Ficciones políticas estadounidenses: ¿una pasión argentina?

La política estadounidense, ficcionalizada y televisada, parece apasionar a los argentinos, a juzgar por el elevado rating local de las series que se ocupan del tema.

Ficciones políticas estadounidenses: ¿una pasión argentina?

Desde las coberturas que realizan los noticieros argentinos de las elecciones estadounidenses (algo que desde los años 70 ya realizaban periodistas como Andrés Percivale o los hoy fallecidos Daniel Mendoza y Roberto Maidana) hasta el fanatismo que provoca la ficción de Netflix "House of Cards", la política estadounidense parece haber despertado desde siempre la atención de los argentinos. Sobre todo su ficcionalización, dado el altísimo consumo de las series que desnudan los tejes y manejes de la Casa Blanca, el Capitolio, el Pentágono, Wall Street y demás centros de poder.

La precursora fue la notable "The West Wing" (El Ala Oeste, 1999-2006), título que refería a ese sector de la Casa Blanca, protagonizada por Martin Sheen y que recuperó la carrera de Rob Lowe, además de lanzar a Allison Janney. En la serie, Sheen encarnaba a un presidente demócrata, liberal a mitad de camino entre Jimmy Carter y del propio Bill Clinton, ya que la ficción coincidió con la gestión del hombre de Arkansas.

Sheen estaba rodeado por su jefe de gabinete, un notable John Spencer, y sus dos principales operadores políticos y comunicacionales Rob Lowe y Allison Janney, además de un equipo de actores que luego se perpetuó en ese tipo de papeles políticos.

Luego del éxito alcanzado por esa serie creada por Aaron Sorkin, uno de los guionistas y productores estrella de Hollywood, era muy común ver a Bradley Whitford, Richard Schiff, Joshua Malina y Dulé Hill encarnando a legisladores, ministros u operadores en todo tipo de films que aludían a la política estadounidense.

Críticas animadas

En paralelo y dentro del género animado, los Simpsons, de Matt Groening, también se convirtieron en epicentro de la política estadounidense, al punto de que los equipos de campaña de los candidatos presidenciales desde hace 25 temporadas se esfuerzan para que su candidato sea dibujado y aparezca en escena junto a Bart, Homero y los otros personajes.

Groening y Albert Brooks se han encargado de convertir a la serie en un ariete contra los sectores conservadores de la política estadounidense como el Tea Party y han ridiculizado a viejos carcamanes de la política americana como Jesse Helms o conservadores como Ronald Reagan, Bush padre e hijo, Sarah Palin, Pat Robertson y otros.

Mucho más ácida es "South Park", creada por Trey Parker y Matt Sttone, donde también han aparecido políticos estadounidenses y los personajes de la tira los han despellejado vivos. "South Park" criticó duramente la construcción del Muro de Arizona propuesto por Donald Trump para frenar a los inmigrantes latinos, también a los políticos que se oponen al casamiento entre personas del mismo sexo y a la despenalización del uso medicinal de la marihuana.

Vida privada en la mira

La aparición de "House Of Cards", creada por Beau Williman, devolvió a la política estadounidense a los primeros puestos del rating donde había llegado "The West Wing", gracias a la mirada despiadada de Frank Underwood, personificado por el actorazo Kevin Spacey.

La serie ha generado intensos y ricos debates entre los argentinos a través de las redes sociales y uno de esos puntos a destacar es la crítica unánime que despierta en el público local la mirada pacata y conservadora de la vida privada de los dirigentes que tiene la sociedad estadounidense.

Para el argentino es un tema menor, absolutamente aleatorio, y casi no incide en un resultado electoral si un candidato o candidata presidencial le es infiel a su pareja, si tiene un amante o un hijo extramatrimonial. Aunque, por supuesto, todavía nadie en la Argentina votaría por un presidente declaradamente homosexual.

Sin embargo, el tema de la vida privada en los Estados Unidos es casi esencial y decenas de figuras han quedado afuera de la carrera presidencial como el demócrata Gary Hart (que debió renunciar a su campaña presidencial en 1988 luego de que el periodismo lo fotografiara con una joven modelo de 29 años con la que mantenía encuentros secretos) o el republicano Mark Sanford que en 2009 se divorció de su mujer para casarse con una argentina.

Casos y cosas

Tanto "The West Wing" como "House of Cards" han tratado la aprobación por parte del Parlamento de ciertos beneficios sociales, generando un poderoso debate en la sociedad de los Estados Unidos, mientras el espectador argentino manifiesta su sorpresa porque considera que dichas conquistas son esenciales para la comunidad y porque en nuestros país existen desde hace décadas.

En la redes sociales los argentinos manifiestan su sorpresa por la ausencia de educación estatal y gratuita en los Estados Unidos, por las altas sumas de dinero que se pagan para ser atendidos en un hospital -aún público, si la persona no tiene seguro social- o por el funcionamiento de la Justicia.

