Finalmente el VAR se quedó con la ganas de debutar en Mendoza, ya que el árbitro del partido, el colombiano Wilmar Roldán, no acudió a la ayuda de los árbitros que estaban frente a los monitores.
La única jugada que mereció ser verificada fue el penal de Gustavo Gómez sobre el Morro García, pero Roldán se apoyó en su juez de línea y cobró la pena máxima a favor del Tomba.
Luego no hubo mayores jugadas para ser revisadas y por eso el partido terminó sin polémicas y protestas.