Brasil recién pudo cantar victoria en los penales, donde emergió la gran figura de Julio César para contener dos disparos, ahogar la ilusión de Chile y sellar el boleto de los locales a los cuartos de final, donde lo espera la Selección Colombia del argentino José Néstor Pekerman.
Si bien la Verdeamarelha sigue lejos de mostrar un buen rendimiento, Luiz Felipe Scolari mantiene el mismo pensamiento que en la antesala al certamen. “Tenemos la obligación de ser campeones del mundo. Los brasileños nos están exigiendo algo y tenemos que dar todo para hacer realidad la promesa que hicimos. De todas maneras debemos mejorar el nivel y somos concientes de que en este momento Brasil está a un 80% de las condiciones”, sentenció el director técnico. Igualmente, Felipao aprovechó la ocasión para disparar contra la actuación de Howard Webb: “Hubo un error que no es admisible a nivel de un Mundial.
Hay algunas dudas que se dan (en su seleccionado) también por los árbitros, que están un poco reticentes con nuestro equipo y no sabemos si vamos a ser campeones, pero ya nos estamos preocupando un poco por este tema. Si hay una falta es una falta y si hay un gol, hay un gol”.
Si bien ante Chile perjudicaron a su plantel al no sancionar como válido un tanto de Hulk -le cobraron que la bajó con la mano-, en otras oportunidades fue favorecido, como cuando en el debut le regalaron un inexistente penal.
Además, Scolari comentó que no es fácil para el plantel tener la presión de su gente en todos los encuentros: “Claro que hay tensión, que hay dificultades, pero vamos a ir superando nuestras dificultades a través del trabajo y nuestro esfuerzo”.
Para cerrar, sacó chapa con la convocatoria de Julio César, quien actualmente se encuentra en un equipo de la Mayor League Soccer de Estados Unidos: “Me critican por convocarlo, por convocar a cualquier jugador. Pero yo elijo en función de lo que yo pienso, lo hago en base a lo que considero que es lo más adecuado, yo no tengo que explicar esto y Julio César tampoco. Lo que tiene que hacer él es jugar y tiene toda mi confianza para hacerlo. Ahora se viene una escuela, con fútbol suelto, Colombia juega con velocidad”.
Brasil juega mal
Brasil superó con sangre, sudor y lágrimas a Chile y certificó por cuarto partido consecutivo, los que disputó en la cita mundialista, que su juego carece de elementos básicos para considerarlo un equipo a tener en cuenta para el campeonato. Independientemente de la falta de méritos de la canarinha también hay que considerar la propuesta de los rivales que en principio están abajo en los pronósticos. Lo cierto es, que el equipo de Felipao evidencia un nivel de fútbol más bien bajo y siempre dependiendo de Neymar para ir superando rondas.
Ante Chile volvió a quedar en evidencia la propuesta ‘local’ y no porque la victoria no fuera justa, pudo ganar cualquiera de los dos combinados, sino porque una vez más Scolari supuso un revés para las ilusiones de decenas de millones de aficionados que tiene repartidos su equipo por todo el planeta. Un juego parco en creatividad y sin capacidad asociativa, es lo que se vio del gran candidato, qye tuvo dos sustos (México y Chile), pero que pudieron ser cuatro por lo visto a lo largo de todas las presentaciones de la Seleçao.
David Luiz y Thiago Silva también son claves para su seleccionado
Que Neymar haga la diferencia adelante no es ninguna novedad. Sí lo es que Brasil haya accedido a cuartos gracias a su arquero, pero también por el aporte de otros dos pilares.
Atrás, David Luiz, que celebró su primer gol con la Seleçao, y Thiago Silva mantienen una zaga sólida, de las mejores del mundo, pero en los laterales Marcelo y Dani Alves siguen dejando bulevares para que los rivales desfilen cómodos. Los tres goles que recibió Brasil en la Copa llegaron por las bandas.
Luiz Gustavo, el perro guardián de la defensa, llevó la segunda amarilla y se perderá el partido contra Colombia, una ausencia que seguramente se sentirá.
De ahí para adelante, poco o nada: Oscar, el cerebro de la creación, estuvo ausente, y Hulk sacó las garras en el segundo tiempo y buscó el gol. Pero falló en los penales y en un error con Marcelo (un pase terrible que Vidal robó y centró a Sánchez) permitió la jugada que terminó en el 1-1.
Regreso a las prácticas. Luego de tener dos días de descanso, el plantel brasileño retorna hoy a los entrenamientos con vistas al juego del viernes, a las 17, en Fortaleza, frente a los colombianos.
Camino impensado y con ciertas "ayudas"
Muchos pensaban que Brasil arrasaría con todos, pero le está costando. Por ahora, ganó 2 e igualó 2.
Literalmente, Brasil lloró su clasificación. El seleccionador Luiz Felipe Scolari consolaba a los jugadores, que sobre el césped derramaban lágrimas de alivio. Nunca había pasado algo así esta Seleçao. “El equipo es nuevo, aún los más experimentados sienten -la presión- de la Copa del Mundo. Son emociones diferentes, no es un juego común”, indicó el técnico en la rueda de prensa después del partido ante los chilenos.
La victoria holgada de Brasil contra Camerún (4-1) demostró que el rival, sumergido en una profunda crisis interna, no era un termómetro para medir la evolución del once brasileño.
Brasil está en cuartos de final con una victoria sobre Croacia (3-1), opacada por el regalito arbitral a Fred; un empate con México (0-0) en el que fue asfixiado por los aztecas; la cómoda victoria ante los africanos que los colocó en la punta del grupo A y generó una ilusión de crecimiento; y el empate con Chile, que terminó con la sufrida clasificación en penales y encendió las alarmas.
Son dos victorias y dos empates contra selecciones que son de las más peligrosas del mundo. Y no es que las favoritas hayan dado espectáculo, España e Italia son muestra de ello. ¿Está bien el equipo de Luiz Felipe Scolari? Ante Colombia, un rival que históricamente no le hizo sombra a Brasil, puede ser el final para un sueño, el del local, claro.