Fiesta en los carros. La mayoría prefirió diseños austeros y sencillos en los que abundaron los racimos de uva y las hojas de parra. En general se optó por conservar el tono tradicionalista, llenando de folclore su paso por las calles, como lo hicieron Malargüe o Junín. Otros se inclinaron por la música tropical contagiando de ritmo al público, como San Martín, donde incluso iba un gaucho desplegando sus dotes para el baile. San Carlos se sumó llenando el aire de burbujas.
Por su parte, Guaymallén se destacó por su seguridad, ya que llevaba sogas tiradas por gente para alejar al público y evitar accidentes, además de dar un mensaje en contra de la violencia de género. Maipú fue acompañado y musicalizado por una murga que le aportó color y alegría. Malargüe, en tanto, eligió a una jovencita para representar a la Virgen, Godoy Cruz regaló chupetines y Lavalle, sus tradicionales melones.
No se escuchó hablar mucho a las soberanas: Aldana de Santa Rosa repitió su mensaje en lengua de señas, mientras que Ticiana de San Carlos lo hizo en inglés, algo a lo que se apela cada vez más teniendo en cuenta la presencia de turistas. Pero también hubo más de uno que pasó en silencio, sin música de fondo, en particular el de Tupungato, que no tenía ni siquiera las luces encendidas.
El palco oficial, completo. Encabezado por el gobernador Francisco Pérez y el vicegobernador Carlos Ciurca, el palco oficial, en avenida San Martín, contó con una fuerte presencia de funcionarios gubernamentales: ministros provinciales, integrantes de los equipos de trabajo de los ministerios e intendentes, además de invitados especiales como los gobernadores Juan Manuel Urtubey, de Salta; Sergio Urribarri, de Entre Ríos; y el embajador en Chile, Ginés González García. Entre otros, también Patricia Fadel y Roberto Iglesias. Hasta el final, siguieron todas las instancias de la Vía Blanca.
Carro con performance y música en vivo. Así lució el primer carro del desfile, el de la Reina Nacional de la Vendimia, Candela Berbel, y la Virreina Nacional, Nadia González. Con una escenografía que contempló las montañas, el cóndor mendocino y la actuación del actor mendocino Tino Neglia, quien personificó a San Martín, sonó en vivo el himno en honor al prócer argentino interpretado con guitarra eléctrica por un músico local. Al grito de "Viva la Patria", el carro, detenido en el palco de autoridades, continuó su recorrido para dar paso al resto.
Entre la originalidad y el ahorro. La única Reina que no tuvo carro fue la de Ciudad, Julieta Cazorla. Ella y su corte pasearon por el centro en el bus que la Municipalidad utiliza para realizar el recorrido turístico a los visitantes. Una apuesta original, con música y diversión incorporada y, tal vez, una manera de continuar con la reducción de costos que emprendió la comuna en el mismo momento en que decidió no realizar un festejo vendimial como siempre ha sucedido.
"El loco juan", siempre presente. Imposible estar ausente; es unos de esos personajes que forman parte de la escena mendocina en acontecimientos sociales como la Fiesta de la Vendimia. A bordo de uno de los carros secundarios, "El Loco" saludó, sonrisa mediante, a las más de 70.000 personas presentes, según informó el ministro Leonardo Comperatore.
Junín se trasladó a la ciudad. Impresionante, por la cantidad de personas, fue la barra que llegó al centro mendocino para alentar a su candidata, Nandy Carvelli. Con carteles, bombos, fotos y cornetas, los seguidores de la soberana del Este coparon una gran porción de la cuadra donde se ubicó el palco oficial y se hicieron sentir; más aún cuando el carro de su departamento pasó por ese lugar.
La banda siguió tocando. La banda de la Policía abrió el desfile cerca de las 21.30, media hora más tarde de lo previsto, seguida por la Policía Montada. Se detuvo frente al palco oficial para interpretar el Himno Nacional, al que se sumaron con sus voces los presentes. Luego, al retirarse, interpretó la marcha de San Lorenzo.
¡Melón a la vista! Difícil tarea la de "Paco" Pérez por esquivar un melón que la Reina de Lavalle, Estefanía Martínez, tan cariñosamente, quiso tirarle -desde el carro- a su intendente, Roberto Righi. Entre los movimientos por intentar zafar de lo inevitable y las maniobras por cubrirse la cara, el gobernador no sólo tropezó, al punto de la caída, sino que el melón lavallino alcanzó a rozar su cabeza. "Justo en el blanco", dijeron algunos que vieron la secuencia, un tanto incómoda para Pérez.
Ángeles que despertaron suspiros Llegaron desde Uruguay para formar parte de las celebraciones vendimiales. Eran las Conrad Angels quienes, invitadas por un casino privado, presenciaron la Vía Blanca en el Palco de diario Los Andes. Bromearon con coronas obsequiadas, se tomaron fotografías y arrastraron los suspiros de muchos caballeros.
Vereda bloqueada. En los alrededores del Km 0 el tránsito a pie fue un desafío debido a la cantidad de vallas que se habían colocado. No se podía cruzar la calle por ningún lado mientras que frente al Ministerio de Turismo hasta estuvo cortada la vereda. Esto debido a que allí se ubicó el palco oficial. Esta situación ocasionó dificultades en la desconcentración, ya que había un espacio muy pequeño para salir de este lugar.
Mal sonido en calle Las Heras. Como ha ocurrido en años anteriores, la voz de los locutores -con el guión de lo que ocurre- prácticamente no se escucha y por momentos es más ruido que información. Por otra parte, fue sobre esta arteria que la gente presentó más espíritu festivo.
"Canastitas" para todos. Ni bien se ve la cercanía de algún carro, la gente ya se prepara para agolparse y extender sus brazos para recibir algún obsequio. Todo vale para lograr el objetivo: no sólo se ven las manos extendidas sino que abundan las tradicionales "canastitas" construidas con un palo y lo que estuviera a mano, como botellas, envases de helados o limpiadores hasta la más clásica hecha con la rejilla plástica de las damajuanas.
Superpoblación de carros oficiales. Llamó la atención la cantidad de carros pertenecientes a ministerios y programas del gobierno. Entre ellos se destacaron: uno que instaba a la donación de sangre; el que llevaba un superhéroe promocionando la alimentación saludable y una camioneta del programa Precios Cuidados.
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