El presidente electo, Alberto Fernández, culminó anoche su agenda en México y volverá mañana a Buenos Aires para terminar de definir su gabinete, una parte del cual sería dado a conocer en un par de semanas.
En las próximas horas, Fernández brindará su primera conferencia de prensa en el país como jefe de Estado electo, acompañado por Santiago Cafiero, Gustavo Béliz, Eduardo "Wado" de Pedro y Vilma Ibarra, los cuatro dirigentes elegidos para conducir la transición. Son ellos los que ya están trabajando con la jefatura de Gabinete de Mauricio Macri por la transición y la Cancillería, para organizar la ceremonia de traspaso de mando que se celebrará el 10 del mes que viene.
Trascendió que el 19 de noviembre es el día elegido para presentar al equipo económico y, lo que más espera el mercado financiero, al ministro de Economía. Pero allegados al mandatario electo relativizaron esa fecha dado que por ahora el propio Fernández no definió esa agenda.
El presidente electo aterrizará mañana en Buenos Aires con un maletín cargado de promesas del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, para la expansión del comercio bilateral. Pondrá el foco de su política exterior en el Grupo de Puebla.
Ayer a la tarde se entrevistó con Rafael Correa, el ex presidente ecuatoriano que se asiló en Bélgica. El objetivo trazado es reimpulsar la Unasur e impulsar el eje progresista en América Latina. Esto es visto de reojo por los Estados Unidos y Brasil.
Sin que baje el nivel de tensión, ayer el presidente brasileño Jair Bolsonaro confirmó que enviará a su vice, Hamilton Mourão, a la asunción del Presidente argentino el 10 de diciembre. Es una primera señal de acercamiento diplomático tras meses de fuego cruzado.
Mourão, un militar retirado en 2018, es un ferviente defensor del papel de las Fuerzas Armadas durante la dictadura brasileña y archienemigo de Dilma Rousseff y Lula Da Silva, para quien Fernández es un "preso político" que debe ser liberado.
La sorpresa
El último encuentro de ayer de Fernández fue con el ex presidente Correa. El ecuatoriano, muy cercano al presidente ruso Vladimir Putin, apareció de sorpresa para la prensa en el hotel donde se hospedó el argentino, aunque el encuentro estaba programado.
"Alberto es un vendaval de esperanza", definió Correa el triunfo electoral de Fernández. "Es la vuelta de una Argentina digna y soberana", imaginó. Celebró que el Grupo de Puebla, el cual integra, se vaya a reunir en Argentina el próximo fin de semana.
Correa es también uno de los dirigentes que más defiende al presidente venezolano Nicolás Maduro, quien ayer se reunió en La Habana con sindicalistas argentinos como Ricardo Peidró (CTA) y Hugo Godoy (ATE), entre otros.
Maduro expresó a los sindicalistas que espera reunirse "cuanto antes" con Fernández para avanzar en una agenda de trabajo. Pero el argentino no tiene previsto un encuentro con el venezolano, al menos en el corto plazo.