Después del segundo y último debate presidencial, y con el próximo jueves como punto final de la campaña electoral, Mauricio Macri y Alberto Fernández, los principales contendientes del domingo 27, llevaron ayer sus discursos a distintos puntos del país: el Presidente y candidato a la reelección viajó a Jujuy con su marcha del "Sí, se puede", mientras que el candidato del Frente de Todos estuvo en Olavarría y Bahía Blanca, dos importantes ciudades bonaerenses donde la oposición aspira a desplazar al macrismo.
Jujuy fue de las pocas provincias que le dio buenas noticias al oficialismo. Allí consiguió la reelección el gobernador radical Gerardo Morales, aunque con 15 puntos menos que en en la elección 2015. En las PASO, la fórmula de los Fernández se impuso al binomio Macri-Pichetto por casi 16 puntos, una diferencia similar a la que hubo a nivel nacional.
Los estrategas de campaña de Juntos por el Cambio creen que se pueden recuperar varios puntos.
Sobre una camioneta, junto a Morales, Macri recorrió una parte de San Salvador de Jujuy, hasta llegar a la Plaza Belgrano. "¡Vamos a dar vuelta la historia, vamos a dar vuelta la elección!", arengó Macri, sobre el escenario, ante la multitud reunida.
Después del masivo acto del sábado, frente al Obelisco, en el oficialismo confían en “dar vuelta la elección”, tal como pregona Macri en las marchas.
Los ministros de Transporte, Guillermo Dietrich, y de Educación, Alejandro Finocchiaro, se mostraron optimistas. Dietrich, calificó de "impacto emocional" positivo para el presidente a la jornada vivida el sábado pasado. "Fue una rebelión pacífica", dijo.
“Sociológicamente se traduce en la rebelión de los mansos”, completó Finocchiaro.
La marcha del "sí, se puede" llegará hoy a Rosario, mañana estará en Mar del Plata (otra ciudad en la mira del Frente de Todos y que fue elegida como posta final de la campaña), mientras que el cierre será en la ciudad del Córdoba, este jueves frente al Patio Olmos.
El periplo de Fernández
El candidato del Frente de Todos volvió ayer al modo "presidente electo". Había asumido ese papel desde su contundente triunfo en las primarias, pero curiosamente lo resignó en el debate del domingo ante la iniciativa que mostró el candidato a la reelección.
Ayer, Fernández insistió en alertar sobre la eventualidad de que si es electo el domingo, Macri pueda generar una suerte de "golpe de mercado", como a su juicio permitió que sucediera después del 11 de agosto: el dólar subió 30%, lo que rebrotó la inflación. En septiembre llegó a 5,9%.
"Lo que quisiera es que si el resultado le es adverso, Macri no se enoje como la otra vez y no maltrate a los argentinos. Y no libere al dólar para que escale, como lo permitió (tras la derrota en las Paso)", dijo Fernández. Ese concepto reiteró ayer en conferencia de prensa en Olavarría y Bahía Blanca. A esas ciudades bonaerenses llegó por la tarde el candidato peronista junto al aspirante a diputado nacional y jefe del Frente Renovador, Sergio Massa.
Antes, a la salida del edificio donde vive, había hecho hincapié en la misma advertencia, con algún detalle: Le atribuyó al Presidente haber ordenado al Banco Central que no interviniera en el mercado de modo que este se disparara como sucedió el lunes 12 de agosto. "Hay una denuncia penal que así lo dice", remarcó. "Que Macri se quede en la grieta", dijo
La agenda de Fernández para el tramo final de la campaña prevé mañana un acto en Resistencia, Chaco, mientras que su compañera de fórmula Cristina Fernández cerrará en La Plata la campaña bonaerense. La fórmula cerrará el jueves en Mar del Plata.