No existe consuelo. El triple agónico del número 10 de Provincia de Buenos Aires, Sebastián Farías, sobre la chicharra, rompió corazones. Dañó ilusiones. Había que ver el rostro de Andrés Berman, el capitán del equipo con los ojos repletos de lágrimas.
La cara de fastidio de Ariel Ramos, la máxima figura de esta Selección. La voz de experiencia de Federico Grenni, quien inmediatamente se acercó para alentar a sus compañeros más jóvenes como Rivero, Llaver, Moreno, Lincheta, entre otros. El cordobés sintió la camiseta Borravina como propia y es digna de destacarlo. Otro que no encontraba consuelo fue el propio entrenador Fernando Minelli, quien se retiró del estadio junto a sus colaboradores y en ningún momento dejó de destacar la actitud de sus jugadores. El Colo analizó la derrota junto a Más Deportes.
¿Qué sentís en este momento, bronca, dolor, tristeza, impotencia, qué pasa por ese corazón y esa cabeza?
-Realmente estamos fulminados. Sentimos todas esas palabras que nombras de manera conjunta. Estuvimos tan cerca de pasar a otra instancia que es imposible sentirse de otra manera. Era muy importante para el básquetbol mendocino meterse entre los cuatro mejores del país. Eso duele más.
-¿Se le puede encontrar alguna explicación a ese desenlace final, en el cual Mendoza se queda con las manos vacías?
-En estos momentos uno puede realizar un análisis un poco más frío. Mendoza tiene un equipo muy juvenil, sin embargo tanto ellos como nosotros cometimos muchos errores en la parte técnica. En este tipos de juegos enfrentamos a equipos con jugadores determinantes y no podemos cometer errores. Pero tenemos muchas esperanzas con el futuro de estos chicos. Pensamos que cuando se junten todos podemos formar un equipo más temible.
-Consulta técnica, cuando quedaban 17 segundos y reponían ellos desde la mitad de la cancha, tu orden en el banco fue defender el balón para ir a suplementario, ¿por qué no cortó Mendoza para tener la última bola?
-Pensábamos que ellos iban a intentar penetrar y buscar la falta, ya que con un punto ganaban el partido. Nunca nos imaginamos en un tiro de tres puntos sinceramente. Ahora, se analiza en frío y lo que decís pudo darse. Teníamos un minuto para correr la cancha sin que pasara el tiempo aún, pero bueno, son las cosas lindas que tiene el básquetbol. Farías estaba por hacer un pase y le gritaron que tirara, entonces muñequeó y la pelota entró. Fue así. Increíble. Eso es lo que nos deja tirados.
-¿Qué palabras le dijiste a los jugadores en el vestuario. Cómo hacés para levantarle el ánimo a un equipo que se le escapó la clasificación en el último segundo?
-Les hablé con el corazón, les dije que tienen que estar orgullosos de lo que hicieron, que dejaron la vida en la cancha. Vinieron y le ganaron a Tucumán con garra, actitud y un juego convincente. Fueron dos partidos y cuatro días de convivencia donde se portaron de maravillas. Este es el camino que tiene que seguir Mendoza.
-¿No te dan ganas de tener una revancha en 15 días, máximo. Este equipo por lo que demostró estaba para más?
-Así es, si me decías, ya quiero jugar. Pero ya lo dije anteriormente. No me gusta jugar este tipo de argentinos. Es increíble que nosotros que ganamos el primer partido, tuvimos que volver a jugar a las 24 horas. Es lógico que descansaremos. Tucumán era local y hay que bancársela.
-Aún no sabés si se cumplió el objetivo planteado antes de esta fase.
-Si antes de salir de Mendoza me decías que salíamos segundos, lo firmaba. Evitábamos la zona descenso. Pero al ganarle a Tucumán, nuestro objetivo cambió. Queríamos llegar a la Final Four para estar entre los cuatro mejores del país. Igual estoy tranquilo. Este equipo tiene futuro. Tenemos que seguir con esta misma forma de trabajo y también con esta base de jugadores.