La Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada analizó, en un artículo técnico y con el antecedente del anterior cepo a las exportaciones de carne, cómo el precio interno creció, en un primer momento, menos que los salarios pero, cuando el ciclo ganadero se revirtió, se ubicó, en términos reales (restando el efecto de la inflación), muy por encima del valor de inicio. Esto los lleva a concluir que es de esperarse que la leve baja actual se vea seguida de una fuerte suba más adelante.
Según el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna, durante el mes de agosto el promedio del precio de la carne fue de $703,17. Ese valor es 1,4% más bajo que el de julio y 77,7% más que el de julio de 2020. Desde Coninagro resaltan que el precio de la carne puede bajar inicialmente si se produce una sobreoferta artificial por el cierre parcial de las exportaciones, pero que ese fenómeno es “cortoplacista, insostenible en el tiempo y perjudicial en el mediano plazo”.
Para ello, toman como referencia lo que sucedió en 2006: cuando se restringieron las exportaciones de carne, el precio bajó al inicio y luego subió fuertemente. Hasta 2011, el kilo de novillo (según Ipcva) aumentó 240%, mientras que la inflación oficial acumulada entre 2006 y 2011 -aunque se cuestionó que Indec medía a la baja- fue de 68,54%. Aun considerando la suba de precios medida por lo que entonces se llamó “Índice IPC-Congreso” (los datos que el Congreso Nacional tomaba de mediciones privadas), el incremento acumulado entre 2006 y 2011 fue de 160,79%.
Es decir, que el precio al público de la carne aumentó más que ese índice extraoficial no reconocido por el Indec. Por ende, plantean desde la entidad cooperativa, la prohibición puede hacer bajar el precio inmediatamente, pero lo hará subir luego por encima de lo que hubiese sido el movimiento natural.
Precios por punto de venta
En agosto, el precio de la carne vacuna tuvo una caída de 2,8% con respecto a julio en los puntos de venta que atienden en barrios de nivel socioeconómico alto. En cambio, en los de nivel socioeconómico medio, los valores también mostraron caídas, aunque más leves, del 1,1%. Y en aquellos que atienden a poblaciones vulnerables, los precios cayeron sólo un 1%.
Con relación al mes anterior, la carne de novillito mostró caídas leves, del 0,7%; la carne de novillo presentó caídas moderadas, del 2,4%; y la de vaquillonas y terneras exhibió valores con una moderada tendencia a la baja, de 1,9%, con respecto a julio.
Más precio por baja producción
Coninagro detalla que, cuando se prohíbe exportar, la oferta se dirige al mercado doméstico y hace bajar el precio. Pero eso desalienta la producción y, en el mediano plazo, se reduce la oferta y sube el precio nuevamente, incluso más aún. Y subrayan que no se trata de una predicción, sino del análisis de lo que sucedió con la prohibición de 2006. Entre ese año y 2010 las ventas al exterior de carne vacuna se redujeron 65%, el país pasó de tener una participación de 8,9% a una de 5% en el mercado global y se perdió de exportar unos US$1.500 millones anuales.
La producción, consecuentemente, se redujo a unos 20 kilos per cápita al año. Además, se perdieron unos 6.000 puestos de trabajo formales en el sector frigorífico. Si bien el consumo interno subió al principio, por la baja de la producción surgida de los desincentivos perdió 5 kilos per cápita anuales (se pasó de 62 a 57 kilos). A su vez, el rodeo ganadero se redujo en 10 millones de cabezas.