Este equipo tiene huevo, tiene huevo y corazón, este equipo tiene todo, todo para ser campeón". Retumbó el grito sagrado en el Polideportivo de San Rafael. Es que los pibes Sub 20 de Mendoza son finalistas y quedaron a un triunfo de colgarse la medalla de oro en el pecho. Y los pibes dirigidos por Pablo Stharinger tuvieron que trabajar y mucho para dar vuelta una historia que había arrancado muy complicada. Es que Río Grande tiene un equipo. Es un equipo compacto, pícaro y con una jerarquía admirable. Por esta razón, no extrañó que Mendoza jugara incómodo, sin poder imponer su juego y esto fue muy bien aprovechado por la visita, que a los cinco minutos de juego, perforó el arco mendocino con un tanto de Gabriel Ramírez. Mendoza sintió el golpe. No reaccionó y Río Grande se hizo amo y señor del juego. Con el correr de los minutos y el recambio por parte de los jugadores mendocinos, el partido se emparejó. Pero, cuando Mendoza estaba a tiro del empate, llegó el segundo tanto visitante a través de Valderas. Increíble. Pero, Mendoza no tiró la toalla y reaccionó de inmediato. Con más fuerza y actitud que juego, atropelló al equipo del Sur del país y descontó a través de Biondi. En el complemento, la Borravino llegó al empate a través de un tiro libre de Goldman. Palo por palo y suplementario. En el tiempo extra, un golazo de Franco Molina al ángulo le dio la victoria final a Mendoza por 3-2. San Rafael fue una fiesta.
El otro finalista: en el primer turno de la jornada se midieron Metropolitana vs. Ushuaia. El triunfo quedó para el conjunto Porteño por 2-0 y vuelve a demostrar el excelente momento que está viviendo el futsal en Capital Federal.
La selección sub 20, un grupo de amigos
El grupo estuvo muy unido pero había roles claramente delimitados. El Negro Moreno era el encargado del equipo de música, Lucho Stalloca lideraba la barra a la hora de cantar en los viajes hacia el estadio, Lío Jerovsek (se lesionó el primer día pero se quedó con el plantel) se autodenominó el jefe de la barra brava y era el encargado de armar las letras de las canciones y de las “apretadas” como el mismo dijo. El Hormiga Civelli, Saviolita Molina y Lautaro Biondi terminaron siendo los campeones del truco. El que menos hablaba fuera de la cancha fue Leonel Coleta y el que más dormía, mientras que los más revoltosos fueron Difonzo y Biondi.
Una racha. Los pivots (Juanma Moreno, Joaquín Goldman y Román Zúñiga) venían con la pólvora mojada, pero desde el cuarto partido se destaparon y en dos partidos hicieron doce goles (cuatro cada uno). Quiénes anduvieron derecho para el arco fueron los postes: Gallina, Vega y Molina.
Dos que cumplieron años. Juan Gallina, el martes y Pablo Stahringer, el viernes, festejaron sus cumpleaños durante el torneo y ambos lo hicieron con el cariño de todos.
Un cuerpo técnico de lujo para los juveniles
Pablo Stahringer, fiel a su estilo de no dejar detalles librados al azar, eligió como sus ayudantes a Pablo Longo y Emmanuel Palumbo, quiénes estuvieron en todos los detalles de lo que tenía que ver con los rivales, mientras que el entrenador de arqueros fue Juan De Lucia, hombre del Jockey y que el miércoles se estará yendo a jugar a Italia que tuvo el orgullo de que los arqueros Lautaro García e Ignacio González se quedaran con la valla menos vencida. En la preparación física y a cargo de toda la logística estuvo Fernando Barbero, un profesional con todas las letras y que fue fundamental para que se cumplieran los horarios y una buena convivencia. Quién también estuvo al servicio del plantel fue el presidente Héctor Ortíz, quién era el encargado de las compras y todo lo que necesitaban los chicos.
El trabajo profesional es un punto tan importante como el juego y allí Mendoza también marca diferencia. La Selección SUB 20 y una experiencia única.