La Feria del Libro, un clásico cultural dedicado a la literatura local y nacional se abrirá en pocas horas. Dedicada este año al mendocino (lujanino) Rodolfo Braceli, de 75 años, propone más de dos semanas de actividades, con una novedad: habrá ferias a lo largo de todo el territorio provincial, con presentaciones en Luján de Cuyo, Tupungato, Rivadavia, San Rafael y La Paz, además del núcleo central en el Centro Cultural Julio Le Parc.
Otra innovación es que se extenderá a la Casa de Mendoza en Buenos Aires donde, el 23 de setiembre, habrá presentaciones de libros, charlas, exposición y venta de libros de autores mendocinos.
Razonablemente es una interesante iniciativa no quedarse a esperar que la gente venga a los libros, sino salir al encuentro de potenciales lectores, con propuestas de actividades más cerca de sus lugares de residencia.
Además de Braceli y otros representantes de las letras locales, invitados nacionales presentarán sus obras, darán charlas o tomarán parte de diversas actividades, como Jorge Boccanera, María Kodama, Gabo Ferro, Vicente Battista, Marcos Aguinis, Susana Szwarc, Juan Sasturain, Fabián Matus, Ana Padovani, Ricardo Bochini y Marcelo Figueras.
Se asegura que los autores locales tendrán mucha participación y difusión, con algunos lanzamientos editoriales. Sin embargo, no se observa en la programación difundida un espacio dedicado al escritor y periodista Antonio Di Benedetto, precisamente cuando se cumplen 30 años de su partida física.
Este tipo de muestra de la palabra impresa se asume como un espacio para la lectura, la cultura, la educación y la difusión de valores artísticos.
Promueve el libro, la gestión editorial y el acto de acceder a la producción literaria. Se comenta con abundancia de ejemplos que los integrantes de menor edad de la sociedad leen poco, casi nada. Esa realidad se aprecia en la escuela primaria y en el nivel medio de enseñanza. Alguien podría agregar que también en la universidad.
El tiempo pasa, las costumbres varían, el contexto es otro. La oferta de los medios tecnológicos y electrónicos a su disposición, alejaron al público juvenil del libro. Esperamos que esta Feria del Libro que ya debuta recupere algunos de esos actores que están en los primeros años de la vida y de espaldas al libro, los incorpore a la cruzada de la imaginación, los conocimientos y el mundo mágico de la palabra.
Un veterano director de la Fundación El Libro, que organiza la reunión nacional en Buenos Aires, sostenía que estas convocatorias deben servir para que el lector se energice culturalmente y el resto del año esté buscando los libros que vio en los mesones y que no pudo comprar en ese momento y para que esté en contacto con muchas experiencias culturales.
Deseamos que ése sea uno de los saldos de nuestra feria.
