Con un litoral de más de 500 playas el estado de Santa Catarina, el más cercano a nuestro país, es el que atrae a más argentinos cada verano. La localización es un llamador pero además la variedad de arenas –cada una con su fisonomía y estilo distintivo- y las posibilidades de alojamiento –desde posadas, hoteles, hostels, casas en alquiler y campings - que brinda al viajero.
Por supuesto Florianópolis y Camboriú son los grandes epicentros de las vacaciones seguidos por Praia dos Ingleses y las blancas Bombas y Bombinhas.
Lo cierto es que en los últimos años asoma con gran talante las playas de Ferrugem, adoptadas como propias por los nativos argentos que gustan de la movida brasileña con amenities para “albicelestes”. Las familias con niños y adolescentes, y los sub 25 que viajan solos están optando por este sitio que tiene mucho para ofrecer.
La naturaleza de verdes morros acechando al mar, los noveles servicios turísticos que se han desarrollado en apenas dos o tres años a esta parte, la condición de ser un enclave pequeño pero con todo lo necesario para que diversos grupos etáreos la pasen de maravilla, algunos de los ítems que pusieron a Ferrugem de moda para el verano 2015.
Los precios también son alentadores, y esto no es un dato menor. Si bien el Real no está en el mejor momento para los visitantes de estos lares, hay paquetes realmente convenientes desde Mendoza para tener en cuenta.
Para enero 10 noches en posada o casa, asistencia al viajero y coordinación, bus semi cama, desde $ 7.770 con desayuno base quíntuple; base cuádruple $ 8.059 y doble desde $ 10.265.
Otra de las alternativas, también en bus, consiste en 7 días en Ferrugem, en posada, 2 noches en Cataratas en hotel con media pensión, desde $ 11.300 por persona.
A disfrutar
El balneario se encuentra junto a la ciudad de Garopaba y Praia Do Rosa, a escasos 80 kilómetros de Florianópolis. El nombre "Ferrugem" proviene del color ocre que toma el mar cuando hay tormentas, tornando el espectáculo natural fascinante con el contraste de los morros siempre verdes.
Aguas mansas para algunos, olas enormes para los surfistas, el día ofrece tranquilidad a todos a su medida en su apacible bahía. De noche en tanto la movida se vuelve frenética dando alternativas a los adolescentes y a los no tanto, para pasarla bien.
Restaurantes, pubs, bares con fiestas hasta el amanecer, la clave de los que optan por esta zona. Atención para los que vayan en febrero sepan que la época de carnaval es colorida y con escasas horas de sueño pues las celebraciones se mudan a las calles y a las playas con caipirinha, cerveza y mucho baile.
Qué hacer
Surfear. La extensa bahía situada entre dos morros permiten zonas con olas bravas que deleitan a los que practican el deporte acuático.
Arena y sol. hacia el sur, las playitas que recuerdan su pasado de pueblo de pescadores, realmente encantadoras. Matadeiro y Armaao las más afamadas. Algunas más agrestes, otras más familiares y hasta están las románticas.
Cachoeiras. A 15 kilómetros de Ferrugem se sitúa un conjunto de hermosas cascadas (cachoeiras en portugués) que son un remanso para el calor y la humedad de los morros. La Encantada y la de Macacú, las más lindas con piscinas naturales para practicar snorkel. Muy cerca en la desembocadura de la Laguna Encantada y el Morro del Indio, antiguo cementerio de los primeros habitantes, está Praia da Barra. Un sitio delicioso para descansar, relajarse y disfrutar de la panorámica de toda la costa.
Praia do Rosas se sitúa a 12 kilómetros. Aguas transparentes saltan sobre las arenas blancas en una bahía de 2 km de extensión. Luego paseos de ecoturismo, lagunas soñadas y también deportes de agua para cambiar el paisaje en una o más jornadas de vacaciones.
Garopaba, es la vecina mayor, situado a 5 kilómetros apenas. Su encanto de antigua villa pesquera con construcciones añejas y calles apretadas en lo alto de un morro, sitio ineludible al atardecer cuando se enciende la feria artesanal, marcan el ritmo de un poblado en crecimiento. Los servicios turísticos, los comercios y hoteles se incrementaron como el número de turistas que los visita, incluso cuentan con un importante resort.
Isla de Coral. A solo 50 minutos en barco desde el puerto de Garopaba la diminuta isla con su faro esperan a los viajeros para mostrarle tesoros de arte rupestre.