Rafael Callejas salió del país la mañana del lunes para entregarse a las autoridades de Estados Unidos, que habían pedido su extradición tras ser acusado de aceptar sobornos cuando era el máximo dirigente del fútbol local.
El canciller Arturo Corrales afirmó minutos después de que Callejas abordara su avión privado en Tegucigalpa ``Estuve presente en el proceso migratorio. Va a presentarse a las autoridades competentes, no estoy autorizado a decir dónde''
Aparte, agregó:``El licenciado Callejas tomó su decisión basado en los que sus abogados hondureños y norteamericanos le aconsejaron tras estudiar los expedientes y aquello de que se le acusa. Le aconsejaron presentarse''. Alfredo Hawitt, su sucesor al frente de la federación nacional y la CONCACAF, fue detenido en Suiza los primeros días de diciembre implicado en el mismo caso.
Callejas es uno de numerosos dirigentes de la Confederación Sudamericana de Fútbol Conmebol y la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (CONCACAF) a los que se les acusa pedir, ofrecer y aceptar pagos, lavado de dinero y sobornos ilegales a través de paraísos fiscales relacionados con los derechos de transmisión de partidos de fútbol internacionales. A esto se le agrega que fue el presidente de su país por el Partido Nacional entre 1990 y 1994.
La causa:
Según el documento de la acusación hecho público por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, en 2012, siendo Callejas presidente y Hawitt vicepresidente de la FENAFUTH, firmaron contratos con la empresa Media World, que gestionaba los derechos de transmisión televisiva de los partidos de las eliminatorias para los mundiales de fútbol de 2014, 2018 y 2022. Callejas también era miembro del comité de derechos televisivos de la FIFA.
La empresa les pagó a ambos dirigentes más de 1 millón de dólares en sobornos, de acuerdo con los fiscales. El dinero salía de Estados Unidos, pasaba por Panamá y llegaba a sus cuentas en Honduras. Además de la recepción ilícita del dinero se les acusa de trasladarlo ilegalmente fuera de Estados Unidos y de actividades de lavado.
También se les acusa de haber participado desde 1991 en un esquema de malversación de dinero en el que el conjunto de dirigentes acordaban el número y frecuencia de comisiones que cada uno pediría y recibiría y cómo defraudarían bienes propiedad de la FIFA. En lo referente a su vida personal, es propietario de varias empresas en su país y en numerosas ocasiones durante los últimos meses, había expresado, que tenía intenciones de competir de nuevo por la presidencia de Honduras.