La última escena es él en su cama, aguardando silenciosamente la muerte. Sobre la mesa de luz, como estampita del absurdo, una foto de Samuel Beckett.
La primera escena de esta historia -la del Fernando Lorenzo dramaturgo- transcurre en una tribu. Pues la primera obra dramática que el mendocino escribió, junto a Alberto Rodríguez hijo, allá por el '63, lleva por título "Naheiquintún".
"Una obra indigenista, a pesar de lo difícil que es hacer teatro de tema indígena en Argentina", explica la profesora e investigadora Graciela González de Díaz Araujo quien, junto a Beatriz Salas, recuerda haber tipeado los guiones de Lorenzo en pliegos oficio, uno por uno, cuando empezó este afán de compilar sus textos en la era pre-digital del Conycet.
Desde luego, Graciela recuerda la puesta de Walter Neira, "la muerte de los indios influenciada por Kantor" y un enorme caballo con ruedas en medio del macabro cuadro de la muerte originaria que quizá ninguna Vendimia vaya a superar.
Ahora, esa versión original de “Naheiquintún” y una más reciente adaptada por Sonnia de Monte se pueden hallar en este libro fundamental: “El Universo Teatral de Fernando Lorenzo”.
Y mucho más. Claro que la obra fundamental de este universo, la que le valió una bomba al TNT, es “Los establos de su majestad”, escrita en el ‘73.
En esos años -rememora Graciela- Mendoza era un luminoso polo cultural. Di Benedetto, que ya había sembrado con raíces profundas el absurdo, irradiaba desde su literatura y sus artículos en Los Andes. "El absurdo, de hecho, prendió en esta provincia como en ninguna otra", afirma la investigadora.
Son los años en los que ingresa con furor el teatro épico de Bertold Brech. Y en los que Lorenzo lo somatiza en clave latinoamericana.
Escribe "Los establos de su majestad" con una perspectiva histórica crítica (en contra de Inglaterra) y con todo el aparato brechtiano. Osadía que le valió el estallido.
Pero la obra más adaptada de Fernando Lorenzo fue “El concierto a fuego lento de la Sra. Decroly”. Una violinista ciega, que intenta partir a Canadá en busca de fama, y que muere tristemente frente a una sociedad hipócrita, acaso semejante a la mendocina.
Ya dijimos que como todo escritor (como todo buen escritor), Lorenzo se autoimpuso un tour de force, una lectura, cruda y simbólica a la vez, de su contexto.
Decía que “todo artista tiene que ser fiel a su tiempo”. Lo hacía con el corazón caldeado de los creadores del ‘50, pero quizá también con un recelo futuro.
“Poeta, cuídate”, advirtió en verso libre, “Cuida también la antorcha si vas a la batalla...Cuida al fin tus palabras. Porque has venido al mundo a soplar al oído de los hombres la tempestad y su cortejo de cristales partidos”. Quiso, eso sí, legar esa conciencia áspera, capaz de avanzar por el mundo “horizontal dando portazos”.
No es extraño que su obra haya nacido así, estrangulada en mínimas tiradas y pocas antologías. Por eso cada hallazgo y transcripción de estas compiladoras es valioso. Más si pensamos que no se han detenido en los textos dramáticos sino que han indagado en sucesivas adpataciones y puestas.
Graciela conoció personalmente a Lorenzo en el "Grupo Aleph", donde coincidían poetas, narradores, ensayistas. Recuerda haber presenciado junto a él la puesta en escena de "Un lunes", que es la verba de un hombre gris, bajo un shock de lucidez.
Según sus investigadoras, la obra teatral de Lorenzo se puede dividir en dos bloques. El primero responde a la poética histórico-épica brechtiana, referida a su etapa de producción de "Nahueiquintún" y "Los establos de su majestad", en coautoría con Alberto Rodríguez hijo.
El segundo presenta la concepción poética propia de los textos absurdistas con elementos del grotesco, plasmada en “El cerrojo”, “La conferencia”, “Un lunes”, “El duque” y “Concierto a fuego lento de la señora Decroly”.
En todas sus producciones muestra al hombre empequeñecido, minimizado, incomunicado, prisionero de la soledad y la desesperanza en una sociedad adversa y enclaustradora. Por sobre esa visión desencantada sobrevuela el lenguaje poético y el agudo humorismo, centrado en la sátira paródica y la caricatura."
Influenciado por sus lecturas, el teatro de Lorenzo se abre como un abanico partiendo de la transformación que sufre el hombre en relación con una tríada conformada por el Tiempo, la Memoria y la Costumbre a lo largo de su vida. El tiempo, al igual que ese río que fluye para Heráclito, convierte al individuo en el escenario de un proceso constante de trasvase.
Universo
"El Universo Teatral de Fernando Lorenzo" se inscribe dentro de la Colección Historia Teatral, editada por el Instituto Nacional de Teatro. El mismo cuenta con la Compilación de las destacadas docentes universitarias e investigadoras Graciela González de Díaz Araujo y Beatriz Salas y análisis crítico por Graciela González y Gustavo Casanova.
Actor, director, poeta, narrador y dramaturgo mendocino, Lorenzo fue profesor de artes plásticas y crítico de arte. Egresó de la Escuela Superior de Arte Escénico, como alumno y colaborador de Galina Tolmacheva.
“En todas sus obras muestra al ser humano empequeñecido, incomunicado, prisionero de la soledad y la desesperanza frente a una sociedad adversa y enclaustradora. Por sobre esa visión desencantada sobrevuela el lenguaje poético y un agudo humorismo centrado en la sátira paródica y la caricatura”, se explica.
La mayoría de sus obras fueron estrenadas por directores locales de reconocida trayectoria.
En la presentación de este libro se invita a disfrutar de este enorme escritor, a través de representaciones de fragmentos de sus obras y participación de importantes referentes de la cultura local, convocados a partir de un recorrido por este universo. Habrá un repaso por los textos dramáticos y puestas en escena de uno de los más grandes exponentes de la dramaturgia de Mendoza.
Programa
Hoy, a las 11, en la Sala Elina Alba (España y Gutiérrez, Ciudad)
Apertura: Fragmentos del documental Fernando Lorenzo. Extranjero en su tierra. Dirección Ulises Naranjo
2. Introducción: Graciela González de Díaz Araujo
3. Representación: Fragmento de Un lunes por José Kemelmajer
4. El Universo Teatral de Fernando Lorenzo por Gustavo Casanova
5. Representación de Nahueiquintún: Laura Bagnato
6. Experiencia como director: Walter Neira
7. Representación de Los establos de su majestad: Jorge Fornés
8. Experiencia como directora: Vilma Rúpolo
9. Cierre mesa: Graciela González de Díaz Araujo
10. Fragmentos del documental Fernando Lorenzo. Extranjero en su tierra. Dirección Ulises Naranjo
11. Ágape y obsequio de libros.
