Felipe Canedo fue confirmado ayer como nuevo entrenador de Independiente Rivadavia. La CD apuesta por la continuidad del trabajo que venía haciendo Pablo Quinteros.
“Uno siempre sueña con una oportunidad así. La ida de Pablo (Quinteros) nos duele, él fue quien formó este cuerpo técnico”, declaraba el Pitu, ése que supo ganarse el aprecio del hincha de la Lepra en su época como futbolista. “Uno le dio mucho como jugador a este club. Ojalá pueda devolverle mucho como técnico. Ése es mi anhelo, Debo dar gracias a Leo (López) y a Pablo (Quinteros) y espero no defraudarlos”. “Leo me dio la confianza para trabajar tranquilo y vamos analizando en el camino. La ventaja es que conocemos a todos los jugadores, sabemos qué te puede dar cada uno y cómo están físicamente. En esto hemos ganado mucho tiempo. Un técnico de afuera hubiera demorado por lo menos cuatro partidos para conocer el plantel”, agregó.
Canedo se declaró un amante del 4-4-2. “Siempre paré así a mis equipos y me gustó. Un doble cinco que se recueste por donde viene la jugada te permite soltar los laterales. Con este dibujo se pueden manejar varias alternativas. El fútbol de hoy se genera en el mediocampo”.
Pitu tiene dos experiencias anteriores como técnico, ambas al frente de Gutiérrez (la primera en Torneo del Interior ‘08 y luego en el Argentino B ‘12).
Así analizó, el ex ayudante de campo de Quinteros, el trabajo de la Lepra en sus tres primeras presentaciones. “En tres partidos no se puede hacer un análisis profundo. Faltó profundidad contra Villa Dálmine; el de San Luis me gustó más. Salimos de igual a igual, nos pusimos arriba pero no lo pudimos aguantar.
Central Córdoba venía de dos derrotas y un empate era importante para ellos. En el afán de ir a buscarlo, lo perdimos. En nuestra cancha nos traiciona la ansiedad. El gol, como local, llega en el noventa por ciento de los casos. Hay que saber esperar el momento”. Hoy tiene la chance de dejar de ser Pitu y hacerse gigante.
Un ratito a la sombra
Mientras Independiente Rivadavia jugaba el encuentro ante Central Córdoba, Nicolás Esteban Molina y Franco Antonio Bertani Reinoso debieron presentarse en la Oficina Fiscal Nº 2.
Ambos son barras de la Lepra y fueron imputados por el delito de Daños Agravados, ocurridos durante el partido de Independiente Rivadavia y Godoy Cruz en el Malvinas Argentinas.
Se les impuso la “Restricción de asistencia a eventos deportivos” por lo que cada vez que juegue Independiente, deberán estar presentes en la Oficina Fiscal. Un golazo de la Justicia, a la que aún le resta identificar a barrabravas. Un buen inicio.