Alta Gracia siempre es parte del calendario. No ha faltado nunca desde que los motores V8 cobraron vida en Súper TC 2000. El autódromo Oscar Cabalén, que es utilizado por la mayoría de las escuadras para llevar adelante ensayos libres, tuvo competencias de la categoría más tecnológica en 2012, 2013, 2014 y 2015. Las estadísticas indican que una marca nunca pudo repetir victoria en el escenario cordobés.
Toyota (con Matías Rossi como triunfador), Chevrolet (Agustín Canapino), Renault (Emiliano Spataro) y Peugeot (Fabián Yannantuoni) festejaron en cada edición. De los equipos actuales, solamente Fiat no sabe lo que es vencer en el clásico circuito. La casa italiana puede ilusionarse porque solamente uno de sus cuatro pilotos penalizará (Carlos Merlo retrocederá 2 posiciones). Entre ellos se encuentra Bernardo Llaver, que busca revancha después de aquel toque de Norberto Fontana que lo dejó sin posibilidades de luchar por el podio en sus pagos.
El sanmartiniano viajará hoy al autódromo. Antes, dialogó con Más Deportes mientras entrenaba físicamente para el cuarto capítulo del año que arranca mañana con entrenamientos y clasificación.
“Por fin tendremos sorteo de motores después de las tres primeras fechas del año. Nos vendrá muy bien porque tuve poca potencia y el motor presentó muchas fallas en la última carrera en San Martín”, aseguró quien se encuentra en el duodécimo puesto del campeonato sumando 21 unidades.
El sanmartiniano considera que no penalizar es relativo. “Está bueno, pero me gustaría estar más adelante en el torneo. Cuento con un buen chasis pero dependerá mucho el nuevo motor, así que recién sabré dónde estoy parado en los ensayos”, comentó Berni, agregando que “uno corre para ganar. Es difícil, pero sería fantástico hacerlo con el Fiat”.
Sobre el golpe del Gigante de Arrecifes en el Jorge Ángel Pena, Llaver sostuvo que “hablamos el mismo día de la carrera, por la noche. No coincidimos en nada, pero ya fue”.
