La oficina de Alberto Fernández, en San Telmo, es el lugar hacia el que desfilan gobernadores, políticos, empresarios, banqueros brasileños, sindicalistas y oportunistas.
El miércoles a la noche fue el turno de Matías Lammens y la periodista Gisela Marziotta, candidatos del Frente de Todos a jefe y vice de Gobierno la Ciudad de Buenos Aires. En ese encuentro, el candidato a presidente del Frente de Todos le transmitió a la fórmula su objetivo electoral más audaz: ganar la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Junto a Córdoba, se trata de uno de los dos distritos electorales donde el 11 de agosto se impuso la candidatura presidencial de Mauricio Macri. Y donde, también en las PASO, Horacio Rodríguez Larreta cosechó el 45,92 por ciento de los votos, seguido por Lammens con el 31,36 el candidato del Frente de Todos.
En la Capital Federal es necesario que uno de los candidatos supere el 50% para evitar el balotaje. Según el consultor político Gustavo Marangoni (ex presidente del Banco Provincia en la gestión de Daniel Scioli), dijo: "considerando que en las elecciones a Jefe de gobierno (se vota el 27 de octubre, en simultáneo a las presidenciales) no se computan los votos en blanco y nulos, si mantiene el caudal de votos de las PASO, Rodríguez Larreta está en el 50 por ciento". Marangoni agregó: "en el distrito hay un voto en blanco muy alto. En las elecciones de 2015 fue del 2%, y del 5 en las de 2017. En la PASO del 11 de agosto fue del 8 por ciento".
En el Frente de Todos hacen cuentas. Recuerdan que en las elecciones de 2015, el PRO con Rodríguez Larreta sacó 45,56 por ciento; y lo siguió Lousteau (acompañado por el socialista Roy Cortina) con el 25,47. El 11 de agosto pasado, Rodríguez Larreta en alianza con Lousteau y Cortina, apenas creció unos 70 mil votos respecto a cuando los tenía de rivales políticos cuatro años atrás. "Lousteau no le sumó nada", especuló un dirigente kirchnerista que cree posible estancar a Rodríguez Larreta en unos 46 o 47 puntos.
La ingeniería política del El Frente de Todos porteño tiene el sello de Alberto Fernández. Fue él quien gestionó la incorporación de Lammens, el presidente de San Lorenzo de Almagro. Fue también Fernández el que convenció al PJ local de ceder la candidatura a Jefe de gobierno, después de tres derrotas al hilo (dos de Daniel Filmus y en 2015 Mariano Recalde).
Pino Solanas y Victoria Donda, candidatos a diputados nacionales, y Gisela Marziotta, también entraron por la puerta que abrió Alberto Fernández.
El próximo fin de semana Fernández recibirá de nuevo a Lammens y Marziotta. Se sumarán los equipos de campaña. Consolidado políticamente el Frente de Todos en varias provincias, Fernández tendrá un rol protagónico en la campaña porteña.
En el territorio porteño, el Frente de Todos apunta a sumar voluntades en el sur de la ciudad, y en los barrios donde la crisis más ha golpeado. Fernández recorrerá los centros comerciales del populoso eje de la avenida Rivadavia y clase media de Almagro, Caballito, Flores y Liniers.
Se pondrá el foco en “los desencantados” con Macri y también en el voto de centroizquierda que apoyó a Lousteau en 2015.
La Ciudad de Buenos Aires es la capital del macrismo. En ese distrito empezó Mauricio Macri su carrera política; su partido, el PRO, gobierna desde 2007 y ahora va por el cuarto mandato consecutivo. Rodríguez Larreta "chapea" con su gestión y desafía a sus opositores montado en la obra pública realizada.
"Rodríguez Larreta está confiado en su gestión, pero es cierto de que hay miedo de que los afecte la ola electoral; y como viene el panorama económico, las elecciones se pueden dar en medio de un agravamiento de la crisis. De todos modos, creo que es difícil que pierdan", evaluó Marangoni.
El director de M&R Asociados apuntó: "El 60% de los votos de Larreta corresponden a los barrios de Recoleta, Palermo y Belgrano. El peronismo ganó en el sur y allí, paradójicamente, el Gobierno invirtió mucho en obras. Parecería que en determinados lugares la obra pública no te da votos, sino que gana la heladera vacía. Y el voto en la zona norte, no tiene como primer elemento a la obra pública, sino a la ideología".
En el Frente de Todos le bajan el precio a la "gestión Larreta": "maneja un presupuesto de ciudad europea". Y comparan el presupuesto de 320 mil millones de pesos que tiene para repartir entre tres millones de habitantes. Esto da 104 mil pesos por porteño. La provincia de Córdoba tiene un presupuesto de 220 mil millones para 3,7 millones de habitantes. La relación es de 59 mil pesos por cordobés. O La Matanza, en el conurbano bonaerense, con 12 mil millones de presupuesto a repartir en 2,2 millones de habitantes. La cuenta arroja solo 5.600 pesos por cada matancero. La riqueza presupuestaria porteña apabulla. Eso lo saben muy bien el oficialismo y en el búnker de Alberto Fernández.
