A fines de noviembre, a los 81 años de edad, falleció el Ing. agrónomo Félix Carlos La Red, una personalidad multifacética, de destacada actuación durante varias décadas en nuestra provincia. Nacido en San Rafael en 1934, cursó sus estudios primarios y secundarios en su ciudad natal y luego se recibió de ingeniero agrónomo, en la Facultad respectiva de la Universidad Nacional de Cuyo, en 1960.
Fue uno de los primeros, si no el primero, de los agrónomos en realizar estudios de post grado en la prestigiosa Universidad de California en Davis, como becario de la Fundación Rockefeller, donde obtuvo el título de Master of Science en 1965.
Desarrolló a los largo de los años una intensa actividad profesional en el sector privado, en organismos técnicos, en el sector público y en entidades gremiales empresarias. Destaco su paso por bodegas Peñaflor, el Instituto Nacional de Vitivinicultura, la concreción del proyecto Petroquímica Cuyo.
Fue ministro de Economía de la Provincia entre 1976 y 1980. Participó y publicó numerosos trabajos de investigación en el área de agronomía, donde se advierte trabajos pioneros sobre sanidad vegetal y medio ambiente.
Durante cerca de dos décadas tuve el placer de compartir actividades con el Ing. La Red, primero siendo él director de la Unión Comercial e Industrial de Mendoza (UCIM), de la Unión Industrial de Mendoza (UIM) y representando a Mendoza en la UIA.
Entre comienzos de 1995 y fines de 1996, compartiendo el directorio de los Bancos de Mendoza y Previsión Social, en el turbulento proceso de la crisis “del tequila” y la privatización de los mismos.
En esta etapa asumió la vicepresidencia del Previsión, prácticamente durante esos casi dos años lo dirigió, mientras además integraba la Comisión Técnica Asesora de la licitación de los bancos.
He tenido la suerte de disfrutar muchos años de su trato, de su amistad, de sus consejos, pero por sobre todo de la vastedad de sus conocimientos, en especial de nuestra provincia, en sus aspectos económicos y humanos.
Sus conocimientos y curiosidad eran inagotables. Se lo podía consultar sobre los asuntos más diversos y siempre tenía una respuesta o una indicación apropiada.
Profundo conocedor de los seres humanos y sus instituciones, de personalidad firme, sin dobleces, de hablar claro y preciso, sus comentarios, a veces ácidos, solían molestar en una sociedad en la que las expresiones contundentes no suelen ser bien recibidas.
Vivió con austeridad, constituyó una excelente familia; lo sobreviven tres hijos varones, uno de los cuales es un destacado ejecutivo de le empresa Monsanto en California EEUU.
Se fue un mendocino de los que ya hay pocos, dejó su marca en lo que hizo en variados campos. Quienes lo conocimos bien lo despedimos con afecto y gratitud.
José Esteban Onofri