Días atrás, en la bodega Los Toneles, se llevó a cabo una cena tombina para agasajar a los jugadores de Godoy Cruz que lograron hace 20 años, aquel ascenso a la B Nacional. El logro, del que fuer parte un plantel con el 90 por ciento de jugadores del club, ocurrió con aquel empate 0 a 0 contra Guaraní Antonio Franco en Misiones.
Desde aquella vez, Godoy Cruz nunca volvió a una categoría inferior: subió a primera en 2006, descendió el año siguiente para volver a ascender y permanecer hasta ahora en la elite del fútbol nacional. “Es -se dijo aquella noche en medio de un video alusivo- el único equipo de Mendoza que ganó un campeonato de AFA con Llop como técnico”.
Y además se hizo mención a las cuatro participaciones en torneos internacionales (dos copas Libertadores y dos Sudamericana), “que lo colocan por lejos como el club más importante de la región”. Dichos que se escucharon entre aplausos y que además, resultan verdades irrefutables. Entre los ex jugadores presentes se vieron a los hermanos Osvaldo y Hermes Almeida, Rafel Iglesias, Alejandro Abaurre, Javier Franco, Manuel Villalobos, los hermanos Ariel y Oscar Pereyra, Alberto Naves, Alberto Núñez, Alberto Garro, las hijas de Humberto Lentz, Alejandro Cuvertino, Pablo Cuello (algunos no estuvieron presentes). A todos ellos se les dio el carnet de socios honorarios del Tomba. También se entregaron camisetas a viejas glorias como Abraham Pereyra, campeón en 1954 quien casi muere de un infarto porque lo de él se trataba de una sorpresa.
Hacia el final, actuaron los músicos Marcelo López (vocal del club y reconocido hincha tombino) junto con Javier Casetti y el grupo Due Due. Y al final, baile. Un detalle delicado fue la presentación de libro de 26 páginas titulado "25 años brillantes", escrito por el licenciado en Historia Armando López, en el que, con prosa literaria, repasa con datos y apasionadamente los últimos 25 años de Godoy Cruz, justamente esos que lo colocan hoy como una institución líder en la región.
“Absolutamente todo ganado con armas legales y en el campo de juego (en referencia a campeonatos obtenidos en oscuros escritorios). Ese es nuestro máximo orgullo. Y parafraseando a Jean Paul Sartre: 'el futuro no existe… es pura proyección'. Precisamente el presente de Godoy Cruz Antonio Tomba es por demás auspicioso.
Es decir que la mística sigue intacta. Sólo faltaría el título de Primera División. Los hinchas de ayer y de hoy están tranquilos porque saben que eso llegará, más temprano que tarde".