LA FIFA no para de ocupar las primeras planas. Corrupción, lavado de dinero, fraudes, entre otras, son las causas que marcan que el ente máximo del fútbol mundial está cada vez peor. El plano sudamericano sigue siendo, por lejos, quien más aporta al escándalo denominado FIFAGate que día a día se apodera del deporte más lindo de todos.
Transcurría el 27 de mayo de este año cuando, a través de una investigación del Departamento de Justicia de los Estados Unidos, importantes dirigentes del ente máximo a nivel mundial del deporte más popular de todos, fueron detenidos en el lujo hotel “Baur au Lac” en la ciudad de Zúrich, Suiza, cuando se encontraban en una reunión del Comité Ejecutivo de la antes mencionada entidad.
La Secretaria de Justicia de Estados Unidos, Loretta Lynch, fue la primera en tomar cartas en el asunto ya que descubrió, a través de una gran investigación, que 110 millones de dólares estaban relacionados a sobornos en torno a lo que fue la organización de la Copa América Centenario 2016, próxima a organizarse el año próximo en Estados Unidos.
Los delitos por los que muchos de los altos dirigentes estarían implicados hacen referencia a: fraude, asociación ilícita y blanqueo de capitales, entre otras causas.
Los funcionarios se estaban preparando para asistir al 65º Congreso de la FIFA, dentro de cuyo programa figuraba la elección del presidente de la FIFA entre dos candidatos, el actual presidente Joseph Blatter y el aspirante príncipe, apoyado por Diego Maradona, Ali bin Hussein.
La operación implicaba, en ese momento, a 14 dirigentes, aunque no todos ellos se encontraban en el lugar de los hechos al momento del allanamiento y la posterior detención.
Otros, como por ejemplo Alejandro Burzaco estando presente, pasaron desapercibidos y fueron detenidos en otra ciudad (Milan) tiempo después, debido a que al encontrarse en Italia y teniendo doble nacionalidad, el tratado de extradición de ese país europeo y Estados Unidos le permite una sentencia menor en el caso de dar nombres de personas involucradas cooperando con la investigación. Los nombres revelados deberán responder a cargos iguales y/o superiores.
Entre los primeros detenidos se encontraban: Jeffrey Webb (Gran Bretaña), vicepresidente de la FIFA y presidente de la CONCACAF, Eduardo Li (Costa Rica), miembro de los comités ejecutivos de la FIFA y de la CONCACAF, Julio Rocha (Nicaragua), encargado del desarrollo en la FIFA, Costas Takkas (Gran Bretaña), adjunto al gabinete del presidente de la CONCACAF, Eugenio Figueredo (Uruguay), actual vicepresidente de la FIFA y hasta el 2014 presidente de la Conmebol, Rafael Esquivel (Venezuela), miembro ejecutivo de la Conmebol yJosé María Marín (Brasil), miembro del comité de organización de la FIFA para los Juegos Olímpicos.
Jack Warner, se entregó a la policía de Trinidad y Tobago luego de que circulase una orden de arresto emitida en su contra quedando en libertad tras el pago de una fianza de 2.5 millones de dólares. Mientras que Rafael Esquivel fue suspendido tanto de la Federación Venezolana y de la FIFA por 90 días.
Entre tanto desorden se prosiguió, increíblemente, con las elecciones a presidente en la FIFA. Fue reelecto Blatter una vez más, alcanzando la quinta en su historia, simulando a lo hecho por su ex amigo y ex vicepresidente primero de la FIFA, Julio Humberto Grondona: “perpetuarse en el poder”.
Días después, Blatter renuncia poniendo a disposición la elección, adjudicando como excusa principal que la entidad necesita nuevas reformas. Algunas de las asociaciones (CAF y AFC) se mostraron en contra de la renuncia del mandamás, mientras que por otra parte, los sponsors más importantes como Coca-Cola, Mc Donald´s, Visa y Budweiser, vieron positivo el alejamiento de Blatter del sillón de la FIFA, teniendo en cuenta que todo lo relacionado a la corrupción, manchaba de una u otra manera, el prestigio y la imagen de dichas compañías.
Siete meses después, en el mismo lugar de los hechos, Juan Ángel Napout y Alfredo Hawit, presidentes de Conmebol y Concacaf, respectivamente, fueron detenidos en idénticas situaciones que los mencionados anteriormente. Se desarrollaba una nueva sesión ordinaria en la sede de la FIFA, cuando nuevamente por intermedio del gobierno de los Estados Unidos, fueron apresados cuando se encontraban en las instalaciones del lujoso hotel antes mencionado.
Luego se supo que la Justicia de Suiza abrió un proceso penal contra los mandatarios cuyas identidades no fueron reservadas, por las mismas causas y con el lavado de dinero referente a la elección de las sedes del Mundial 2018 y 2022.
Es raro creer que sólo está ligado el futbol sudamericano al #FIFAGate, pero es ilógico pensar que los europeos quedaron al margen de esto. Las acciones marcan una mayoría de detenidos por la parte occidental del planeta, tanto al norte como al sur. Muchos directivos se jactan de no tener relación alguna con estos sucesos, mientras aparecen decisiones que constantemente ponen en vilo estas conjeturas y aportan innumerable cantidad de dudas.
Luis Bedoya y Sergio Jadue, éste último adjudicando problemas de salud, presidentes de la Federación Colombiana de Fútbol y la Asociación Nacional de Futbol Profesional de Chile, respectivamente, abandonaron sus cargos justo antes de que José Luis Meiszner, Secretario General de la Conmebol y dirigente muy ligado al futbol argentino y sudamericano obtuviera su pedido de captura por parte de todo el escándalo que día a día hace de la FIFA, un ente, menos transparente.
Casualidad o no, dicha acusación contra el ex mandatario de Quilmes, surgió el mismo día en que la Asociación del Futbol Argentino tenía previsto llevar a cabo las elecciones para elegir presidente.
Por ningún motivo, la Asociación del Fútbol Argentino queda exenta. Es uno de los países que más le aporta a la causa. Primero: Alejandro Burzaco, luego Mariano y Hugo Jinkis. En estos días, Meiszner, completa este póker de compatriotas que han quedado ligados directa o indirectamente.
Párrafo aparte para las elecciones en AFA. Inaudito, inadmisible, inentendible, son algunos de los adjetivos que cabrían perfectamente para describir lo que pasó hace días en el predio de la AFA en Ezeiza, cuando Marcelo Tinelli se enfrentaba con Luis Segura por el sillón vacante que dejaba el ya difunto y presidente de tal entidad por los últimos 36 años: Julio Humberto Grondona.
Podía ser la manera de reivindicarnos frente al mundo. Después de mucho tiempo se presentaba una oposición al sistema grondonista, todo hacia prever que sería una reñida elección con 75 asambleístas, pero que la diferencia entre el ganador y el perdedor iba a ser por muy poco margen. Nadie sabe cómo terminó, nos dicen 38 a 38 (76 votos), supuestamente hubo algunos directivos que emitieron doble voto.
Lo cierto es que para los argentinos el problema es que Messi no cante el himno, mientras estamos viendo constantemente lo que en nuestra organización sucede.
