La actualidad de Rivadavia no es novedad. Desde hace varios años se ha convertido en el mejor equipo de Mendoza. Lo demuestra en la cancha.
Entonces, ¿es casualidad que se haya convertido en el mejor equipo del país en el Torneo Federal?
Para nada. Es consecuencia de un trabajo serio, profesional y digno de imitar. Por algo, en esta temporada tiene un récord fantástico: 15 triunfos y sólo dos derrotas. Es decir, casi el 90% de efectividad. Impresionante. Y uno de los máximos responsables de este presente exitoso es su entrenador, Fernando Minelli. Ex jugador de la institución y el DT más exitoso en la historia del Naranja.
Tras cosechar una nueva victoria en el TFB, esta vez en el Pozo Apache, ante Atenas Sport Club (73-82), el “Colo” habló con Más Deportes y analizó la actualidad de su equipo que hasta el momento, parece imbatible.
- Se habló mucho en la previa del partido con Atenas. ¿Es especial ganar en el Pozo Apache, por lo que representa?
- Es especial ganar de visitante. En una cancha muy complicada. Fue un partido durísimo. Se define en la últimas bolas. Nosotros habíamos sacado una diferencia. Ellos reaccionaron con garra, tesón y la levantaron. Supimos definirlo en las pelotas calientes. Es un triunfo más, por ser de visitante, puede tener un sabor especial.
- ¿Cómo lográs motivar a este plantel que demuestra en cada partido un hambre de gloria terrible?
- La motivación es vestir la camiseta de Rivadavia. Estamos obligados a lograr algo más siempre. La clave hasta el momento es el gran grupo que se ha armado. Todos se tienen mucha confianza. Ante Atenas, el juvenil Stefano Arancibia, jugó un gran partido y tuvo que reemplazar a una figura como el Hueso Ronco. Todo el equipo le brindó una confianza magnífica.
- ¿Cuál es la virtud del equipo para ser tan efectivo en defensa y lastimar en ofensiva cuando el partido entra en la zona caliente?
- Es un estilo de juego nuestro. Siempre la defensa fue uno de nuestros mayores argumentos. Es un grupo muy unido, fuerte de la cabeza, adentro de la cancha y afuera.
- Por momentos, parecen imbatibles.
- Los triunfos te dan un plus de confianza. Hoy, será muy difícil vencernos.
- ¿Se puede soñar en grande?
- Seguro. Ya estamos ilusionados con el número 1. Queremos siempre un poco más. Los play offs son especiales. Uno nunca puede saber lo que va a pasar. Vamos a dejar todo por llegar a lo más alto.
- Olvidate por un minuto del TFB. ¿Qué reflexión te merece el final del 2015 del basquet local. Te dolió quedar afuera cediendo los puntos?
- Duele perder de cualquier forma. Uno en la cancha, sabe que se esfuerza al máximo y si te toca perder, buscás una explicación deportiva.
- ¿Por qué no se presentó Rivadavia a jugar las semifinales del Torneo Clausura?
- Nosotros ya habíamos acordado con los jugadores las fechas de las vacaciones. Los dirigentes la quisieron respetar. Me pareció acertado. Por ahí, tuvimos muchos chicos lesionados. En ese parate, se recuperaron y ahora tenemos este presente. De todos modos, sería hablar con la bola de cristal.
- ¿Qué sentiste cuando se disputaron las finales entre Atenas y San José?
- En el momento pensás que no molesta no estar. En frío, todo lo contrario. Uno quiere estar siempre. Rivadavia ha jugado todas las finales los últimos años.
- ¿Cómo sigue esto. Te imaginás cambios?
- Hay que replantearse varias cosas, organizarnos mejor. Y que todo se defina dentro de la cancha, como corresponde. Somos deportistas y es lo mejor para el basquet.