Un hijo pródigo de Mendoza duerme la siesta en un hotel de Buenos Aires. La ruidosa ciudad no lo asusta, está acostumbrado a vorágines peores, viene de Estados Unidos y México. El timbre del teléfono lo despereza.
Felipe Staiti
limpia su voz y desliza que está contento porque este fin de semana enchufa su guitarra "en el living de su casa". "¡Claro!, volver a Mendoza es tocar en las raíces, entre amigos y familia", dice uno de los músicos que hace más de treinta años fundó
Los Enanitos Verdes.
-¿Qué es Mendoza para vos?
-Yo lo vivo de una manera muy especial. Es reencontrarme conmigo, con mi historia, con mi gente y mis amigos.
-¿Te acordás de algún toque acá, en tus comienzos, que te haya marcado?
-¿Que si me acuerdo? Lo tengo grabado. Fue el 12 de setiembre del 80 en el teatro Selectro. Mis viejos no estaban, había fallecido un tío mío y tuvieron que viajar. Esa noche fue única. Cayó un amigo mío que se había comprado un grabador, de esos grandes, y quedó todo en un casette.
Así empezó todo, como un sueño de niños en el que jugaban Staiti, Marciano Cantero (voz y guitarra) y Daniel Píccolo (batería) bajo los soles del oeste. El responsable de las baquetas abandonó el trío en 2009 y en su lugar entró Jota Morelli (tocó cinco años con Luis Alberto Spinetta; también con Diego Torres, Pedro Aznar,Lito Vitale,David Lebón, entre otros).
Los Enanitos Verdes empezaron su carrera bien de abajo, en su provincia natal. Cuatro años aguantaron en Mendoza. Hasta que un día se fueron a probar suerte a Buenos Aires. Algo había allá, pero no precisamente suerte. "No creo que estemos tocados por alguna barita mágica, ni que seamos más que otros músicos del interior que no triunfaron en el exterior. Lo único que tuvimos fue tenacidad. Nunca nos dimos por vencidos y siempre vimos el medio vaso lleno", cuenta el morocho de pelos largos.
-¿Cuáles son para vos las diferencias entre el exterior y Mendoza?
-Es muy difícil para una banda del interior proyectarse desde el lugar de origen, hay que pensar en trasladarse a las grandes ciudades. Para trascender hay que salir a tocar, hacerse conocer. En Mendoza hay mucho talento, pero hay que salir de las cuatro paredes. Los músico que eligen a Mendoza para vivir son los que vienen de vuelta, que buscan paz, es una utopía decir 'me voy a vivir allá y me proyecto en la música'.
-Después de 30 años de carrera, ¿qué balance hacés?
-Me ha dado más de lo que me ha quitado... uno no puede tener todo en la vida. Y lo que perdí no fue del todo. Es verdad que no estuve en momentos importantes de mis hijos, por ejemplo, pero ahora tocamos juntos.
-¿Te arrepentís de algo o te volverías a jugar?
-Me la volvería a jugar igual, no soy un arrepentido de la vida. Sin embargo hay cosas que ahora no haría desde este lugar, pero que en su momento lo hice porque consideré que era lo mejor.
-Por ejemplo...
-En nuestro primer disco ("Los Enanitos Verdes") yo escuchaba que a mi guitarra le faltaba sonido pero pensaba que una "iluminación celestial" después dejaría el disco soñado. Son las ilusiones que uno tiene al principio sobre un estudio de grabación. Con el tiempo me di cuenta que solamente hay que grabarlo bien para que se escuche bien, pero nunca nadie me lo dijo.
No corre el tiempo para Los Enanos
Llegan al Arena Maipú para presentar su último disco "Tic Tac", que planea ver la luz en marzo del año que viene. Ésta es la primera provincia de la Argentina en las que presentarán el "mejor álbum de la banda" (ese es el cartel que ya se ganó, de boca de Cantero). Su corte difusión "Besos violentos" (con Cristian Castro) ya suena en las radios.
"A mí me gusta este disco porque salió tal cual lo imaginaba. Cuando uno entra a grabar tiene algo en la cabeza y, generalmente, cuando sale es algo distinto. En este caso es un material muy fiel a lo planeado, por eso coincido con Marciano en que podría ser ‘el mejor’”.
-¿Cómo influyó la partida de Píccolo y la llegada de Morelli?
-Lo de Daniel ya es un asunto cerrado. Él tenía otras expectativas de vida y se respetó. Yo creo que nosotros siempre sacamos lo mejor de las situaciones y con Jota tenemos un buen filling. Rítmicamente aporta muchísimo a la banda y eso tiene que ver con el resultado de "Tic tac", que tiene una musicalidad indiscutible. En ese aspecto Los Enanos están fortalecidos.
-Y humanamente, ¿también están fortalecidos?, ¿Cuál es el secreto para estar juntos 30 años?
-Como en la pareja. Respetamos nuestro metro cuadrado y procuramos que no se apague la pasión. Todavía, el momento de tocar es mágico.
Felipe reconoció que Los Enanos, por lo menos, han marcado tres generaciones y que se dan cuenta de ello porque en sus conciertos siempre hay gente joven. Agradeció a la música romper las barreras del idioma, la edad y las fronteras. Aseguró que sigue siendo un chico de barrio y que si hay gente que tiene distintas fantasías es porque no los conocen.
También habló sobre el motivo por el que estaba en Buenos Aires.
- ¿Van a tener una participación en Graduados?
-Sí, grabamos mañana (esta entrevista se realizó el martes).
-¿Cuál va a ser la participación?
-Vamos a estar lookeados como en los 80' y supongo que vamos a tocar. Pero ni siquiera se que es "Graduados" (de aquí en más imagínese risas hasta que termina la conversación).
-Es la tira del momento, han pasado por ahí Charly, Fito, Pipo Cipolatti, entre otros, todos contextualizados en los '80.
- ¡Que bueno!, pero yo tengo una vida ahora. Ya viví la de los '80.