Aunque el Frente para la Victoria no perdió ninguna de las bancas que puso en juego ni a nivel provincial -incluso ganó una en Diputados- ni nacional (ver aparte), la jornada de ayer significó una dura derrota sobre sus propias expectativas previas.
Es que el oficialismo descontaba la colocación de dos diputados nacionales (Alejandro Abraham y Omar Félix) y este aporte al kirchnerismo nacional se terminó por desplomar ante la histórica elección del Frente de Izquierda, que ubicó a Nicolás Del Caño en el lugar que el oficialismo preveía para Félix.
Igualmente, la distancia de veinte puntos que le sacó el cobismo significó estar demasiado cerca de la dura derrota del peronismo ante el radicalismo en 2009, cuando el Frente Cívico Federal (UCR y aliados) derrotó al oficialismo por veintidós puntos.
Además, el hecho de no haber perdido bancas en la Legislatura no lo pone a resguardo de complicaciones futuras a la hora de impulsar proyectos de ley. Es que el oficialismo en su conjunto perdió adherentes en las dos cámaras por el lado de sus aliados no peronistas, que fueron trabajosamente ‘persuadidos’ para que acompañaran en las votaciones al Frente para la Victoria. Todo de cara a los dos años de gobierno que aún tiene por delante la administración de Francisco Pérez.
Panoramas complicados similares también vivirá el oficialismo en concejos deliberantes de municipios en los que mantenía mayorías o encabezaba paridades.
La derrota fue asumida por la dirigencia del Frente para la Victoria en pleno en una conferencia de prensa que sufrió cambios de última hora. Inicialmente, estaba previsto a cargo de los cinco integrantes del comando electoral (los candidatos Alejandro Abraham y Omar Félix, el gobernador Francisco Pérez, el vice Carlos Ciurca y el senador nacional Adolfo Bermejo), pero finalmente terminaron sumándose los diputados nacionales Guillermo Carmona, Anabel Fernández Sagasti y Dante González, y hasta el dirigente del Partido Solidario Juan Carlos Rivera. Los voceros (Abraham y Félix) reconocieron oficialmente la derrota y -según manifestaron- se pusieron en comunicación para felicitar tanto al radical Julio Cobos como al trotskista Del Caño.
“La explicación (de la derrota) hay que buscarla en nuestros propios errores. No responsabilizamos a las otras fuerzas políticas sino a nosotros mismos”, abundó Félix, que venció a la UCR (aunque por poco) tanto en su departamento como en su distrito electoral.
“Puede haber sido la interna (del PJ) o algún tipo de políticas nacional, provincial o municipal. Estamos en un fenómeno distinto en Mendoza con cambios importantes, Basta leer el resultado del PD y queda claro que hay un cambio sociológico en la definición del voto mendocino.
Hay que analizarlo por encima de las ganancias y las pérdidas. Estamos en una sociedad que ha cambiado y que está reclamando cosas que nosotros no hemos satisfecho y no sé si Del Caño las va a satisfacer”, intentó explicar el diputado nacional que no alcanzó a renovar su banca.
Félix -único integrante del comando electoral que prolongó el contacto con la prensa tras los resultados finales- consideró que, a diferencia de las PASO, “la campaña fue buena y no se le puede atribuir responsabilidad en el resultado. Hay que analizar muchas cosas y cada uno deberá asumir sus responsabilidades.
Hay lugares donde se ganó y lugares donde se perdió, y hay que analizar en uno y en otro caso”, manifestó, dejando en claro que él -por los resultados en el Sur- se ubicó entre ‘los que ganaron’. Abraham, el candidato que entrará al Congreso en diciembre, perdió en “su” Guaymallén por casi 20 puntos.