Finalmente clausuraron granja Brugnoli

Con el apoyo de la Justicia y la fuerza pública, que allanó las instalaciones, la comuna dio cumplimiento al decreto de clausura de la avícola de Luzuriaga, medida que estaba pendiente desde agosto. Iniciaron el traslado de 100.000 gallinas a granja de Co

Finalmente clausuraron granja Brugnoli
Finalmente clausuraron granja Brugnoli

Con un despliegue que incluyó diez móviles policiales, una decena de empleados municipales, personal del Senasa y funcionarios, se concretó ayer el allanamiento judicial de la avícola Brugnoli.

El procedimiento intenta poner fin al conflicto que mantienen desde hace varios años los responsables de la granja y la Municipalidad de Maipú por las constantes quejas de los vecinos en torno a la proliferación de moscas.

En agosto pasado se cumplió el plazo estipulado por la comuna para que la empresa desocupara el predio y trasladara las más de 100.000 gallinas ponedoras que allí se alojan.

Pero como no obtuvieron respuesta los responsables legales del municipio solicitaron una orden de allanamiento que otorgó el juez de Garantías, Aníbal Crivelli.

"La municipalidad de Maipú está intentado hacer cumplir el decreto municipal 764/14 que pide la clausura de la empresa y la emplaza a la desocupación de las naves con gallinas ya que son el elemento que contamina el ambiente y la salud de toda la población", comenzó a explicar Gabriela Nento, asesora Legal y Técnica de la comuna a la vez que aclaró que tenían hasta agosto para cumplir la medida.

"Esa fecha se venció y han tenido varios meses para acatar lo dispuesto, pero no lo han hecho ni han mostrado ninguna voluntad de hacerlo, por eso hemos recurrido a la Justicia para que nos auxilie", prosiguió.

Cerca de las 14, la policía ingresó al establecimiento luego de romper el portón principal. En un primer momento los dueños intentaron dificultar la entrada de los efectivos colocando un auto y un camión en el frente, pero luego lo despejaron.

El objetivo del proceso fue trasladar las gallinas que allí se encontraban: "El traslado tiene dos etapas: primero se las lleva a un gallinero en Coquimbito alquilado por la municipalidad y luego a la faena definitiva en el caso que lo disponga el Senasa", detalló el intendente, Alejandro Bermejo.

Ayer comenzó el traslado y continuará durante una semana. El cacique remarcó que desde hace 90 días la avícola no recibe las inspecciones de este organismo, ya que en setiembre, a través de un decreto, se le quitó la habilitación municipal.

El intendente señaló que fue necesaria la erradicación de la actividad en la zona por las molestias que generaba a los habitantes de las inmediaciones.

"Ésta es una avícola con más de 100.000 gallinas ponedoras y el crecimiento urbano ha sido de tal magnitud en los últimos 20 años que empezó a generar complicaciones ambientales a todos los vecinos, a través de distintos vectores y cantidades importantes de moscas", expuso. "Se trata de una granja que tenía habilitación desde la década del ‘70 cuando el distrito de Luzuriaga era sólo fincas", añadió.

Con respecto a los trabajadores de la firma, unas nueve personas que estaban en blanco, Bermejo afirmó que se los reubicará. "El municipio ha asumido la responsabilidad de resolver la problemática laboral y hasta hay empresas que se han ofrecido para contratar a algunos", indicó.


Sin acuerdos previos
Si bien en un momento se planteó la alternativa de trasladar los animales paulatinamente hacia un predio otorgado por la municipalidad, finalmente no se llegó a un acuerdo.

"Nosotros hemos ofrecido todas las alternativas para no llegar a esto, pero lamentablemente no hubo otra opción que acercarnos a la Justicia", aseguró Bermejo. Según comentó el titular de la comuna, en 2010 se les ofreció un predio de más de 40 hectáreas en el parque industrial del departamento.

"El municipio se hacía cargo del alquiler de distintas naves por dos años a través de un convenio pero nunca firmaron", precisó.

Por su parte, Sigfrido Brugnoli, fundador de la firma, desmintió tales ofrecimientos. "En 2001 se hizo un acta acuerdo para el traslado pero no la cumplieron desde el municipio.

El año pasado me hicieron ver varios terrenos y no pasó nada porque en enero me dijeron que no tenían plata, que no iban a hacer nada", manifestó el hombre visiblemente afectado por la situación. "Lo que querían era que me fuera, pero yo no tengo a dónde ya que ésta es una inversión muy grande y que tiene 50 años de trabajo", destacó.

Aunque Brugnoli reconoce la presencia de moscas en la zona afirma que en ese sitio ha criado a sus cuatro hijos y que ninguno se ha enfermado. "Acá hay intereses inmobiliarios muy fuertes. Cuando yo me instalé ésta era zona industrial y la pasaron a zona urbana de primera, rezonificaron pero sin tomar ninguna medida justa", se quejó. De hecho el empresario calificó como un "robo" el traslado de las gallinas.

"Ahora no nos queda otra que ir a la quiebra y desaparecer. Mis hijos y yo tendremos que buscar otro trabajo", expuso angustiado. También comercializaba sus productos en un galpón en San Juan que dependía exclusivamente de la producción de Mendoza, por lo que también deberá cerrarlo.

"La preocupación que tenemos en el rubro es que este hecho inédito en el país sienta precedente para que cualquier intendente, sacando la habilitación municipal, pueda adueñarse de cualquier empresa de animales. Es un tema que atañe a todos los criadores de animales y a la avicultura del país", subrayó.

Vecinos espectadores

El allanamiento se realizó ante la mirada atenta de varias decenas de vecinos de la zona que se acercaron a celebrar la medida. Según el municipio son en total unas 10.000 personas de Luzuriaga las afectadas por el problema ambiental, especialmente invasión de moscas en sus hogares.

"Están instalados ahí y no nos dejan progresar. No se pueden abrir las ventanas en invierno ni en verano porque se te llena la casa de moscas. En la noche se pegan en el techo, es un desastre", remarcó Martha Quiroga, vecina del barrio Antártida Argentina.

"Lo que queremos es que hoy (por ayer) se vayan. En la escuela se han enfermado muchos chicos, ya no soportamos más", agregó. Raúl Castro, presidente de la unión vecinal de esa misma barriada, también estuvo presente.

"El fundamento de la avícola para no irse es que ellos estaban desde antes, pero ese argumento puede ser totalmente desechado porque el problema principal es la contaminación ambiental que generan", apuntó a la vez que aseguró que la avícola los ha llevado a cambiar sus hábitos diarios.

En tanto, Fabián Jofré, titular de la unión vecinal del Portal de Cuyo manifestó: "Ha sido un proceso largo e insufrible, porque no se puede estar al aire libre", contó. "Estamos verdaderamente agradecidos porque la municipalidad ha oído nuestro reclamo y finalmente algo se ha logrado", cerró.

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