En suplemento Fincas del sábado 26-10-24 se publica una interesante nota sobre el cultivo, actual, de la alfalfa en nuestra provincia y sus buenas perspectivas.
Quiero aportar algunas referencias que muestran que Mendoza y la alfalfa tienen una larga relación. En el s. XIX hasta la llegada del ferrocarril (1885) la actividad económica más importante era el engorden de ganado vacuno que se exportaba en pie a Chile. Para ello era fundamental el cultivo de forrajes, especialmente alfalfa. Había potreros de esta forrajera en Santa Rosa, Rivadavia, San Martín, en el tránsito del ganado desde San Luis y Córdoba y cultivos muy importantes en el Valle de Uco y Luján.
Ya con el desarrollo de la viticultura, luego del ferrocarril, muchas de esas tierras estaban en óptimas condiciones para implantar viñedos. Pero se siguió necesitando de alfalfa para alimentar el ganado caballar y mular indispensable para las tareas agrícolas de la vid, como los carros que transportaban las uvas a las bodegas y las bordelesas a las estaciones del ferrocarril. No pocos de los grandes establecimientos vitícolas tenían cultivos de alfalfa para mantener sus caballos y mulas.
La incorporación del tractor disminuyo la necesidad de forrajes, pero se siguió cultivando para alimentar el ganado de diversas especies.
Permítaseme dos referencias personales sobre el tema. Por la década del ´40 del s. pasado, mi abuela materna, viuda con unos cuantos hijos, tenía un tambo en Alto Verde. Arrendaban un campo de una 100 has. en el que cultivaban forrajes para las vacas, especialmente alfalfa. Que mis tíos cortaban y emparvaban, para ello, recuerdo, tenían una segadora norteamericana tirada por dos vigorosos caballos. Siendo niño he tenido el enorme placer de caminar en esos bellos potreros de alfalfa, sintiendo su perfume y gozando de sus flores azules.
En definitiva, por distintas razones se ha seguido cultivando la alfalfa en el Sur, el Norte y Este de Mendoza. Tengo un familiar que hace más de 30 años dedica parte del año a cortar en enfardar alfalfa, en el Este.
En los últimos años apareció una importante demanda de la forrajera en los países árabes para alimentar el ganado lechero. Ha habido cambios tecnológicos, como el rollo que aparece en la bella bella foto de la tapa de Fincas, el fardo compactado producido en fábricas. El cultivo, desplazado en parte de la zona pampeana por los granos, se ha extendido a provincias como San Luis, Santiago del Estero (donde según los técnicos se produce la mejor alfalfa del país) y la isla de Choele-Choel en Río Negro.
El INTA Manfredi de Córdoba ha producido variedades que requieren menos agua facilitando el cultivo.