El rey español Felipe VI renunció a cualquier herencia personal futura que pudiera recibir de su padre, el rey emérito Juan Carlos I, por las presuntas irregularidades financieras que involucran al exmonarca, anunció ayer la casa real.
Además de renunciar a su herencia, Felipe VI le retiró su asignación anual a Juan Carlos I, agregó la casa real en un comunicado.
En 2018, el rey emérito recibió 194.232 euros (216.000 dólares).
La decisión se tomó mientras fiscales suizos investigan una cuenta en el extranjero supuestamente operada por Juan Carlos I.
En 2008 el fallecido rey saudita Abdalá habría depositado 88 millones de euros (100 millones de dólares) en dicha cuenta, que los fiscales creen podrían haber sido pagos de sobornos, según el periódico suizo Tribune de Geneve.
El diario británico The Telegraph reportó el sábado que Felipe VI fue nombrado beneficiario de un fondo en el extranjero que controla la cuenta suiza con un supuesto regalo de 65 millones de euros (72 millones de dólares) de Arabia Saudita que le habrían sido entregados a su padre cuando era rey de España.
Juan Carlos I, de 82 años, ascendió al trono en noviembre de 1975 y reinó hasta que abdicó en junio de 2014.
En el comunicado del domingo, Felipe, de 52 años, negó estar enterado de la existencia del fondo.
Repercusiones
El Partido Socialista Obrero Español (Psoe) expresó su “máximo respeto” a la decisión del Rey Felipe VI de renunciar a la herencia de su padre.
A pesar de ello, el PSOE mantiene su oposición a que se promueva en el Congreso de los Diputados una comisión de investigación sobre las finanzas del rey emérito Juan Carlos, precisan las mismas fuentes.
Esta posición se basa en el criterio de los letrados de la Cámara, que siempre se niegan a calificar iniciativas de control a la Corona en base a que la figura del Rey es “inviolable” conforme a lo que establece la Carta Magna.
Tras conocer el anuncio de Felipe VI, el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, anunció que se pondrá en contacto con los grupos de la Cámara para intentar poner en marcha una comisión de investigación sobre los negocios de Juan Carlos I.
Las finanzas del Rey Juan Carlos llevan años bajo sospecha, si bien en las últimas semanas las informaciones publicadas en prensa española, suiza y británica sobre las investigaciones que se siguen sobre el presunto cobro de comisiones ilegales han terminado por provocar que la Casa Real reaccione ayer anunciando que Felipe VI renuncia a la herencia que podría percibir de su padre y suspendiendo su asignación anual.
Otro problema
Pero este no es el único escándalo que envuelve a Juan Carlos. Corinna zu Sayn Wittgenstein, "amiga íntima" y beneficiaria de jugosas donaciones por parte del extitular de la casa real, asegura que desde 2018 ha tratado de informar a la Casa Real del "abuso" que, según ella, ha estado sufriendo desde hace "ocho años", pero que "se hizo caso omiso" y no se tomó "medida alguna" para remediarlo.
Según un comunicado, el abogado de la empresaria alemana, Robin Rathmell, afirmó que "desde 2018" ha intentado "en repetidas ocasiones" comunicarse "a través de los canales diplomáticos apropiados, la Embajada de España en Londres y la Casa Real incluida, sobre la campaña de abuso que se ha estado librando" contra ella "durante ocho años".
"Se hizo caso omiso de los graves asuntos que comunicamos en detalle y en ningún momento se reconoció, ni mucho menos se tomó medida alguna para remediar, tal abuso, que ha continuado hasta hoy", ha subrayado Rathmell.
Corinna zu Sayn Wittgenstein responde así al comunicado publicado ayer por la Casa Real en el que revela que el Rey Felipe VI supo de la fundación panameña Lucum y de su “supuesta designación” como beneficiario hace un año por los abogados de la empresa alemana y que se desvinculó de ella ante escribano.
Según el palacio real, la designación sería "desde el momento en el que se produjese el fallecimiento de Su Majestad el Rey Don Juan Carlos" y que respondió a los abogados de Corinna que ni el Rey ni la institución "tenían conocimiento, participación o responsabilidad alguna en los presuntos hechos que mencionaba", de manera que "carecía de toda justificación lícita su involucramiento".
Por ello, les informó de que no "designaría representante legal para iniciar negociación alguna con el citado despacho de abogados sobre los hechos descritos", todo ello en una carta fechada el 21 de marzo de 2019.
El “abuso” del que habla Corinna sería una “campaña” en su contra que, según asegura, comenzó en 2012 cuando salió a la luz su relación con Don Juan Carlos.