Alberto Fernández tendrá hoy, con el Papa Francisco, un encuentro que será la antesala de una gira europea clave para la reestructuración de la deuda pública. La reunión tiene como condimento la promesa electoral del presidente de avanzar en la sanción de la ley de aborto legal.
El mandatario descartó que la legalización del aborto vaya a ser un asunto sobre el cual conversen con Francisco: Fernández no solamente está a favor sino que presentará al Congreso un proyecto de ley en este sentido, para que sea debatido este mismo año.
Por el contrario, indicó que tiene otras "cosas muy importantes que hablar" con el Papa, como son "la pobreza, la marginación", que sufre hoy la Argentina.
Tras su visita al Vaticano, adonde llegó ayer a la mañana, Fernández se entrevistará con el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, en Roma; en Berlín, con la canciller Angela Merkel; en Madrid, con el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, y en París, con el presidente Emmanuel Macron.
Todas las reuniones están orientadas a conseguir apoyos para la renegociación del préstamo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y de las obligaciones con acreedores internacionales.
Dos gobernantes argentinos
El encuentro entre Fernández y Jorge Bergoglio concita una atención especial porque es el primero que ambos mantendrán de manera oficial pero privada, cara a cara, después de varios diálogos por teléfono y por correo electrónico.
La relación entre Francisco y el ex presidente Mauricio Macri fue distante y fría, y se cree que este nuevo vínculo con Fernández será de mayor cercanía, no sólo por la simpatía que el Papa mantiene con Cristina Fernández, que ahora es la vicepresidenta, sino porque dirigentes muy cercanos al Presidente lo son también del Pontífice.
Ellos son el diputado Eduardo Valdés, embajador ante el Vaticano de octubre de 2014 a diciembre de 2015; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz, quien es supernumerario del Opus Dei; y el secretario de Culto, Guillermo Oliveri, que ocupó ese cargo de 2003 a 2015, tiempo durante el cual trazó un vínculo con Bergoglio como arzobispo porteño y cardenal y, posteriormente, como Papa.
La espina que lacera a la relación es la promesa de Fernández de que Argentina tenga una ley de aborto legal, propuesta que es resistida por la iglesia, tanto en Argentina como en el Vaticano.
El encuentro entre Fernández y Bergoglio está previsto para las 10.30 de la mañana de Roma, las 6.30 de Argentina.
"El Papa significa mucho para mí; es un líder moral, el líder de la Iglesia Católica; significa para mí un reencuentro con la Iglesia, a la cual pertenezco; se lo he dicho muchas veces", destacó Fernández, en declaraciones a la prensa que formuló al ingresar a la residencia de la embajada argentina ante la Santa Sede.
Fernández viajó con su pareja, Fabiola Yáñez; Oliveri; Béliz; el canciller, Felipe Solá; la ministra de Justicia, Marcela Losardo, y el secretario de Comunicación y Prensa, Juan Pablo Biondi.
Sobre la parte de la gira posterior al Vaticano, Fernández dijo al portal Infobae que "el tema de la deuda va a estar en la discusión y también estará el tema del Club de París, parte de la deuda argentina", y que éste será un asunto que discutirá "sólo con Macron". "Italia, Alemania, España y Francia, tienen representación en el board del FMI", resaltó.
Por otra parte, confirmó la postulación de María Fernanda Silva como embajadora ante el Vaticano. "Ya mandé el pliego", respondió Fernández. Silva ya fue la número dos de la Embajada argentina ante el Vaticano.