El brutal doble homicidio de los israelíes Pyrhia Saroussy (63) y Lily Pereg (54) en Mendoza tiene un único imputado y detenido: el hijo y sobrino de las víctimas, respectivamente. El oscuro, enigmático e inestable Gil Pereg (38).
Los defensores aportaron un nuevo informe psiquiátrico complementario realizado por el reconocido psiquiatra y médico legista porteño Mariano Castex, quien participó en la investigación por la muerte del fiscal Alberto Nisman y en el recordado crimen de Marcos Schenone a manos del empresario gastronómico Horacio Conzi.
El profesional se entrevistó con el israelí en su celda el pasado 21 de junio por más de una hora y media. La extensa transcripción del diálogo entre psiquiatra y detenido, que llegó a Los Andes tras una filtración, muestra afirmaciones alarmantes.
Pereg diferenció durante toda la charla el mundo de las "criaturas de dos patas" (los humanos) con un "mundo" en el que él se describe como un gato. "Decidí que yo no puedo vivir más en el mundo de las criaturas de dos patas. Estaba con la cabeza explotada", aseguró el israelí, que llegó a montar varias empresas en Mendoza y terminó rodeado de dinero pero viviendo como indigente.
Además, contradiciendo las afirmaciones de sus familiares de Israel, quienes sentenciaron que el imputado nunca estuvo en las fuerzas armadas de ese país, Gil contó una experiencia traumática en el ejército donde se le "quebró la cabeza", por lo que decidió "escapar" hacia la Argentina tras hablar con su madre.
"Yo estaba en el ejército de Israel y tenía muchos problemas de salud mental. Vi todas las cosas que hacen ahí las criaturas de dos patas. Todos los daños, toda la muerte", sotuvo el imputado por el doble crimen.
"Yo soy un gato. Soy un gato verdadero, pero gato convertido, y mis hijos son gatos que nacieron como gatos", repitió convencido durante toda la entrevista.
Balthus, un gato gigante de unos 500 años
Pereg también nombró al señor Balthus, un gato gigante gris de unos 500 años que lo acompaña todas las noches. Esta especie de ente demoníaco evita la luz de sol porque "le hace mal", según explicó. Fue crucial en su conversión como felino, en lo que se entiende como un delirio de transformación corporal elourantrópica, elaborada en forma progresiva -primero hablada y finalmente vivida-, con indemnidad en las funciones cognitivas pero actuando éstas en una realidad con alteración de identidad.
Balthus es el clímax del delirio de ser y vivir como gato. El nombre del ente oscuro que Pereg admira no es al azar: está asociado al francés Balthasar Klossowski (1908-2001). Rilke, amante de la madre del artista, estaba impresionado con el talento artístico del joven al que apodaban "Balthus", y lo ayudó a publicar su primer trabajo en 1921, cuando apenas tenía 13 años.
"Mitsou" incluía 40 dibujos de Balthus y un prefacio de Rilke. Las imágenes de estilo cómic representan la historia de un nene que pierde a su amado gato. Claramente, los temas giraban en torno a la fascinación con estos animales domésticos, atado a un sentimiento de pérdida o desaparición.
Balthus es el único que le ha contestado los reiterados maullidos que Pereg lanza. Pero ambos tienen enemigos: los Ghoulies, unos monstruos diminutos que caminan como "las criaturas de dos patas" y viven en los agujeros de los baños.
El nombre elegido por Pereg, que denota su vasta cultura -como dice Castex-, se refiere a personajes siniestros de unas películas de terror en clave humorística, estrenadas en las décadas del '80 y '90. En resumidas palabras, unos adoradores satánicos convocan a unas criaturas denominadas Ghoulies y éstas se encargan de las maldades a su paso.
"El círculo de la vida"
Pereg frecuentaba las instalaciones del cementerio de Guaymallén, ubicado exactamente frente a su perturbadora morada en Buena Nueva. Según vecinos, se aseaba seguidamente con el agua de la necropólis, pero su cotidiano tour estaba atravesado por otras fascinaciones.
"El cementerio para mí era el lugar más sano de todos. Ahí se completa el círculo. Las criaturas de dos patas están viviendo como todos. Todo el tiempo están 'choreando' la tierra, van a la tierra y le 'chorean' la tierra. ¡Le están sacando todo de la tierra! Todo lo que está en la tierra que está bueno, lo están sacando. Están plantando cosas y lo están sacando. Las otras criaturas, que no son dos patas, animales y todo eso, ¡ellos no pueden vivir!", explicó.
"Los muertos no pueden generar más daño. Están adentro de la tierra y no pueden generar más daño", reiteró.
Fantasías, megalomanía y Edipo
Según las conclusiones de Castex, Pereg padece parafrenia, caracterizada por la doble naturaleza de ser una actividad delirante, arcaica, paralógica, con una verdadera disrupción imaginativa y la integridad de los fondos mentales y la estructura de la personalidad.
