apuntó el gerente comercial. El tema no es menor, porque las inclemencias del clima en este cultivo sensible ha sido la razón de que muchos productores dejaran la actividad.
Otro caso es el de Fragapane Hermanos, productores y exportadores de cereza con fincas propias y producción de terceros. Esta última semana empezaron la cosecha de una cereza primicia para el mercado interno (la variedad no llega a aguantar el viaje a mercados externos) y la semana que viene iniciarán la cosecha para exportación.
Damián Garro, gerente comercial de Fragapane Hermanos, comentó que en principio se esperaba mucho volumen con calibres bajos, pero que después de las heladas notaron cargas moderadas con frutos de mayor dimensión (más codiciadas en el mercado externo). “Vemos volúmenes de fruta normal, con buenos tamaños de fruta. Son cargas con buenos calibres, así que, si todo marcha bien, será un buen año para exportar”, analizó.
En cuanto a la comercialización, Garro analizó que vender al mercado interno es rentable en las primeras semanas, cuando hay poca cereza y la fruta primicia tiene un mayor valor, pero que a partir del 15 de noviembre deja de ser rentable (justamente, porque al haber mayor volumen bajan los precios). “Acá te sirve exportar o vender a industria, pero para el mercado interno general no te dan los costos”, opinó el gerente comercial de Fragapane Hermanos.
Hay que actualizarse
Varios referentes del sector coinciden en que, para que el negocio funcione, es vital invertir en nuevas variedades y en protección contra las inclemencias climáticas. Es un costo elevado, pero es un cultivo más riesgoso que otros y son mayores las chances de perder la producción en muy poco tiempo.
“Quien quiera reconventirse o entrar en la cereza, hoy tiene que hacerlo con un paquete tecnológico. Esto es ciencia, tenés todo un paquete tecnológico que permite que, en vez de tener que rezarle a todos los santos, se pueda defender el cultivo de la helada, las lluvias y el granizo”, señaló Fernando Güizzo, para quien si no se invierte en protección, no tiene sentido el negocio.
Con más de 40 años en el sector, el gerente comercial de Güizzo Frutas Frescas recordó que Mendoza tuvo una producción de cerezas mucho mayor (pasó de 1.200 ha a 700 ha), pero las variedades y los gustos fueron evolucionando, mientras que muchos productores no se reconvirtieron. “Hoy no podés improvisar en la fruticultura, y Mendoza necesita más tecnología para desarrollarse como zona productora”, afirmó Güizzo.
Damián Garro observó que los productores que están en el negocio de la exportación siguen invirtiendo en sus cultivos, mientras que se pierden zonas productivas por falta de calidad. “Hay productores que no hicieron cambios y cada vez salen más del mercado”, afirmó el gerente comercial de Fragapane Hermanos.
Según un cálculo propio, para Garro la producción de los montes que se arrancan es reemplazada por nuevos cultivos de cereza con mayor rendimiento por hectárea, e incluso desde su empresa les han dado insumos a productores terceros para mejorar o reemplazar su producción. “Nosotros vemos que el sector crece, pero hay fruta de mala calidad que nunca estará en exportación”, reflexionó.
Diego Aguilar coincidió en que se están dando inversiones con mayores rendimientos, de modo que el sector quizás hoy no tiene un gran crecimiento en hectáreas, pero sí mejora en la productividad. Hace diez años, el promedio mendocino de rendimiento en cerezas era de 5.000 kg/ha, mientras que hoy es de 7.500 kg/ha (con fincas que llegan a 9.000 kg/ha).
El presidente de la Cámara de Cerezas de Mendoza ejemplificó que antes se utilizaban variedades como Bing, dulce pero con baja productividad, mientras que ahora ha ganado terreno la variedad Lapins o la Santina. Las variedades y la inversión en protección contra el clima son dos puntos claves para quien quiera hacer negocios en el sector.
Avanza el fondo de la cereza
Desde hace tiempo, se viene trabajando en la creación del Fondo de Integración y Desarrollo de la Cereza (FIDEC), solventado con el aporte de US$ 0,13 por kilogramo empacado y con el fin de promover la producción e implementación de cerezas, con más tecnología e innovación. El Gobierno de Mendoza acompaña la iniciativa, que tomó forma de proyecto de ley y se aprobó en 2021.
“Entre sus objetivos tiene la incorporación de tecnología e innovación en el cultivo de la cereza, procurando la obtención de mejores rendimientos y calidad”, comentó Alejandro Zlotolow, subsecretario de Industria y Comercio. El funcionario agregó que se promueve “la especialización y la competitividad como herramienta de comercialización y promocionar, a su vez, el consumo de esta esta fruta en nuestra provincia, el país y el mundo”.
Como presidente de la Cámara de Cerezas de Mendoza, Diego Aguilar comentó que el FIDEC avanza en su conformación, ya que se hará un consejo consultivo con representantes de empresas privadas, Instituto de Desarrollo Rural, Iscamen y Ministerio de Economía de Mendoza. “Ya están las propuestas de quienes serían consejeros, pero se espera a terminar la temporada para poder avanzar en la conformación oficial del consejo”, explicó Aguilar.
Por su parte, Zlotolow afirmó que trabajan en promover la venta de cereza en fresco al exterior, hablando con entes gubernamentales de los países consumidores para mejorar las condiciones de acceso a los mercados. “El trabajo que se ha venido llevando a cabo es muy interesante. Para ingresar nuestro producto al mercado chino, se contó con el aporte de ProMendoza”, explicó subsecretario de Industria y Comercio.