Según lo revelado ayer después de conocerse las pericias hechas al empresario Fernando Farré (52), acusado de asesinar en agosto último a su esposa Claudia Schaefer (44), durante el crimen el detenido estaba totalmente consciente de lo que hacía y no actuó bajo un estado de emoción violenta. Es decir, los peritos lo consideraron plenamente imputable.
A esas conclusiones, y a otras como que pudo haber premeditado el crimen, arribaron los psiquiatras y psicólogos de la Asesoría Pericial de San Isidro que analizaron el estado de salud mental del hombre y ayer entregaron sus informes en la Fiscalía Especializada en Violencia de Género de Pilar.
“La conducta homicida respondió a una etapa reflexiva por parte del victimario y reconoce un ánimo preexistente de malestar, ira, celos o resentimiento que actuó persistentemente sobre su personalidad y que culminó en la descarga motora delictiva”, reza el informe.
Schaefer fue asesinada el 21 de agosto último por su marido en un country de Pilar, cuando fue a retirar sus pertenencias de la casa, en el marco de un divorcio conflictivo. Farré la encerró en el vestidor y la apuñaló 66 veces.