Fidel Castro llegó a su cumpleaños 80 en 2006 en su lecho de enfermo, sosteniendo un diario del día para mostrar que estaba vivo dos semanas después de haber dejado sorpresivamente la presidencia.
Durante la década siguiente, el barbado líder fue testigo privilegiado de hechos impensables mientras gobernaba y que fueron promovidos por su hermano Raúl, ahora presidente.
Castro cumple hoy 90 años en un país que implementa una modesta apertura a la iniciativa privada, políticas de descentralización y el acercamiento a su archienemigo de décadas, Estados Unidos. Y aunque muchos aspectos económicos y sociales no cambiaron, la Cuba de hoy es bastante diferente a la que él lideró por 47 años.
A lo largo de esta década, cientos de miles de cubanos se convirtieron sin retorno en emprendedores, abandonaron sus puestos estatales y compraron o vendieron casas, vehículos o negocios, algo que Fidel Castro siempre vio -desde su perspectiva de fuerte control estatal- con desagrado, aunque le tocó hacer pequeñas concesiones aperturistas en los años 90.
En los últimos años, Cuba también vio el acceso a los teléfonos celulares, internet y el levantamiento de las restricciones para salir y entrar del país, que propició una fuerte emigración, incluidos.
Para muchos en el interior o en el exterior, uno de los rasgos más destacables de Fidel será su nacionalismo, que lo llevó a desafiar a su poderoso vecino del Norte, defender a los países subdesarrollados y buscar una sociedad más justa con seguridad social, educación y salud para las mayorías.
Sus críticos, sin embargo, ven a Fidel Castro como el símbolo del empobrecimiento de la infraestructura o la productividad del trabajo, el escaso consumo en la isla o del ascenso de las políticas de izquierda en el continente.
Hasta ahora las autoridades no tienen previsto realizar algún acto oficial de homenaje por sus 90 años. Sin embargo, se esperan decenas de actividades en honor a la fecha, como presentaciones de libros o galas de ballet que fueron anunciadas con expresas dedicatorias para el ex presidente, a la par de eventos como la terminación de viviendas populares señalados como un saludo al dirigente.
“Para mí es Fidel para siempre. El padre, el compañero, el ídolo”, dice Dora Ramos, una empleada de la firma estatal de telecomunicaciones Etecsa. “Tengo la esperanza de que en el futuro Fidel siga vivo en el pueblo nuestro. ¡Feliz día para él en su cumpleaños!”, exclamó.
Nacido el 13 de agosto de 1926 en la finca de su padre, un astuto inmigrante español enriquecido, Fidel Castro creció en el campo cubano, antes de ser enviado a estudiar con los jesuitas y posteriormente a la Universidad de La Habana, donde se recibió de abogado.
Encabezó la revolución que derrocó al dictador Fulgencio Batista en 1959. Se enfrentó a EEUU y construyó un modelo socialista que marcó la historia del siglo XX en América Latina y países en desarrollo de otros continentes.
En los 70 se alió a la Unión Soviética y resistió férreas sanciones de Washington, muchas de las cuales permanecen a pesar del acercamiento entre Estados Unidos y Cuba propiciados por Raúl Castro y el presidente Barack Obama a partir de 2014.
La última aparición pública de Fidel Castro fue en abril, para la clausura del VII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC).
Encanecido, encorvado, pero lúcido, el líder exhortó a sus compatriotas a continuar con las ideas que llevaron a la fundación del PCC y fueron el eje de su lucha de décadas por un modelo socialista.
Una gesta revolucionaria junto al Che Guevara
El 26 de julio de 1953, Fidel dirigió el asalto al Cuartel Moncada, en Santiago de Cuba, donde más de 60 de los 135 insurrectos murieron en combate o ajusticiados. El joven líder fue encarcelado después de su célebre alegato ante el tribunal, que tituló "La Historia me absolverá".
Debía purgar una condena de 15 años, pero fue indultado en 1955 y se exilió en México, donde conoció al argentino Ernesto Che Guevara.
Fidel, el Che y otros 81 combatientes se embarcaron el 25 de noviembre de 1956 en el puerto mexicano de Tuxpan en el barco Granma y pusieron proa hacia la Isla. Sólo 16 llegaron sanos y salvos a las estribaciones de Sierra Maestra, donde comenzaron la guerra de guerrillas que los llevaría a La Habana tres años después.
El dictador Batista huyó de Cuba el 31 de diciembre de 1958, y Castro llegó a la capital el 8 de enero de 1959.
En febrero de 1961, un grupo de anticastristas alentados por el gobierno de EEUU desembarcó en Playa Girón (Bahía de Cochinos), pero la revuelta fracasó y poco después las relaciones con el vecino del Norte quedaron rotas definitivamente. Télam