Pasó una de las semanas más agitadas de la era Macri y ahora hay más dudas que certezas sobre qué puede ocurrir a partir del lunes. Para los economistas el objetivo del Gobierno es claro: frenar la suba del dólar con el anuncio de medidas y la reanudación de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Sin embargo, lo ocurrido en los últimos días generó un alto grado de incertidumbre que será difícil de borrar.
Repasando, el lunes pasado el dólar abrió a $ 31 en las pizarras del Banco Nación. Rápidamente trepó 40 centavos para cerrar la jornada en $ 31,40.
El martes el valor de venta de la moneda estadounidense saltó a $ 31,90, el miércoles a $ 34,50 y el jueves cerró a $ 38,2, pero no sin antes superar por algunos minutos la barrera de los $ 40.
Ese día tuvo que intervenir el Banco Central (BCRA) con la venta de más de U$S 300 millones para lograr controlar el precio.
Finalmente, el viernes el dólar bajó algunos a $ 37,40 en el Nación, aunque una vez más fue necesaria la intervención del BCRA con la venta de U$S 250 millones de reservas.
De una punta a otra, comparando el precio que tenía el dólar en los primeros minutos del lunes con la que tuvo en el cierre del viernes, la suba fue del 20,6%.
Es un porcentaje que llama mucho la atención, no solo por lo poco común que es ver en el mundo una variación tan grande de una moneda frente a otra, sino también porque el salto del dólar en los últimos cinco días fue superior al que tuvo en todo el 2017.
Cabe recordar, que el año pasado la moneda de Estados Unidos se encareció 17,70%.
Qué hay detrás del dólar
La suba de la cotización del dólar es la consecuencia más visible de un problema mayor que va mucho más allá del mercado cambiario.
Según explicaron economistas consultados por Los Andes, el aumento de la moneda estadounidense fue una señal de desconfianza de los grandes jugadores de la economía, como bancos y empresas de gran tamaño.
El problema habría comenzado con las inconsistencias entre las medidas de política económica tomadas por los diferentes miembros del Gabinete de Macri y la falta de claridad sobre el plan económico y fiscal pensado a futuro.
También hizo ruido la ausencia de detalles sobre el acuerdo de Argentina con el FMI y la poca claridad del plan del Gobierno para cumplir algunas de las metas impuestas por el organismo internacional, como un ajuste fiscal más duro (el déficit primario no podrá pasar el 2,7% del PBI en 2018 y tendrá que ser inferior al 1,3% del PBI en 2019) y un objetivo de inflación del 17% para el año que viene.
Otro factor que tuvo mucho que ver con el aumento del dólar fue el bajo ingreso de capitales internacionales. Los economistas explican que la sequía del verano pasado condujo a una menor exportación de granos (soja, maíz, trigo) y eso provocó una menor entrada de dólares del exterior.
Entonces, al haber menor oferta de dólares en el mercado, es lógico que el precio tienda a subir. "Tampoco puede el Banco Central salir a cubrir toda la demanda, porque debe cuidar las reservas y porque se lo impide el acuerdo con el FMI", indicador los especialistas.
Otros indicadores claves
Más allá del dólar, hay otras variables económicas que demuestran que Argentina tuvo una semana complicada. Uno ellos es el "riesgo país", valor que mide que tan riesgoso es para los mercados internacionales negociar con Argentina. Mientras mayor sea ese índice, más caro será el financiamiento externo para el Gobierno Nacional.
Esta semana, el riesgo país de Argentina arrancó en 688 puntos y cerró en 776, el valor más alto durante el gobierno de Mauricio Macri (12% de aumento).
No puede dejar de mencionarse también la tasa de interés de política monetaria del BCRA, que a el jueves pasado aumentó 15 puntos porcentuales, pasando del 45% al 60%.
Cabe aclarar, que al aumentar las tasas el Central está mejorando la ganancia que tendrán los inversores que depositen su dinero en letras, bonos, plazos fijos y muchos otros instrumentos del mercado financiero.
Así, el Gobierno intenta bajar la demanda de dólares, lo que le permitiría estabilizar e incluso reducir un poco el precio de la moneda estadounidense.
Lo negativo, es como contraparte se encarecen todos los préstamos, desde el financiamiento con tarjetas hasta los créditos hipotecarios. Por lo tanto, tiende a bajar el consumo y a enfriarse la economía.
Que pasará mañana
El viernes el Gobierno Nacional logró reducir un poco la sensación de "caos", gracias a las intervenciones del Banco Central (con la suba de tasas y venta de reservas), la promesa de anuncios de nuevas medidas económicas y la noticia de que el ministro de Hacienda de la Nación, Nicolás Dujovne, se sentará a renegociar algunas metas con el FMI. No obstante, no deja de ser una incógnita qué pasará mañana, cuando vuelva a abrir el mercado cambiario.
El economista Pablo Salvador opinó que el hecho de que Dujovne se junte recién el martes con FMI, "seguramente obligará al Banco Central a hacer una intervención similar a la que hizo el viernes, con tres subastas, para contener la corrida contra el dólar".
Según el experto, el objetivo es mantener el dólar estable y tranquilo hasta que se realice la reunión. "Algo muy importante esta semana serán los detalles técnicos que se puedan brindar en conferencia de prensa, sobre lo que haya negociado con el FMI. Es importante saber qué se nos pedirá a cambio de los adelantos que dará el FMI", señaló Salvador.