Para el argentino resulta altamente irritante que un caso de violación, abuso sexual u homicidio en los Estados Unidos pueda terminar con un acuerdo judicial a cambio de dinero y así evitar que el culpable vaya preso.

Más títulos destacados

Otra serie de notable factura que mostró y desnudó las internas políticas de los Estados Unidos fue "Boss", emitida por TNT entre 2011 y 2012, donde el comediante Kelsey Grammer encarnaba a un inescrupuloso alcalde de la ciudad de Chicago que comienza a sufrir una enfermedad degenerativa en su sistema neurológico.

Grammer no le comenta a nadie su enfermedad para no despertar una sangrienta lucha por la sucesión, pero además muestra como construyó su poder, con alianzas non sanctas, y como hace sentir su puño de hierro al manejar la interna de su partido para elegir un candidato presidencial.

Las ficciones estadounidenses dejan en evidencia el blanqueo que la sociedad estadounidense ha hecho del lobby y el poder y la incidencia de las grandes corporaciones como los bancos, los fondos de dinero, las petroleras y la industria armamentística.

Este punto surge en la serie "Scandal", que emite el canal Sony desde 2012, donde la sexy morena Kerry Washington encarna a una jefa de asesores de un presidente de los Estados Unidos, con quien tiene un amorío y eso la obliga a dejar el cargo.

Esta serie está basada en Judy Smith, la jefa de prensa de George W. Bush, que inclusive coprodujo la serie junto a la exitosa Shonda Grimes. El personaje de Washington termina creando una oficina dedicada al lobby y a tapar escándalos que puedan afectar la carrera de dirigentes políticos.

La serie vuelve a centrarse en la pacatería de la sociedad estadounidense para con su clase dirigente, ya que Kerry Washington corre de aquí para allá para ocultar amantes y viejos affaires.

La pata judicial de la política tuvo dos series emblemas en los últimos años con "The Good Wife" y "Damage", esta última protagonizada por la notable Glenn Close, que encarna a una despiadada abogada corporativa cuyo buffet trabaja también con dirigentes políticos.

En "The Good Wife", la bella Julianna Margulies encarna a una atribulada abogada que decide retomar su carrera luego de que la trayectoria de su esposo Chris Noth es destruida por escándalos de corrupción e infidelidades y termina pasando unos meses en prisión.

Las que vienen

Otros dos títulos de contenido político, ya estrenados en los Estados Unidos, llegarán al cable local por estos meses.

Se trata de "Madame Secretary" y "State of Affairs", ambas con mujeres manejando los destinos de la política mundial y, en el caso de la segunda, mostrando a una primera presidenta -y negra- en los Estados Unidos.

Entre la política y la familia

La protagonista de "Madam Secretary" es la gran Téa Leoni, que da vida a una secretaria de Estado que remite demasiado a Hilary Clinton y que es elegida por el presidente de los Estados Unidos luego de que su antecesor muere en un misterioso accidente.

Ella, que viene de ser asesora de la CIA, entrará en la jungla política sin haber tenido jamás aspiraciones de ese tipo y, además de tener que lidiar con un equipo de profesionales que no confía en ella, deberá convencer a su marido y a sus tres hijos adolescentes de que, a partir de ahora, ella está casada con la Casa Blanca.

Mujeres todopoderosas

"State of Affairs", por su parte, presenta una curiosidad. Es la primera vez que una serie muestra a los Estados Unidos presididos por una mujer -y además negra- protagonizada por la actriz Alfre Woodard.

Sin embargo la verdadera protagonista de la serie es Katherine Heigl ("Grey's Anatomy"), que interpreta ahora a una analista de la CIA que es contratada por la presidenta para manejar una serie de crisis internacionales que enfrenta el país.

Ambas mujeres ya se conocen, pues el personaje de Heigl estuvo de novia con el hijo de la presidenta hasta que éste murió en un atentado que le destrozó sus sueños.

¿Y por casa?

En nuestro país, una serie como "El puntero", que se emitió en 2011 con el protagónico de Julio Chávez, no sólo fue la más exitosa de ese año -alcanzando picos de 20 puntos de rating y llegando a promediar los 27 puntos en su capítulo final- sino que además ganó el Martín Fierro de Oro en la ceremonia de 2012.

Chávez encarna en la tira a Pablo Aldo Perotti, conocido como El Gitano, un puntero político que conoce como nadie su municipio y, gracias a su carisma y trabajo, mantiene el control de los más de 10 mil votantes que viven en la zona.

Como los punteros reales, El Gitano recibe coimas, rompe piquetes y moviliza gente para el mejor postor, pero también conoce las necesidades de cada uno de los habitantes del barrio, ayuda a discapacitados, consigue medicamentos y soluciona dificultades puntuales de vivienda, educación y alimentación, en un entramado ambiguo que es actor fundamental en nuestro país y sobre todo en el conurbano bonaerense.

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