Fernando Ramírez: un mendocino con buena estrella

El ex Stan y Lasky protagoniza una obra en la Costa junto a la siempre polémica Victoria Xipolitakis. “Somos dos capocómicos en escena”, describe. Está nominado para el premio Estrella de Mar, que se entrega mañana a las 21 (emite TV Pública).

Fernando Ramírez: un mendocino con buena estrella

Aunque hace veinte años dejó Mendoza, para radicarse en Buenos Aires y probar suerte. En todo ese recorrido, Fernando Ramírez no se puede quejar. A fuerza de tesón y un poco de suerte, conquistó la pantalla de ShowMatch y con ello el teatro.

Aunque pase el tiempo, su tonada mendocina no desaparece. Como la costumbre, de tenerlo de referencia, como uno de los pocos artistas, que luego de 18 años, son parte de la temporada teatral de verano, en Mar del Plata o Carlos Paz.

Ahora, con su reciente nominación a los premios Estrella de Mar 2016, protagoniza junto a Victoria Xipolitakis “Igualmente distintos”. Un espectáculo donde repasa su derrotero de personajes, unido a la frescura de la polémica vedette. (Los premios se entregan mañana y se transmiten por la TV Pública desde las 21)

“Nos va bien. No es por tirar manteca al techo. Es una temporada difícil, a nivel país ha cambiado todo, por eso también se siente. Pero de cualquier forma, las temporadas tienen altibajos siempre. Justamente estaba hablando con gente de acá y me decían, que en el 2009 fue más bajo que este año. Es relativo. De cualquier forma no estamos en un teatro muy grande. Cuando hice “Copycat” era el Tronador, que es gigantesco. Por eso tenemos lleno todos los días, nos sirve a nosotros”, cuenta sobre el balance de la temporada.

De martes a domingo, acompañado por un grupo de bailarines, ambos son las estrellas de este show que estrenó en el Teatro 5 Sentidos de la ciudad atlántica. Pero al margen de lo que parece, la compañía de la griega sobre las tablas, es un nuevo desafío para Ramírez, quien se sabe mover en el humor y el canto.

Con una estética a los James Bond, la obra discurre entre personajes como Ricardo Montaner, Cacho Castaña, un homenaje a Pavarotti, Mercedes Sosa, el Papa Francisco y monólogos de la blonda, donde explota su carisma.

-Hay una realidad y es que la gente sigue eligiendo los espectáculos cómicos en las temporadas de verano...

-Lo bueno que pasó en nuestro espectáculo es que es humorístico musical. El género de revista no lo transito. A partir de “Copycat” cambió mi concepción de cómo hacer un espectáculo. Y también el desafío de hacerlo con Vicky, de cambiarle el perfil… ella que viene de la revista. Y es lo que logramos, porque tenemos tanta química arriba del escenario y la transformamos en una comediante, que lógicamente se remita a sí misma.

Somos dos capo cómicos solos que encabezamos el elenco. Y donde la pantalla tiene un peso fuerte, además de los bailarines que acompañan. La gente se va enloquecida porque descubre a otra Vicky. Y yo también hago otras cosas; por ejemplo rescaté personajes como Juancito, que hacía diez años que no hacía en teatro. No fue un personaje que exploté tanto en televisión. Nunca pensé que iba a seguir funcionando.

-Después de años de teatro, ¿cómo fue trabajar con Vicky? Un personaje polémico…

- Vicky para mí tiene un carisma a prueba de bala. Es muy liviano trabajar con Vicky. Es una persona alegre, divertida… feliz. Entre nosotros nunca hubo ningún problema. Vamos interactuando con los personajes que a ella la identifican.

Por ejemplo El Papa o el Ratón Mickey. Y luego habla con su inconsciente. Es buenísimo, porque hay un diálogo muy jugoso, porque ella misma se ríe de sí misma. Y creo que esa está buenísimo, porque se muestra como es.

-Una de las noticias del verano es su romance con José Ottavis, ¿vos sabías de esa historia?

-No. Yo a Ottavis lo conocí el mismo día en la sala. La noche del debut señaló al público y estaba él. Lo conocí después en la cena.

Un actor con estrella propia

Esta semana se conocieron las nominaciones a los Premios Estrella de Mar 2016, con la grata sorpresa que Fernando Ramírez está nominado como Mejor Labor Cómica Masculina. En 2014 tuvo la satisfacción de alzarse con una estatuilla por “Copycat, todos queremos ser otro”.

Y ahora planea repetir la historia, aunque comparte terna con amigos y artistas de peso, como Martín Bossi (“Bossi Big Bang Show”), Bicho Gómez (“Stravaganza, estados del tiempo”), Campi (“Campi, el unipersonal demoledor”)  y Gabriel Gavila (“Dillinger y #Reir”).

-Nuevamente estás nominado a los Premios Estrella de Mar y competís con colegas reconocidos...

-Sí, pero somos todos amigos. El día que nos enteramos de la nominación, estábamos cenando con Martín Bossi. Con Campi también somos amigos; con el Bicho Gómez laburamos juntos. Justamente eso hablábamos con Martín la otra noche. Hace diez años atrás, hacíamos “Match humor” con Bossi, Peña, Almada, Pichu y yo, acá en Mar del Plata. Es más, a mi mujer me la presentó él. Y mira el camino que transcurrimos; diez años después estamos en una terna como mejor humorista. Está buenísimo que uno fue creciendo en esta profesión.

-Tienen estilos similares, porque juegan con la imitación que la gente los tiene como referencia, pero también hacen sus monólogos y personajes

-La imitación es simplemente una excusa. Tanto Campi, como Martín o yo somos actores. Lo que pasa es que en un momento en donde trabajamos en la tele, la necesidad era esa. Marcelo Tinelli necesitaba que imitáramos, entonces representábamos a políticos, cantantes. En esa época inauguramos la imitación de cantantes en el programa, por ejemplo.

Pero no somos imitadores en el concepto de la imitación. Somos actores que estamos haciendo de. Tratamos de buscarle a cada uno, algo que tenga que ver con nuestra personalidad. A mí me gusta buscarlos desde lo físico. Pero somos actores, yo utilizo la imitación para hacer humor. Buscamos que sea un medio.

-Luego de esta temporada, ¿qué proyectos se avecinan?

-Estamos viendo con la producción como seguimos con este proyecto. Una de las ideas es hacer una gira por el interior del país y otros países limítrofes. Y tengo algunas propuestas de televisión y seguramente en marzo, tendré algo concreto. No te puedo adelantar nada, soy de los que piensan que si cuento algo, después no pasa. Hasta que no tengo el contrato firmado, no cuento nada. También tengo la suerte que todos los años surge propuestas para trabajar en el extranjero.

-A Mendoza, ¿venís con frecuencia?

-Te voy a decir la verdad. En ocho años fui el año pasado, pero fue una visita fugaz para un show y no tuve tiempo, ni para ver a mi familia. Hice el show y al otro día me tomé el avión. Es por una cuestión de tiempos. Mi laburo no me permite tener tanto contacto, porque mi cotidianeidad está en Buenos Aires. Cuando tengo un tiempo, me voy a mi casa en el campo.

-Estas muy arraigado a Buenos Aires…

-Hace 20 años que me fui de Mendoza, pero mi cotidianeidad tiene que ver con Buenos Aires. En mi memoria trato de recorrer lugares, que tienen que ver con mi historia. Pero soy mendocino y siempre la gente tiene como referencia eso. Además parte de mi historia está allá.

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