Según el economista, es probable que entre los pedidos se incluya llevar el déficit primario a 0% en el corto plazo. "Esto va a traer consigo más medidas, que pueden ser más recortes de gastos o aumento de impuestos. El tema es explicar a los mercados que Argentina no está en riesgo de caer en Default", explicó.
Más allá de estas alternativas, Pablo Salvador no se mostró optimista respecto al futuro inmediato de la economía. "No creo que el dólar pueda estabilizarse. A lo largo de este año se pueden generar nuevas turbulencias como las que hemos vivido estos días. En agosto vamos a tener un IPC alto y la inflación ya tiene un piso del 31%. Con la tasa al 60% vamos a tener una recesión que como mínimo va a alcanzar el primer trimestre de 2019", argumentó el experto.
Para Rodrigo Gonzalez, economista de Fundación Ideal, las claves de la semana entrante estarán en las señales y políticas del equipo económico que permitan restaurar la confianza. "En este contexto se enmarca el viaje del equipo a Estados Unidos a fin de re-negociar el acuerdo, mostrando más fortaleza financiera para afrontar vencimientos, principalmente en 2019", indicó.
"Por otro lado se destacan las posibles medidas que dinamicen aún más la trayectoria hacia la reducción del déficit. En este contexto, hay que estar atentos a posibles medidas impositivas", comentó González.
Por último, se refirió a la estrategia de intervención del BCRA. "El jueves quedó claro que no hay oferta privada por el momento (por la mala cosecha de granos) y si el BCRA no subasta, el mercado llevará el dólar a niveles irracionales, lo que generará una situación muy compleja desde la perspectiva económica, social y política", concluyó.
También el economista Sebastián Laza, asesor del Ministerio de Economía, Infraestructura y Energía del Gobierno de Mendoza, reconoció que el adelantamiento de fondos que va a otorgar el FMI probablemente implique un ajuste fiscal extra. "En el presupuesto 2019 ya no se debería cumplir la meta de 1,3% del PBI del déficit primario, sino un porcentaje menor", explicó.
"Eso implica un ajuste fiscal mucho mayor, más ajuste presupuestario e incertidumbre sobre si los gobernadores y diputados estarán dispuestos acompañar esta situación", continuó.
"Por este motivo sigo viendo inquietud para la semana que viene, tanto en la cuestión fiscal como en el programa financiero. Creo que el Central va a tener que estar dispuesto a vender una cierta cantidad de dólares para que el mercado se calme. Si intervienen con pocos dólares y sigue la incertidumbre, la tendencia es a que el dólar siga subiendo", mencionó el asesor del Gobierno de Mendoza.
También dejó su opinión la economista María Amalia Granata, quien destacó que "el factor clave será el viaje de Dujovne a Estados Unidos para pedir un 'waiver' (permiso para incumplir temporalmente algunas metas) o renegociar el acuerdo con el FMI, ya que el mismo no se podrá cumplir porque la inflación anual será mucho mayor al 32% acordado en el mes de junio".
Granata coincidió con sus colegas respecto a que uno de los condicionamientos de esa renegociación será un mayor ajuste fiscal, y "las consecuencias de ello serán: menor producción, mayor desempleo, menos consumo y más pobreza".
De todas formas, la economista aclaró que el viaje de Dujovne puede otorgar un plazo de calma financiera, pero no resolverá la crisis actual. "Esto ya ha pasado hace pocos años en la Argentina. En el 2000 accedimos a un programa Stand-By con el FMI; a los meses se pidió un 'waiver' con más ajuste (recordado como blindaje) y unos meses después llegó el Megacanje y Ley de Defict Cero. El problema de base de esta crisis económica es el modelo neoliberal impulsado por Cambiemos. Los argentinos hace pocos años hemos vivido esto y sabemos cómo termina; más desempleo y hambre sobre el pueblo argentino", criticó.
El dólar, un detonante de la inflación
Tras el fuerte aumento que tuvo el dólar en la última semana, es inevitable pensar en el efecto que este incremento tendrá sobre la inflación de Mendoza. Es que la devaluación incide en el precio de los productos al consumidor, como ha quedado demostrado durante este año.
La inflación de Mendoza fue del 3,0% durante el mes de julio, y de un 23,6% el acumulado anual, según el Índice de Precios al Consumidor (IPC) publicado por la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas de Mendoza (DEIE). Un dato importante es que faltando cinco meses para cerrar 2018, el IPC acumulado actual casi equiparó el 24,6% que expuso todo el 2017.
Además, finalizando el primer semestre del año, la suba de los precios superó por 4,3 puntos porcentuales a la pauta inflacionaria anual prevista en el presupuesto provincial (15,7%), un indicador de que la inflación está lejos de desacelerar.
Cabe destacar, que los precios vinculados a “transporte y comunicaciones” subieron 35,6% en lo que va de 2018 y mucho tuvo que ver con ese resultado el aumento del 35% de los combustibles en las bocas de expendio en la provincia. Es importante recordar que tras la liberación de los precios determinada por el Gobierno Nacional, el sector petrolero comenzó a seguir de cerca las fluctuaciones del valor internacional del barril de crudo (Brent) y del dólar, dos variables que han ido al alza durante este año.
En tanto, el ítem “vivienda y servicios básicos”, medido por el IPC de la DEIE, acapara una suba del 25,4% en los primeros siete meses de este año. Allí se contemplan los aumentos de tarifas de luz, agua y gas.
Por último se destaca el impacto en los precios de los “alimentos y bebidas”, que durante el 2018 acumulan un aumento de 21,5%.