Un Ribosqui semi lleno nos recibía en la cálida noche de jueves para presenciar la superfinal de la máxima categoría del futsal y nos deparaba una gran apertura de esta última instancia con dos equipos muy igualados. Por un lado, Jockey venía de apabullar a Talleres en el mismo estadio, por el otro, Cementista le ganó una serie reñida a Don Orione y soñaba con volver a gritar campeón.
El primer tiempo fue del Burrero. Los de Strugo se adueñaron de la pelota con claridad y en un minuto, Tetu Colombi puso en ventaja a los suyos con un tiro libre inteligente.
Malas noticias para el Poli que además se quedaba sin arquero por la lesión de Salazar en un encontronazo contra Gonza Pires. A la cancha Paolo Olivera y otro gol de los del barrio San Ignacio en los pies del "siete bravo". Pires desbordó por derecha picando la pelota sobre la pierna de su marca y en velocidad buscó la pared con Colombi, quién no fallo en la devolución para que el 7 aumente la ventaja.
Los del Leche Lucero no estaban finos pero dejaron varios destellos que reflejaban una reacción ante tal adversidad. Así fue como llegó el descuento Agustín Luquez, gran jugada colectiva del Poli, la movieron por toda la cancha y le terminó quedando al #17, que no falló. El cotejo se fue al descanso con un pelotazo de Koltes al techo del Ribosqui y los jugadores a tomarse un respiro.
En el complemento, los de Las Heras salieron enchufados. La frutilla del postre la puso Ariel Hernández, que con un desborde por el mismo sector que Pires en el primer tiempo, dejó solo en el segundo palo al mellizo Álvarez e igualó la contienda después de ir dos goles abajo.
Finalmente, el encuentro finalizó en tablas y quedó todo abierto para la vuelta.