En años electorales los políticos con aspiraciones suelen valerse de las convocatorias en zonas turísticas para comenzar a ganar notoriedad. En Mendoza, por ejemplo, los precandidatos del oficialismo, cornejistas o no, suelen concurrir en estos días a los festivales y fiestas vendimiales departamentales por una cuestión de cercanía con la gente y más popularidad.
Pero también comienzan a llegar por aquí los presidenciables, como Sergio Massa, que cambió su estrategia de campaña con respecto a años anteriores, en especial a 2015, cuando también compitió para ser el jefe del Ejecutivo. Ahora sus asesores le recomiendan un mano a mano con la gente que viene cumpliendo prolijamente en esta temporada de verano. Lo hace recorriendo ciudades y pueblos en su vehículo y con paradas frecuentes para tener diálogo con los que quieran conversar con él. Claro, sin descuidar los contactos con políticos, que le interesan y mucho pensando en llegar a las PASO con claras chances.
El periplo de Massa dio comienzo, justamente, en la costa bonaerense, pero piensa valerse del volante para recorrer gran parte del país. Así apuesta a reposicionarse luego de su opaca presentación en las legislativas de 2017. Dicen que mirará mucho los números de las encuestas. Si le alcanza jugará sus chances en las urnas; de lo contrario daría un paso al costado o podría buscar alguna alternativa en su provincia, Buenos Aires.
Dicen que no está alejado de Lavagna, pese a que en Alternativa Federal hay quienes apuestan a convencer al ex ministro para que sea precandidato presidencial. Justamente, ambos se reunieron el jueves a la noche en la casa del ex ministro, en Buenos Aires, después del paso de Massa por esta provincia.
En Mendoza el ex intendente de Tigre desarrolló tres jornadas bastante intensas que le sirvieron para acercarse a los intendentes del justicialismo, figuras clave en el engranaje del principal sector de la oposición si el PJ quiere realmente pelear el poder este año al cornejismo.
Hay un juego de conveniencias muy claro. El peronismo carece de grandes referentes, en especial en el no kirchnerismo; y Massa necesita del apoyo de las estructuras del PJ para revitalizar su frente. Cristina Kirchner es fuerte en el conurbano, pero no tanto en el resto de la provincia de Buenos Aires y en el interior en general. Esos extensos territorios pretende reconquistar el líder del Frente Renovador.
Aunque son 5 entre 18, los jefes departamentales del PJ en Mendoza siguen siendo estratégicos como elementos de poder territorial. Por eso en estos días Massa aceitó vínculos con Giménez, en San Martín, Aveiro, en Tunuyán, y los hermanos Bermejo, en Maipú. Y estuvo en San Carlos con uno de los referentes fundacional del Frente Renovador en esta provincia, Jorge Difonso. En lo estrictamente partidario, también se destacó su contacto con Guillermo Pereyra, el peronista massista que mucho contribuyó con su experiencia gremial para el fortalecimiento electoral de Cambia Mendoza hace casi cuatro años. Massa completó su periplo con visitas a sectores de la vitivinicultura y la producción en general. Vendría nuevamente en febrero para visitar los otros dos departamentos conducidos por el peronismo, San Rafael y Lavalle. Tiene una motivación: ninguna de las comunas del PJ mendocino es kirchnerista.
Lo de Massa liderando un espacio opositor es algo que tienta a muchos peronistas no K de departamentos que no están en manos de ese partido en este momento, que no ven en los 5 intendentes partidarios capacidad para elaborar un proyecto de gobierno claro. Un desafío a los que ya se anotaron como precandidatos del peronismo local.
En cuanto a la estrategia para esta provincia, trascendió que Massa dijo que seguirá siendo respetuoso de una eventual decisión de permanecer junto a Cornejo que puedan adoptar Difonso y Pereyra. El sancarlino ha tenido un acercamiento creciente con el cornejismo en los últimos tiempos, mientras que el diputado y referente gremial, con algunas intermitencias, se mantuvo del lado del oficialismo desde su banca legislativa.
Si las elecciones provinciales mantienen su calendario propio, con primarias en junio y generales en setiembre, no habría que descartar que el Frente Renovador confirmase su pertenencia a Cambia Mendoza. Difícil, pero posible... De lo contrario, se bifurcarán los caminos, porque Massa es fuerte opositor al gobierno de Macri. Hay que tener en cuenta que Libres del Sur, otro sector opositor progresista muy crítico de la gestión de Macri, no hace mucho ratificó su pertenencia al frente encabezado aquí por la UCR.
De una u otra forma, no habría que descartar que Difonso encabezara la lista de candidatos a diputados nacionales por el massismo, existiendo la posibilidad de que le tocase competir con Cornejo, al que muchos ya ven como principal postulante a la diputación nacional por Cambiemos.
Lo justo y necesario
En cuanto a la gestión provincial, el Gobierno se repone del disgusto que generó el desorden inicial del Mendotran, más allá de que las encuestas todavía reflejen mal humor por parte de la gente.
La semana trajo la inevitable información oficial sobre la inflación en la provincia. Se esperaba que el acumulado anual fuese muy elevado, pero no dejó de sorprender que la marca provincial superara por varios puntos porcentuales a la media nacional. Traspasar largamente el 50 por ciento no resulta simpático, más allá de que los temas inflacionarios tengan que ver mayormente con los desfasajes de la economía nacional.
De todos modos, Cornejo parece abocarse mayormente a la gestión en Mendoza, donde le espera una resolución de candidaturas que no se presenta muy cómoda y la organización de una campaña electoral que puede preocupar al oficialismo si la imagen de la gestión presidencial no repunta y el peronismo saca provecho de ello uniéndose en la provincia.
Dicen que la priorización de la gestión local y de la campaña fue decidida luego del encuentro que tuvo Cornejo con Macri en La Angostura, junto a Morales y Rodríguez Larreta. Allí el Gobernador dejó latente la posibilidad de que aquí las elecciones provinciales se realicen por separado de las nacionales. Sí tendría que mirar con cuidado la interna entre Mestre y Negri en Córdoba, en su condición de titular del Comité Nacional de la UCR, entre otras cosas porque, según trascendió periodísticamente, la Casa Rosada le ha pedido que intente poner orden entre los radicales de la Docta para evitar que haya interna.
Más allá de esa inquietud, y al cabo del viaje que inicia para estar presente en la Feria Internacional de Turismo, en Madrid, Cornejo dedicará el tiempo necesario a los cuidados de su administración y a evitar sorpresas y excesos en las cuentas. Por eso dispuso profundizar la quita de concesiones con el nuevo decreto para control del gasto que dio a conocer en la semana. Una medida mucho más drástica que la adoptada con el comienzo de cada año anterior de gobierno. La merma de la recaudación impositiva, por debajo de la inflación, encendió las alarmas.
Mientras dispone esos reajustes para que la estructura no cruja por culpa de la economía, Cornejo deja que quienes por ahora son sus delfines se sumen al verano festivalero, se hagan conocer un poco más y de paso asimilen algo de los más experimentados, como Massa, que pelea por mantenerse vivo en la liga nacional.