Ayer se dio el puntapié inicial de una nueva edición de la Fiesta de la Ganadería en General Alvear. Pero los discursos y anuncios que por lo general se concentraban bajo la postal de los costillares a la llama, del sábado, este año, por miedo a la protestas anti fracking, debieron trasladarse al viernes, con pocas figuras provinciales y con discursos moderados.
"El engorde a corral y la recuperación de tierras bajo riego para la ganadería van a marcar el futuro de nuestra actividad en la provincia", destacó Andrés Vavrik, a cargo de la específica de ganadería de la Cámara de Comercio de San Rafael.
Según aseguró el productor de invernada, “es necesario contar con facilidades que permitan a productores o asociaciones de productores tomar el riesgo de producir carne en zona de regadío en Mendoza. Para eso es necesario contar con planes de pagos en derechos de riego, para que tierras abandonadas se sumen a la actividad pecuaria y, de esta forma poner en producción y valor tierras con pasturas y forrajes”.
A su turno, Martín Kerchner, ministro de Economía de la provincia, ponderó el rol del productor y cómo con esfuerzo ha conquistado el desierto y desarrollado la ganadería.
Kerchner volvió a destacar el avance del acueducto ganadero Bowen-Canalejas con el que se pretende diversificar la matriz productiva de la provincia y que suministrará agua pura que servirá de bebedero de los animales de distintos puestos.
Tradicional remate
Este año dos casas estuvieron presentes en el remate ganadero (Aguirre-Vázquez y Capdeville). Convocados por la Cámara de Comercio de General Alvear, hubo 1.800 cabezas y los productores esperaban lograr $ 42 el kilo de ganado en pie.
Vale aclarar que los ganaderos de la zona venían con una coyuntura complicada y de precios por kilo en pie de $ 36 a $ 37, muy por debajo de lo deseable.
De hecho, muchos estaban esperando que este remate fuera una señal de mejora sobre la rentabilidad del sector. En 2015 en ese mismo predio se vendieron terneros a $ 48 el kilo en pie.
Apostillas
Pocas reservas hoteleras. Datos de la Cámara de Comercio de General Alvear indican que la anunciada ausencia de los funcionarios provinciales al festejo de hoy dejó grandes pérdidas económicas, ya que se dieron de baja reservas por más de 300 camas en el departamento. A lo que hay que sumarle la pérdida por otros rubros, como la gastronomía.
Paella suspendida. Tras 17 años ininterrumpidos, este año se suspendió la tradicional paella radical que se hacía como previa de la fiesta durante la noche del viernes. Según indicaron a Los Andes, con la baja del gobernador y del intendente se prefirió este año dejar de lado la tradicional comida.
Muchas lluvias. Las de la última semana en General Alvear impidieron el traslado de los animales y hubo 1.800 cabezas para rematar, 1.100 menos que en 2017 cuando se colocaron a la venta 2.900.