Esto se evidencia en aspectos como el pensamiento paralógico, un pensamiento mágico donde la fantasía da rienda suelta a una fábula delirante que supera todas las categorías del entendimiento; la megalomanía, que se hace presente presente en forma de persecución y maltrato; y la fabulación sobre las alucinaciones (el ente sagrado Balthus).
El ciudadano israelí también atraviesa por "psicosis delirantes crónicas fantásticas", que entremezclan aspectos característicos de las esquizofrenias clásicas y de los delirios paranoicos de los autores alemanes, según evaluó Castex.
En el momento de ser entrevistado, el especialista no notó indicadores propios de mentira (como pueden ser los indicadores faciales o movimientos) aunque sí hipomanía, es decir, oraciones incompletas, frases repetitivas, pausas frecuentes y uso de muletillas.
También se evidencia la estrecha relación simbiótica que Pereg mantuvo con su progenitora, Pyrhia, con quien poseía un complejo de Edipo positivo: el odio o rivalidad hacia el progenitor del mismo sexo y atracción hacia el progenitor del sexo opuesto. Vale recordar que Pereg aseguró varias veces que quería tener un hijo con su madre.
Fragmentos textuales de la entrevista
Castex: ¿Por qué sos gato y no perro, o lobo?
Pereg: yo tenía afición a los gatos. Decidí que yo no puedo vivir más en el mundo de las criaturas de dos patas, no puedo vivir más en el mundo de las criaturas de dos patas )y ahí me quede. Yo tenía problemas, con la cabeza así explotada, explotada con ¡locuras! Que no sabía qué hacer ¡porque yo perdí mi vida! No sabía qué hacer conmigo, ¡no sabía qué hacer con mi cabeza! Yo vi todo el mal que hacen las criaturas de dos patas, ¡no podía aguantar eso! Quería morir, quería suicidar, ¡que no podía aguantar esa vida!
Castex: ... y con tus hermanos ¿no?
Pereg: No, no conozco a mis hermanos. No conocí a mis hermanos, no sé si tenía hermanos o si no tenía hermanos. No me intereso otra… solamente me interesó mi mamá, que yo la conozco a ella, que yo la conozco de nacimiento, ¡no conozco a nadie más!
No conozco a hermanos…, no conozco mi papá. No conozco a nadie. Estaba solo, y…así estaba de niño y de adolescente. Y después de eso yo me fui a la universidad, y en la universidad también estaba solo, ya no podía aguantar.
Castex: ¿Pensaste en suicidarte?
Pereg: ¡Todo el tiempo! Lo único que pienso es suicidarme, aparte de matarme solamente estoy pensando en suicidarme, porque la perdí a mi mamá, perdí a mis hijos, no sé dónde está mi mamá, no sé dónde están mis hijos.
Castex: O sea que sería que te diste cuenta de que eras gato de a poco o un buen día…
Pereg: El primer paso era que yo me di cuenta de que yo... imposible ser parte del mundo de ustedes, del mundo de las criaturas de dos patas. Y eso me pasó, cuando yo estaba en la universidad. Pero todavía no estaba gato en ese momento, en ese momento yo solamente estaba entendiendo, ¡yo no sabía qué hacer conmigo! No sabía qué hacer con mi vida.
Después que yo terminé la universidad, yo me fui al ejército. Me fui al ejército. Yo tenía ahí la quiebra total de mi cabeza, porque yo vi que hacen en el ejército… La muerte, ¡el feo! ¡las aguas! Todo, todo (sic) las cosas que hacen ¡y que van! ¡y que matan! ¡y que la sangre! ¡y no les importa! ¡y hacen guerras! Y que lo único que les importa es la guerra entre las criaturas de dos patas.
Me quebré la cabeza y llegué a una situación urgente, que ya no podía vivir más. En la universidad yo entendí que no puede ser parte del mundo de las criaturas de dos patas. Pero en el ejército ya me explotó.
Entonces tenía que salir, tenía que hablar con el psiquiatra e irme del ejército y explicar que ¡yo no puedo! Me liberaron del ejército, porque yo tenía que estar en el ejército seis años. Tenía 23 años en ese momento y vivía con mi madre.
Castex: ¿Te llevabas bien con ella?
Pereg: El único "garrón" que ella me estaba cuidando todo ese tiempo que yo estaba en la habitación encerrado y no "podía" salir de la habitación y estaba llorando. Mi mamá me cuido me cuido todo el tiempo ella cuido que yo no "pudiera" suicidar-
Castex: ¿Y cómo saliste de eso?
Pereg: Y ahí, yo estaba con la soga en la mano, ¡con la soga en la mano! O tenía que pasar a otra vida. ¿Tenía que empezar otra vida, y ahí? Vi como una imagen en mi cabeza, que yo estaba arriba de la silla con la soga en mi mano, y yo vi imagen en mi cabeza, de un gato. De un gato que hace: miau. Y ahí, yo entendí, que la única forma, de ser un gato, que toda la vida que yo vivía hasta ese momento había que echarla a la basura y convertirme en un gato.
