Quizás la edición 2018 del Festival Internacional de Cine de Cannes se convierta en el año con menos estrellas, sobre todo de Hollywood, en la alfombra roja.
Pero, comparado con los premios Oscar, el encuentro francés no necesita de esas constelaciones de visitas para seguir siendo una importante muestra internacional del mejor cine, aunque al mismo tiempo se le reclamen desde hace años algunos cambios internos.
Por lo pronto, el mes pasado, los productores de Cannes prohibieron que el servicio de transmisión streaming Netflix pueda exhibir antes en las pantallas francesas las películas que la compañía tiene en competencia en la programación de este año y en los años venideros.
A esto se le suma otra tendencia “anti tecnológica” de los organizadores, que no les cayó del todo bien a los espectadores: ha quedado prohibida la fotografía selfie en su glamorosa entrada felpuda, un mandamiento que ya está causando controversias y que muchos observan como una ridiculez absurda.
Es cierto: la visualización del género femenino en esta era del "#MeToo" ("Yo también) y el "Time's Up" ("Es la hora") estará representado en los miembros del jurado, con Cate Blanchett como capitana de una nave integrada por la realizadora independiente Ava DuVernay, las estrellas Kristen Stewart, Léa Seydoux y la cantante de Burundi Khadja Nin).
Pero a Cannes todavía le falta modificar sus códigos de conducta sobre quienes participan del encuentro en relación con las denuncias sobre todo tipo de abuso o acoso sexual contra las mujeres, una modificación de reglamentos que sí ostentan con orgullo los festivales Sundance, Tribeca y Cinema Con.
Sin embargo, se ha sabido que hay una inclinación sobre los estatutos internos del festival para mejorar estas vinculaciones extra cinematográficas.
“Cannes no puede ser un sustituto del sistema judicial ni de la policía: existen leyes contra el acoso y las agresiones sexuales y recordaremos a la gente”, dijo el mes pasado el director del festival Thierry Frémaux en una entrevista con Variety.
Hollywood presente
Aunque nunca compite en la lista anual, el festival tiene ya preparados los preestrenos de algunos tanques que están levantando expectativas y que les permite a los organizadores una publicidad extra y ese toque de “relación carnal” con los grandes estudios para los negocios de las coproducciones.
Para muchos especialistas, el momento más caliente será el estreno internacional de “Solo: A Star Wars Story”, de Disney, que se proyectará fuera de concurso el 15 de mayo convirtiéndose, dicho sea de paso, en el portal de entrada de celebridades más hollywodenses en todo caso, aunque los fanáticos detrás de las vayas de seguridad y los fotógrafos acreditados sólo se conformen con el desfile del director Ron Howard y del caprichoso actor protagonista Alden Ehrenreich.
Aunque en una escala no tan gigantesca de estrellas, sí se podrán ver los elencos de las películas con las que los críticos están más sintonía con las programaciones habituales para Cannes, comenzando con la noche de inauguración con “Todos lo saben” de Asghar Farhadi (protagonizada por Penélope Cruz, Javier Bardem y Ricardo Darín); “BlacKkKlansman”, de Spike Lee, y el thriller de David Robert Mitchell “Under the Silver Lake”, con Andrew Garfield, actor que ya confirmó su ausencia porque protagoniza la agitada agenda de funciones de la obra de Broadway “Angels in America”.
De todas maneras, observando las alfombras rojas de los últimos años, es fácil palpar la disminución de grandes figuras estadounidenses participando del encuentro, ya que los estudios han detectado que se gastan millones de dólares en enviar a la Costa Azul a los protagónicos de sus tanques, sin que esta inversión realmente pueda servir para apoyar a los filmes seleccionados. Un gasto que para ellos ya parece innecesario frente a los nuevos paradigmas de promoción y publicidad a través de las redes sociales.
Por otro lado, al cine llamado "independiente" le cuesta obviamente mucho más enviar desde diferentes continentes a los protagonistas de sus películas.
Eso sí, la cinefilia parece prevalecer sobre cualquier ausencia de estrellas. En Cannes se respira cine, y un cine que marca tendencia, que todavía seduce con placer entre los espectadores.
En esta constelación de ausencias y presencias de la Meca norteamericana, el magnate Harvey Weinstein, un personaje básico de la historia de la Croisette, obviamente no estará allí debido a las acusaciones de violación y asalto sexual que pusieron fin a su carrera. A él se le ha sumado ahora Roy Price, el ex director de Amazon Studios, que ni asomará su cabeza, luego de renunciar a su puesto en octubre debido a un escándalo de acoso.
Prejuicios
Aunque lleva años tratándose en las mesas de café, hay un tema de intercambio y adelanto de películas que ahora parece más palpable y está en relación directa con la entrada a la lista anual de los premios de la Academia de Hollywood.
En el ámbito del cine independiente (el que se premia y se aprecia en Sundance, por ejemplo), las productoras se van poniendo de acuerdo en la idea de evitar Cannes si las películas tienen las ambiciones de sumarse a la carrera de los Oscar.
“Cannes está muy adelantado en el calendario”, vociferan los productores. En todo caso, es preferible estrenar las películas en las rutas de exhibición más cerca de las fechas de votaciones de la Academia, como Venecia, Telluride y Toronto, antes que Cannes.
Esta modificación en las postas de los preestrenos de las productoras afectaron a películas como “Carol”, “Foxcatcher” y “Loving” y ahora marcan a otros proyectos de alto perfil, como las nuevas versiones de relatos como “A Star Is Born” de Bradley Cooper y “Suspiria” de Luca Guadagnino.
A las mujeres citadas como jurado, hay que sumar al actor chino Chang Chen y los directores Andrei Zviaguintsev, Denis Villeneuve y Robert Guédiguian.
Ricardo Darín abre el festival y habrá un film mendocino
La edición 2018 del Festival Internacional de Cine de Cannes debutará este año hablando en español, gracias a la película “Todos lo saben”, del iraní Asghar Farhadi, e interpretado por Penélope Cruz, Javier Bardem y Ricardo Darín, que abrirá el encuentro con la aspiración de conseguir la ansiada Palma de Oro.
Hacía mucho que Cannes no abría con una cinta que no fuera hablada en inglés. De hecho, desde 2004, cuando otra película española (“La mala educación”, de Pedro Almodóvar) dio la bienvenida al certamen.
El toque argentino que pondrá Darín en la competencia tendrá un eco, si se quiere, más notorio, en la más importante sección no competitiva del encuentro: la muestra “Un certain regard” (“Una cierta mirada”). Allí, no sólo se verá la película argentina “El ángel”, de Luis Ortega, con el Chino Darín en el protagónico. También se presentará la película “Muere, monstruo, muere”, escrita y dirigida por el mendocino Alejandro Fadel.
La cinta no sólo está firmada por este cuyano, sino que los paisajes son los nuestros, de cada día. “La ficción está ambientada en un Valle de Uco inventado, una zona rural de alta montaña donde un grupo de policías intentan, sin demasiado éxito ni voluntad, resolver una serie de crímenes contra mujeres que aparecen brutalmente decapitadas. Digamos que este es el contexto y la principal excusa narrativa de la película”, contó hace poco Fadel a Los Andes, en una entrevista.