Fernando Alonso se tomó con humor, casi desde que salió del monoplaza accidentado, su tremendo accidente durante el Gran Premio de Australia, del que salió milagrosamente ileso.
"Creo que se refieren a mí", comentó esta mañana en las redes sociales tras hacerse una foto con el periódico australiano Herald Sun, en el que se puede leer en portada: "el hombre más afortunado vivo"."Ahora me tomo unos días de descanso, lo necesito", comenta, una prolongación de lo que repetía ayer tras acabar la carrera.
"Estoy bien". Fue la frase más repetida. Y era verdad. Rengueaba un poco de la pierna derecha, pero sólo era "por el golpe de rebotar en el habitáculo", comentó Fernando mientras caminaba para declarar ante los comisarios. "Me vi volando y no sabía dónde iba a acabar. Pero la verdad es que el último impacto, no lo recuerdo especialmente fuerte", agregó.
“Quiero dar las gracias a McLaren, a la FIA, por la seguridad actual de los monoplazas. A mis compañeros y a los aficionados por la preocupación mostrada y por el apoyo incondicional. Ahora, a recuperarse, a pensar en Bahréin para volver a subirme al coche y conseguir los primeros puntos".
La primera imagen por televisión fue la de Gutiérrez parado en la gravilla y, según se abría el plano, apareció un coche panza arriba incrustado contra uno de los muros, el que conduce a la curva 3, un codo sin nombre conocido en este circuito de Albert Park. Fue uno de los motivos por los que el drama no subió al estómago directamente. Eso y que la imagen de Fernando saliendo por su propios medios fue una de las primeras. El golpe no se vio en directo, salvo para los protagonistas, Fernando Alonso y Gutiérrez y un fotógrafo que captó la escena completa.
Gutiérrez estaba preocupado y asustado y no tuvo ni un reproche para el español. Todo lo contrario, se acercó andando, una vez que Alonso pudo salir de rodillas hasta el suelo, y llegó de inmediato para interesarse. Luego, en el centro médico del circuito se volvieron a encontrar. Hubo bastante miedo, a pesar de que es gente curtida en mil batallas.
