Un ardoroso romance de verano en una estancia chaqueña -hace más de cien años- y una tragedia que parece ahogarlo para siempre, son los puntapiés de "La piel no olvida", la interesante novela histórica que acaba de publicar la escritora cordobesa Fernanda Pérez a través del sello Suma de Letras. La trama remonta los años de amor y desencuentros entre Magdalena, una caprichosa joven de la aristocracia, y Dimas, un hachero y domadorque trabajaba para su padre, y se volverá un líder gremial.
Además de estar sazonada con abundancia de intrigas y escollos, la novedad editorial propone puertas de lectura para todos los gustos, porque se explaya en el terreno amoroso con mucho voltaje erótico, al tiempo que resulta un detallado registro de las primeras luchas obreras del Chaco en el siglo XX, en los pueblos fundados por la compañía inglesa La Forestal. Amores cuestionados por la moral de turno, lucha de clases, despertares de conciencia varios... Un combo imbatible en todas las épocas.
- Tu novela enmarca una historia de pasión y prejuicios con las primeras luchas obreras del país. ¿Cómo se fueron trenzando estos temas?
- Fue raro el proceso, porque suelo construir la ficción desde los personajes, pero acá pasó otra cosa. Al principio, yo quería escribir sobre un hecho histórico puntual, la Masacre de Napalpí, en 1924; una comunidad chaqueña de tobas y quoms que fue reprimida por fuerzas policiales y de La Forestal. Estos episodios ocurren para la misma época que los de la Patagonia Rebelde, en Santa Cruz, y de la Semana Trágica en Buenos Aires. Y como una cosa lleva a la otra, entre tantas lecturas, esta historia me encontró a mí.
-En cada encuentro entre Lena y Dimas se prende fuego el libro. ¿Lo erótico es una condición de las novelas románticas de hoy?
- No estoy en la lista de las autoras más eróticas, pero creo que el erotismo y el amor tienen que adecuarse a los personajes, y entre Lena y Dimas había algo muy fuerte asociado a la piel y al deseo. No sé si al principio de la novela podemos decir que se aman: es más bien una historia de gente muy joven descubriendo su sexualidad. Se va dando un romance irreverente, sensual y, de repente, el juego entre ellos termina en tragedia.
- El corazón de la novela es la idea de que la piel no olvida...
- Muchas lectoras recordaron viejos amores con esta novela, pasiones tal vez efímeras, pero que quedaron en ellas para siempre. Hay algo que tiene que ver con el tacto y los aromas, que nos lleva a un lugar de la memoria donde quedan estas pasiones profundas.
En esta historia hay dos personajes femeninos muy importantes, Magdalena y Lucrecia. Si bien son amigas, representan formas muy distintas de ver el mundo y de proyectarse. Una es una chica rica y frívola, y la otra, ideologizada y combativa.