la batalla fue dada en el macizo histórico. La historia contará que no hubo tregua. Los mástiles con las banderas contrincantes flamearon a primera hora del día. Las dianas sonaron fuerte en alta montaña.
El Cristo Redentor fue testigo de tamaña batalla que vio vencedor al colombiano Jefferson Cepeda (Coraje Carchense) escoltado por sus compatriotas Pablo Caicedo y Joel Fuertes, segundo y tercero respectivamente.
No hubo tregua. Nunca existió paz. Los ecuatorianos mostraron su poderío desde el inicio. En todo momento atosigaron el andar de Juan Pablo Dotti (SEP San Juan), Daniel Díaz (Municipalidad de Pocito), Daniel Zamora (Salta La Linda), Alejandro Durán (Municipalidad de Godoy Cruz), Miguel Nebot (Municipalidad de Guaymallén) y Josué Moyano (Municipalidad de Pocito).
Los líderes de carrera no la pasaron nada bien. La primera meta sprinter se disputó saliendo de la villa cabecera de Uspallata y el vencedor fue Leonardo Cobarruvia (Jachal Stylo Bike) seguido por Mario Montaño (Casa Poletto) y Pedro González (Polidos). La carrera tras esa incidencia ganó en emotividad porque a los poco kilómetros se desarrollaría la primera meta de montaña. El ascenso lo conquistó Cleber Cuasquer Pérez (Coraje Carchense) y más atrás arribaron Leonardo Rodríguez (Árbol Verde) y Juan Javier Melivillo (Municipalidad de Pocito).
Desde ese entonces los tres que bonificaron en la meta de montaña saltaron decididos a emprender el asalto el macizo andino pero de manera casi inmediata se acoplaron a esa aventura José Martín Reyes (Jachal Stylo Bike), Hugo Velásquez (Árbol Verde), Gerardo Tivani (Municipalidad de Pocito), Gonzalo Miranda (OGM/Chile), Guillermo Pozo del Hierro (Coraje Carchense) y Nicolás Antorena (Municipalidad de San Carlos), el único mendocino en la fuga.
Así permanecieron por una larga ruta en la punta de la carrera. En Horcones, lugar de la segunda meta de montaña, asomó la figura de Melivillo que atrapó las bonificaciones. Cuasquer Perez fue el segundo y Tivani el tercero.
Hasta ese momento el pelotón no mostraba nerviosismo pero sí lo sufrió cuando saltó el Lobito Gabriel Brizuela a buscar la última meta de montaña que conquistó ni bien salió del túnel de ingreso a Las Cuevas.
Luego fue el turno de las nubes, la tierra, el viento, la arenilla, el barro, la altura, el cansancio, las ansias, todo se conjugó para ponerle un manto dramático al final del ascenso al Cristo Redentor.
La escapada de Brizuela ilusionó a los mendocinos que querían ver triunfante al lasherino, pero la flota ecuatoriana movió sus fichas con Jefferson Cepeda que ya había ganado la etapa del Manzano Histórico e incluso portó la malla líder durante las tres primeras etapas.
Cepeda se fue solito y solo y Brizuela, cargado a más no poder, no se daba por vencido. Pablo Caicedo también capturó al mendocino y más tarde, otro ecuatoriano, Joel Fuertes completó el uno, dos, tres de la escuadra naranja.
El lobito, tres veces ganador de la Vuelta de Mendoza, vendió cara la derrota y terminó en el cuarto lugar, por delante de Juan Pablo Dotti, Daniel Díaz, Daniel Zamora y Miguel Nebot y seguramente lamentará y mucho la caída en el primer parcial cuando se mantenía en puestos de privilegio de aquel parcial.
La carrera quedó abierta. El dueto Dotti-Díaz dirimirá al nuevo monarca de la ronda mendocina. Si lo hace el salteño Díaz anotará por segunda vez, y de manera consecutiva, su nombre en el historial de la prueba. Si lo hace Dotti, será el primer hombre en conquistar cuatro coronas de la "Más Argentina de Las Vueltas".
